Acaba de ser nombrado CEO de la mayor red de distribución de red de gas natural de España y una de las tres mayores de Europa con casi 60.000 kilómetros, una vez y media la vuelta al mundo. Con 20 años de vinculación a la actual Naturgy, afronta el reto de avanzar en la transformación de este tejido gasista que alimenta las industrias y hogares en la vía de entrada de los gases renovables, el biometano y el hidrógeno verde, una de las grandes apuestas de Europa para rebajar la dependencia energética y en particular de España. Un filón por explotar.
¿Biogás o hidrógeno verde?
-La gran oportunidad de España son los gases renovables. Los biogases tienen un futuro inmediato, mientras el hidrógeno tiene un futuro a largo plazo, cinco o diez años. No son incompatibles. Lo que tenemos que hacer es materializar el primero, una gran oportunidad para España, más que para cualquier otro país en Europa, mientras avanzamos en el hidrógeno. Da la sensación a veces de que queremos hay meter el segundo gol antes que el primero. El informe de Sedigás y PWC aflora un potencial de 163 TWh al año. Eso supone que España tiene, con Francia y Alemania, el tercer mayor potencial de biometano. Mientras Alemania ha aprovechado ya un 70% de ese potencial y Francia ha levantado en 2022 dos platas a la semana -tienen ya unas 500 plantas-, nosotros tenemos cinco en España.
Tres son de Naturgy...
Por eso hay que desarrollar esa gran oportunidad. Es la energía renovable más completa. La más perfecta. Aúna la reducción de emisiones con la creación de empleo en las zonas rurales, hasta 60.000 empleos fijos en las zonas rurales si se desarrollan esos 163 TWh. Además, está la independencia energética y la eliminación de los residuos del sector agrícola y ganadero. Resuelve problemas estructurales, entre ellos fijar población activa en el entorno rural con esas 2.400 plantas. Es un factor diferencial con respecto a otras energías.
¿A qué esperamos?
Tenemos identificadas 170 potenciales plantas con interés para desarrollar, eso supone aprovechar apenas un 10% del potencial total de España. De esas 170 plantas, aproximadamente la mitad estarían promovidas por Naturgy, que es un agente dinámico y catalizador.
¿Cuánto se tarda en construir una planta de biometano?
Un año o año y medio. Es factible y es energía propia.
¿Qué está frenando este desarrollo?
Al marco regulatorio adecuado. Debería de haber objetivos vinculantes, como en Francia, Alemania o Dinamarca que en muchos casos superan el 10% que plantea el RePowerEU. Luego habría que trabajar juntos, la administración, las industrias energéticas, el campo y las industrias para desarrollar los marcos que incentiven el desarrollo de las plantas. Habría que terminar también de desarrollar la definición y la puesta en marcha de los certificados de garantías de origen que demuestran que el gas que produces proviene de fuentes renovables, y después buscar mecanismos que incentiven o ayuden al que construye la planta y su conexión a la red. Esos serían los aspectos regulatorios básicos.
¿Habrá que cambiar toda la red?
Tenemos otra ventaja respecto a otros países, la red actual está preparada para los gases renovables. Para este primer paso de los gases bio de forma inmediata. Para el segundo paso de inyección de hidrógeno verde en las redes de distribución, el 80% de nuestra red también lo está. La inversión que habría que hacer en las redes siendo significativa no es la más relevante con el resto del ecosistema de los gases renovables. Y, sin embargo, la red es la columna vertebral para llevar los gases renovables a los usuarios para democratizar está energía.
¿Tres gases en la misma tubería que llegará a los hogares?
Llegará un tubo a casa. Hay cierta confusión con esto. Somos distribuidores de gases cuya componente es cada vez más renovable. Al consumidor no le cambia el cable porque llegue más electricidad renovable. Esa misma evolución es la que debe sufrir la red de gas para que en el mix de los gases que recibas haya más gas renovable. Son gases compatibles, gases “mixibles”.
¿Cuál es la apuesta de Naturgy?
