Opinión
Menos inflación, precios más altos
La recaudación de impuestos crece de forma automática con la inflación y los costes financieros aumentan en menor medida
Margaret Thatcher (1925-2013), a la que ahora no es muy políticamente correcto citar, llamaba «madrastra» a la inflación. John M. Keynes (1883-1946), más popular en estos momentos –sobre todo en quienes lo conocen de oídas–, defendía que «la inflación es injusta, la deflación inconveniente». Milton Friedman, liberal y crítico de Keynes, explicaba que «la inflación es un impuesto sin regulación». Tanta coincidencia entre discrepantes no puede ser una coincidencia. La inflación en España se quedó en el 7,3% en octubre, una tasa más moderada que la del mes anterior, 1,5 puntos menor. Los precios, sin embargo, crecieron un 0,3% en octubre, un dato estadístico que, a pesar de todo, puede generar alguna confusión, ya que la percepción de la población–según las encuestas de opinión– es que el coste de la vida crece mucho más. El Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer la aparente paradoja: cierta moderación de la inflación, frente a una subida del 15,4%, en términos interanuales, de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, es decir, la cesta de la compra. Si alguien tenía dudas de que la inflación siempre perjudica más a los menos favorecidos, ahí tiene una nueva prueba.
La inflación, por el contrario, beneficia sobre todo a los gobiernos, también al de Sánchez, incluidos los que pregonan defender a los más necesitados y desprotegidos. La recaudación de impuestos crece de forma automática con la inflación y los costes financieros –los de la deuda– aumentan en menor medida. Sencillo: la subida general de precios provoca una mayor recaudación de IVA, que es un impuesto proporcional al precio de venta. Algo parecido ocurre con el IRPF, un impuesto progresivo que, ante cualquier subida de ingresos –por pequeña que sea– se ve correspondida con otra mayor de la imposición, si no se deflacta –actualiza– la tarifa, algo que han propuesto varias CC AA y la oposición, pero que el Gobierno, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la cabeza, ha descartado sin dar muchas explicaciones. Tampoco es muy popular en ciertos sectores, pero el economista austriaco, nacido en Ucrania, Von Misses (1881-1973), lo tenía claro: «La inflación es antidemocrática».
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