Energía

La UE defiende su propuesta de tope al gas casi inaplicable pese al malestar de todos los países

Reunión de alta tensión de los ministros de Energía en Bruselas en busca de un acuerdo. España cree que “es una tomadura de pelo”

La Comisión Europea (CE) defendió este jueves su propuesta para establecer un tope de 275 euros por megavatio/hora (MWh) pese al malestar que ha generado en prácticamente todas las capitales bien porque es prácticamente imposible de activar o porque podría generar problemas en la seguridad de suministro.

A su llegada a la reunión extraordinaria de ministros de Energía de la Unión Europea (UE) en Bruselas, la comisaria Kadri Simson reconoció las “preocupaciones” que han sido expresadas desde que el martes desvelara el diseño del llamado “mecanismos de corrección” del gas pero arguyó que “está basada en el mandato” dado por los jefes de Estado y de Gobierno.

“Es una propuesta extraordinaria pero los tiempos también son difíciles y tenemos que estar preparados, podemos necesitar esa herramienta si nos enfrentamos a otro periodo de precios de gas extremadamente altos”, enfatizó.

Frente a las dudas de países como Alemania y Países Bajos sobre los problemas de suministro que podría ocasionar el tope al gas, la titular de Energía del Ejecutivo comunitario dijo que el proyecto legislativo tienen en cuenta esta posibilidad y afirmó también que “no se activará salvo si es realmente necesario”.

Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que el tope al gas de emergencia planteado por la Comisión Europea “no es una propuesta seria, es una tomadura de pelo”. Por tanto, España reclamará un límite de precios a las compras de gas que sea dinámico, que tome como referencia mercados internacionales y que incluya un plus que deberá ser fijado por los Veintisiete. Esta tiene la idea de hacer frente a la propuesta de la Comisión Europea de un techo de 275 euros el megavatio hora (Mwh), que Ribera califica de “broma de mal gusto” y que ha suscitado críticas de la mayoría de Estados miembro por su elevado umbral.

“Creemos que poner un precio fijo es un error” ha afirmado la ministra a su llegada al consejo extraordinario de energía que se celebra este jueves en Bruselas, donde los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) debatirán el tope al precio de las compras de gas que plantea la Comisión y que, a juicio de Ribera, “parece estar diseñado para que nunca jamás se llegue a aplicar”.

Desde su punto de vista, el tope al gas propuesto este martes por la institución, que fija el precio máximo en 275 euros el megavatio hora (MWh) para episodios excepcionales, “genera el efecto contrario al deseado” e “induce un incremento artificial de precios, poniendo en riesgo todas las políticas de contención”.

“Lo más dramático es que le hemos pedido que nos presente una propuesta y esto no es una propuesta en serio, es una tomadura de pelo”, ha recalcado.

En este sentido, la ministra ha reiterado que España se opondrá “rotundamente” a una medida que muestra “hasta qué punto la Comisión no se ha tomado en serio este ejercicio”.

“Hay un nivel de indignación muy alto”, ha añadido Ribera, que ha admitido que entre los socios europeos “hay un sentir bastante contrariado”, si bien se ha reservado una valoración de conjunto y la horquilla de precios que están analizando.

Indignación ante el tope del gas

La indignación de muchas capitales se ha hecho notar, ya que desde hace tiempo reclaman a la Comisión una propuesta para limitar el precio de las compras de gas y a quienes la propuesta ha decepcionado.

“Hemos leído algunas reacciones exaltadas en los medios, así que espero que la discusión de hoy sea bastante picante”, auguró el ministro de Industria de República Checa, Jozef Síkela, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE y que reiteró su disponibilidad para convocar tantas reuniones extraordinarias como sean necesarias.

Por su parte, la ministra de Transición Energética de Francia, Agnès Pannier-Runnacher, apuntó que la propuesta de Bruselas “no es suficiente” y “hay que ir mucho más lejos” en la respuesta al aumento del precio del gas con el objetivo de proteger la competitividad de la industria europea en el mercado global.

En una línea similar se expresó la ministra de Medio Ambiente y Energía de Malta, Miriam Dalli, quien criticó que “las condiciones que han sido impuestas hacen improbable o casi imposible activar el mecanismo”: “Esto no es lo que habíamos pedido, la propuesta no se ajusta definitivamente al objetivo”, enfatizó.

“El tope al precio del gas que está ahora sobre la mesa no satisface a ningún país, es un tipo de broma para algunos de nosotros”, subrayó la ministra polaca de Energía, Anna Moskwa.

Frente a estas posiciones, la estonia Riina Sikkut se alineó con las tesis de Berlín y La Haya y defendió la necesidad de poner el acento en garantizar la seguridad de suministro, por lo que cualquier tope al precio del gas “tiene que ser temporal y sólo para incrementos extremos”.

La comisaria Simson, consciente de que las divergencias sobre el tope al gas de los Estados miembros, mostró su “esperanza” en que los Veintisiete sean capaces de sacar adelante otras propuestas que también tienen sobre la mesa, como el impulso a las compras conjuntas de gas, las nuevas normas de solidaridad o el reglamento que acelerará temporalmente los permisos para las energías renovables.