Tenemos claro que el mayor potencial accesible en el presente, una realidad mañana, es el biogás, más aún con el mayor tercer potencial de Europa. Es la gran oportunidad energética de España.
¿Cómo se produce la simbiosis con las explotaciones?
La realidad es que el sector ganadero y agrícola de España tiene un problema con los residuos que genera. Es un problema medioambiental grave al que hay que dar una solución. Lo bueno del biogás es que cierra el círculo. Podemos valorizar el problema de una explotación. Es un encuentro de dos necesidades. Más que ir a buscar unos a otros es que se valoriza en energía los residuos. Luego hay gestiones logísticas y de uso del subproducto, que es fertilizante natural, otra ventaja. Se devuelve ese “digestato” en forma de abono natural. Le resuelves un problema que para él tiene un coste.
Da la impresión de que el PNIEC deja de lado el biogás. ¿Es así?
Tener gases renovables de producción propia garantiza independencia energética. Es un valor estratégico que hace cinco años no se veía. De hecho, RePowerEU multiplica por dos los objetivos de gases renovables. Nunca es tarde si la dicha es buena. Nosotros estamos activos y somos uno de los catalizadores de los gases renovables.
¿Tiene sentido entonces ir cortando relación con proveedores de gas natural? Lo digo porque Italia está haciendo lo contrario, ampliando su alianza gasista con Argelia...
Los 163 TWh del biometano al año podrían cubrir el 100% de la demanda doméstico-comercial de España. Ese es el valor y la gran oportunidad. En el caso del hidrógeno verde, el potencial de generación dependerá del cuál será la cantidad de energía eléctrica excedentaria más allá del uso eléctrico. No soy fan de hacer grandes proyecciones porque hay que atender el presente sin dejar de mirar al futuro. Otros países, como Italia, no tienen nuestro potencial. ¿Tiene Italia la potencia renovable de España? Italia no tiene el potencial de biometano de España. Si no lo tienes, hay que buscar alternativas. Por ahí están las respuestas a los diferentes enfoques de cada país. Esta es la siguiente gran revolución y hay que aprovecharla.
Francia ha levantado dos plantas a la semana ¿Cuál es su objetivo?
Con los estímulos y las señales regulatorias precisas podríamos avanzar en cuatro o cinco años en un volumen significativo. Pero lo primero es fijar objetivos vinculantes en el PNIEC, ese 10% de gases renovables en la red que marca RePowerEU. Deberíamos ser más ambiciosos con la garantía de origen, ayudas a la construcción de las plantas y un esquema de incentivos para la conexión de las plantas a la red.
¿Cómo avanza la individualización en las comunidades de vecinos?
Lo importante no es si las comunidades se individualizan, o no, sino que cada comunidad tenga el esquema de alimentación energética óptimo para su perfil. Y que cada usuario pueda hacer la gestión de su suministro y eso es posible con caldera centralizada como con individualizada. Donde tenemos la gran oportunidad es que ahora hay 12.000 comunidades con caldera centralizada con combustibles de altas emisiones, carbón y gasoil. Si se sustituyeran esas calderas por otras de gases renovables equivaldría a eliminar de la circulación medio millón de coches.
¿Por qué no se hace un plan Moves, como el del coche eléctrico, para esas calderas?
¿Qué es más fácil? ¿Eliminar medio millón de coches o 12.000 calderas? Es de esas grandes oportunidades factibles con los incentivos adecuados para esos costes de adaptación. Estamos en lo mismo que con los incentivos al coche eléctrico, podríamos ser más ambiciosos.
¿Ahorraremos con la digitalización de las redes de gas?
El año pasado se aprobó por real decreto la implantación de contadores inteligentes en las redes de gas con lo que se va a poder hace la gestión energética que consideres más adecuada. El ahorro para el consumidor será más rápido que con las redes eléctricas.
¿Podemos estar tranquilos con los precios del gas ahora que están por debajo de 60 euros MWh?
Podemos estar tranquilos respecto al suministro. Es muy difícil predecir la evolución de los precios.