Francisco González abandona el BBVA por las escuchas de Villarejo

El expresidente abandona temporalmente sus cargos mientras concluye la investigación por las escuchas de Villarejo

El expresidente de BBVA Francisco González ha decidido abandonar “temporalmente” los cargos en la Fundación y en el banco mientras concluyen las investigaciones en curso sobre el caso Villarejo “y para evitar que se utilice su persona para dañar a la entidad”. En una carta remitida al presidente del banco, Carlos Torres, adelantada por Ep y a la que ha tenido acceso este diario, González se muestra convencido de que su decisión “ayudará a entender con qué rigor, falta de interés personal y compromiso hemos trabajado durante tanto tiempo”. Aunque en principio deja sus responsabilidades de manera temporal, fuentes financieras apuntaron a LA RAZÓN que el cese es “casi definitivo”, dado lo alargado de los plazos judiciales.

González, que pide a su sucesor que traslade la carta al consejo de administración con todo su “afecto y gratitud”, señala que desde hace un año “hemos sufrido una larga y continua agresión mediática derivada de las investigaciones policial y judicial, sobre un caso de gran repercusión periodística en torno a un excomisario de policía y su trabajo al frente de una empresa de investigación contratada en su día por el banco”.

La carta de González a Carlos Torres se conoce un día antes de la celebración de la junta general de accionistas del banco, que se celebra en Bilbao. Una junta, la primera del nuevo presidente y del nuevo consejero delegado, que se prevé complicada por las explicaciones que, previsiblemente, pedirán los accionistas por el caso de las escuchas. “No han sido años fáciles”, dice González en una carta en la que asegura que “la existencia de una investigación judicial abierta es un elemento adicional muy importante en esta averiguación de lo ocurrido, que nos ayudará a conocer la verdad”.

González cedió la presidencia al banco el 31 de diciembre de 2018 y renunció a cualquier posición ejecutiva y consejos de administración de grupo. Únicamente mantenía la presidencia de honor del banco y de la Fundación BBVA, ambos sin ningún tipo de retribución económica.

Según varias informaciones periodísticas, el banco presidido por Francisco González contrató a Villarejo entre diciembre de 2004 y febrero de 2005 para espiar las comunicaciones del presidente de Sacyr, Luis del Rivero; su consejero, Juan Abelló; de la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega y del jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián, así como otras empresas, medios de comunicación y gabinetes implicados. Los servicios se habrían contratado para espiar a personas involucradas en el intento de la constructora española Sacyr de convertirse en el mayor accionista del banco, que finalmente no fructificó. En la carta, González se refiere a este «intento de Sacyr de apropiarse del banco con la colaboración inexplicable de parte del Gobierno, que no salió en defensa de la institución, como era su deber».