Impuestos

España, medalla de bronce en subida de la presión fiscal

Solo Eslovaquia y Corea del Sur la han aumentado más desde 2010. Crece 7,1 puntos, hasta el 38,4%, muy por encima de la media de la OCDE

Presión fiscal
Presión fiscalTeresa Gallardofreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@7594fd9f

España ha logrado el triste privilegio de alcanzar el tercer escalón del podio de los países que más han apretado las tuercas fiscales a sus ciudadanos durante la última época. En concreto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha situado a España con la medalla de bronce en aumento de impuestos y haber alcanzado el sexto puesto europeo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los que el peso de los impuestos en relación con la riqueza subió más en 2021, el año en que las economías se recuperaban de los efectos de la pandemia, presión que estiman seguirá creciendo durante este ejercicio y el que viene.

Presión fiscal
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Así lo ha determinado en su informe anual sobre los ingresos fiscales publicado ayer por esta organización, en el que explica que la presión fiscal de España registró uno de los mayores incrementos anuales, ya que la relación entre el peso de los impuestos y contribuciones a la Seguridad Social con el tamaño de la economía española se incrementó en 1,7 puntos, frente al aumento de medio punto para el conjunto de las economías más desarrolladas. Eso significa que prácticamente triplicó el aumento tributario respecto al resto de países, situando la presión fiscal en el 38,4%, frente al 36,7% del año 2020, y superando así la media del 34,1% en la OCDE, donde el peso de los impuestos aumentó desde el 33,6% correspondiente a 2020.

Por encima de la media

Este incremento supuso el sexto mayor entre los 36 países que integran la Organización en los últimos diez años y se elevó tanto en la proporción relativa de la carga impositiva como el crecimiento anual sobre el pasado ejercicio, alcanzando el tercer lugar entre los países desarrollados. En ambos casos, España se situó por encima de la media de la OCDE y con la subida más pronunciada durante la última década, aunque la presión total aún está lejos de los niveles de países como Bélgica, Noruega o Francia, superiores al 40% y aún más del líder impositivo, Dinamarca (46,9%). Así, nuestro país está en el grupo de cabeza, con un alza de 7,1 puntos si se comparan las cifras de 2010 y 2021, un incremento solo superado por Eslovaquia y Corea del Sur.

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Si las cuentas se hacen desde el año 2000, la presión fiscal en España aumentó en 5,4 puntos porcentuales, pasando del 33% e, el primer año del siglo al 38,4% en 2021, por encima del incremento de 1,2 puntos porcentuales observado en promedio entre las economías de la OCDE, donde la relación impuestos/PIB era del 32,9% en el año 2000, frente al 34,1% de 2021.

Más cotizaciones

Tomando como referencia el ejercicio 2020, la OCDE estima que el mayor peso en los ingresos fiscales de España correspondió a las cotizaciones de empresas y trabajadores a la Seguridad Social, con un 37,4%, frente a la media del 26,6% de la OCDE, mientras que los impuestos sobre la renta de las personas físicas supusieron el 23,7%, frente al 24,1% de media en la organización. En el caso del impuesto de Sociedades, el peso de este tributo en la recaudación fiscal de España fue del 5,3%, frente al 9% de media de la OCDE, mientras que la contribución de los impuestos sobre la propiedad en España representó el 6,7% de los ingresos, frente al 5,7%. La aportación del IVA se situó en el 17,1% en España, por debajo del 20,2% de la organización internacional y el peso de los demás impuestos sobre el consumo fue del 9,6%, frente al 11,9%. Por ello, el informe destaca que la estructura impositiva española es diferente a la del países, ya que las cotizaciones sociales tienen una cuota más elevada que la media (37,4%), mientras que el impuesto de Sociedades –que pagan las empresas por sus beneficios– tuvo un peso significativamente inferior (5,3%).

La recaudación frena el déficit

En este sentido, el repunte de la recaudación tributaria y de las cotizaciones sociales ha permitido al Ejecutivo reducir en un 63,5% el déficit público en los nueve primeros meses del año, hasta situarlo en 20.946 millones de euros, un 1,6% del PIB. Los impuestos alcanzaron en octubre los 181.111 millones, el 81,5% del total de los recursos, y crecieron un 21,6% respecto a octubre de 2021, –en términos de contabilidad nacional–. Los ingresos por IVA se elevaron un 19,8% y los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio crecieron un 32,5% debido al IRPF, que se incrementó un 38%, según los datos de ejecución presupuestaria publicados ayer por el Ministerio de Hacienda.