Empleo

La situación económica deteriora la calidad del empleo de la mujer

Más de la mitad de las mujeres considera que el entorno económico actual está afectando negativamente a su continuidad en sus puestos de trabajo

Presentación del II Barómetro de la Mujer de la mano de Ana Bujaldón, presidenta de Fedepe
Presentación del II Barómetro de la Mujer de la mano de Ana Bujaldón, presidenta de FedepeLa RazónFedepe

El techo de cristal es una realidad que todavía sigue patente en el mundo empresarial, por lo que lograr la igualdad entre hombres y mujeres parece casi misión imposible. Además, esta problemática se ha agravado aún más si cabe, debido a una pandemia y crisis económica que está afectando en especial al sector femenino. Así lo ha asegurado Ana Bujaldón, presidenta de Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe), quién ha presentado este lunes su segundo Barómetro “Visión y medidas de las directivas y empresarias en el actual entorno de incertidumbre y complejidad”, creado por Ana Rosa Pacheco y Fernando Moroy.

Tanto es así, que una de cada diez de las mujeres encuestadas ha perdido su trabajo debido a la pandemia, mientras que más de un 3% continúa aún en ERTE. Además, en rasgos generales, la tasa de desempleo de las mujeres en nuestro país, a la cabeza de Europa en cuanto a paro femenino, es cuatro puntos superior al masculino, situándose en un 14,84% frente al 10,74% de los hombres.

“La pandemia y la evolución tecnológica, cada vez más acelerada, han creado un entorno profesional de trabajo donde la calidad del empleo de la mujer se ha deteriorado”, explica Bujaldón. Por tanto, no es de extrañar que el entorno económico actual esté afectando negativamente a la continuidad de este colectivo en sus puestos de trabajo, ya que así es como lo considera más de la mitad de las mujeres encuestadas.

Sumado a esto, el entorno de incertidumbre y complejidad económica al que tienen que hacer frente millones de ciudadanos, está afectando también a la posibilidad de búsqueda de empleo, ya que el 66% de las mujeres encuestadas se encuentran con complejidades en este ámbito. No obstante, la problemática de encontrar un empleo se agrava sobre todo en el caso de las profesionales “senior” a partir de los 45 o 50 años, ya que el 83% de las mujeres encuestadas considera que es especialmente “discriminatorio e injusto” el trato hacia este colectivo. Tal es la dificultad de reincorporarse al mercado laboral, que muchas de ellas optan por el autoempleo o emprendimiento. “La discriminación a las mujeres senior les lleva a emprender, siendo la única solución para acceder al mercado laboral”, sostiene la presidente de Fedepe.

Administraciones y empresas deben actuar para evitar retrocesos en materia de igualdad y la invisibilidad a la que los está abocando esta crisis. No puede construirse una sociedad más avanzada y con calidad democrática sin contar con las mujeres, es decir, más de 24 millones de personas”, sostiene Bujaldón. En este aspecto, casi el 60% de las mujeres encuestadas siente que la actuación de las Administraciones Públicas no ha mejorado para combatir la desigualdad y la discriminación que estas sufren en el entorno actual.

El entorno híbrido de trabajo y la invisibilidad de la mujer

La modalidad de trabajo mixta o híbrida llegó con fuerza tras la pandemia del coronavirus, aunque ahora esta se ha consolidado en muchas de las empresas, pese a que el trabajo continua siendo mayoritariamente presencial. Tanto es así que en el período actual, la mitad de las mujeres teletrabajan, frente al 70% que lo hacían durante la pandemia.

Sin embargo, pese a que casi nueve de cada diez mujeres considera que dispone de los recursos suficientes para llevar a cabo este teletrabajo, el 55% de ellas opina que esta modalidad sigue perjudicando al desarrollo profesional de la mujer, ya que tiene que estas profesionales tienen que seguir compatibilizando otras tareas “todavía muy enraizadas en el entorno femenino” como el poner lavadoras, cuidar de los hijos o limpiar la casa, entre otras.

“El sistema híbrido es bueno siempre y cuando sea igualitario para hombres y mujeres, porque sino no sirve”, ha explicado en esta presentación, Rosa Vázquez, directora de la Unidad Ginecológica de Gedeon Ritcher.

En la otra cara de la moneda se sitúan el 57% de las mujeres encuestadas, ya que consideran que el actual entorno híbrido de trabajo favorece la conciliación entre el ámbito laboral y familiar, pese a que aún tres de cada diez mujeres opina que esto no es así.

Por su parte, el 44% de las mujeres cree que la actual modalidad híbrida de trabajo fomenta en la empresa políticas de igualdad de la discriminación, y que en esta medida, seis de cada diez encuestadas considera que el teletrabajo fomenta políticas empresariales efectivas en cuanto a la brecha salarial.

Las mujeres cobran un 18,7% menos que los hombres

Otro de los problemas existente en el mercado laboral es la brecha salarial existente entre hombres y mujeres. Tanto es así, que estas últimas cobran de media en España un 18,7% menos que los hombres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es por ello que esto supone que se cobra de media 5.175 euros menos que los hombres, es decir, las mujeres realizan 51 días de trabajo gratis respecto al colectivo masculino.

“Una de las razones que explica esa diferencia salarial es la feminización de los sectores y empleos peor remunerados. En el sector STEM las mujeres solo ocupan uno de cada cuatro puestos de trabajo, mientras que en el sector servicios, donde los salarios son mucho menores, las mujeres representamos la mayor parte de la fuerza laboral”, explica la presidenta de Fedepe.

Asimismo, otra las causas que explica la brecha salarial es el trabajo a tiempo parcial y la elevada tasa de empleo femenino. Por su parte, Bujaldón asevera que “el desempleo en España sigue teniendo rostro de mujer”, ya que el paro subió en el tercer trimestre del año en 60.800 personas, según la última EPA, de las cuáles “casi todas ellas eran mujeres”.

Por tanto, tras los datos expuestos, Ana Bujaldón, pone de manifiesto que “se ha demostrado que las mujeres somos luchadoras y resilientes, pero pagamos un alto precio”.