Francia

Accionistas y acreedores asumirán una quita superior al 8% en los rescates bancarios

La Razón
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El puzle de la unión bancaria ya tiene una nueva pieza. La presidencia lituana de la UE, en nombre de los 28, y los representantes de la Eurocámara alcanzaron la pasada madrugada un acuerdo político para adelantar de 2018 a 2016 la entrada en vigor de la directiva que obligará a los accionistas y los acreedores a asumir pérdidas en futuras crisis bancarias. En concreto, la directiva fija por primera vez un porcentaje mínimo de quita obligatorio equivalente al 8% de los pasivos del banco. Se cumple así otra de las peticiones de Alemania que, en principio, debería hacer más fácil el acuerdo en el Ecofin informal que se celebrará el próximo día 18 de diciembre para desatacar la creación del Mecanismo único de Resolución bancaria.

Algunos países, como España y Francia, defendían la fecha de 2018 para dar más tiempo a las entidades a adaptarse a la nueva situación, pero acelerar el ritmo era necesario para tener éxito en los demás capítulos. Cuando entre en vigor, la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (DRRB) será aplicada por la Autoridad Única de Liquidación, sobre la que los 28 todavía deben ponerse de acuerdo. De hecho, esta directiva necesitará ser ratificada también en el pleno de la Eurocámara y del Consejo, pero el trabajo duro está hecho.

Cuando entre en vigor, bonistas junior, sénior y grandes depositantes (de más de 100.000 euros pues el resto sigue protegido) asumirán la factura si hay problemas en su entidad, con el fin de evitar que sean los contribuyentes los que paguen los problemas, como ha ocurrido en esta crisis. La directiva, que es sólo un elemento más de la gran marmita en ebullición en que se ha convertido la legislación bancaria europea. También regula la creación del Fondo de liquidación, en el que participarán todos los bancos hasta alcanzar un nivel del 1% de los depósitos cubiertos en 10 años, unos 70.000 millones. «Los contribuyentes ya no serán los primeros en tener que pagar por los errores de los bancos. Es un paso fundamental hacia la construcción de la unión bancaria», dijo el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier. «Con estas reglas, los rescates públicos masivos de bancos y sus consecuencias para los contribuyentes se convertirán finalmente en una práctica del pasado», añadió.

La directiva mantiene la protección total sobre los depósitos de menos de 100.000 euros, mientras que los depósitos de más de 100.000 euros de particulares y pymes gozarán de preferencia, lo que significa que sólo tendrán que asumir quitas en casos excepcionales, cuando se haya agotado la capacidad de absorber pérdidas por parte del resto de acreedores.

Una vez se hayan aplicado quitas a los acreedores privados, con un mínimo del 8% de pasivo del banco, se deja un amplio margen de maniobra a los Estados miembros para salvar a determinados acreedores de las pérdidas, hasta el 5% de los pasivos. Este rescate se financiará con los fondos de resolución nacionales, alimentados por los propios bancos. Sólo en circunstancias excepcionales, la directiva autoriza el uso de fondos públicos nacionales y del Mecanismo Europeo de Estabilidad antes de que todos los acreedores pierdan por completo su inversión.