Excepción ibérica

Balance del tope al gas: el 70% paga más o lo hará en los próximos meses

El 29% del consumo eléctrico se ha visto afectado por una subida de la factura y otro 40% lo sufrirá a medida que se vayan renovando los contratos

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Si hay una medida económica que el Gobierno trate de proyectar como exitosa es la del tope al gas: diariamente, a través de las redes sociales, la Vicepresidencia de Transición Ecológica, publica un mensaje que compara los precios en los mercados eléctricos para el día siguiente y España sale comparativamente mejor parada con respecto al resto de países europeos. Sin embargo, el mecanismo ibérico, que permite limitar el precio del gas para abaratar el precio de la luz, tan solo beneficia a entre nueve y diez millones de consumidores eléctricos: es decir, todos aquellos que forman parte del mercado regulado (PVPC). En cambio, perjudica directamente a un cada vez mayor número de clientes que forman parte del mercado libre (que supone alrededor de 16 millones de clientes).

De esa cifra de consumidores que se encuentran en el mercado libre, a ninguno beneficia el tope ibérico porque tiene un precio fijo pactado con las comercializadoras, pero sí puede perjudicarle en algunos casos: si ese contrato con las comercializadoras se ha renovado tras la entrada en vigor del decreto del tope del gas (26 de abril), les encarece la factura porque incluye un «peaje» para compensar el coste del mecanismo ibérico. Y la cuestión está en que, con el paso de los meses, un mayor número de consumidores eléctricos se ven obligados a renovar o modificar sus contratos (porque son contratos a plazo) y, por tanto, a asumir ese coste en la factura.

Según los datos de Red Eléctrica de España, entre el 15 de junio y el 31 de diciembre, se consumieron 125.809.956 MWh, de los cuales 10.681.748 MWh correspondieron a PVPC (mercado regulado), lo que equivale al 8,47%, y 115.128.208 MWh correspondieron a contratación libre, lo que equivale al 91,53%. Dentro del grupo de consumidores del mercado libre, un 40% de todo el consumo (49.775.514 MWh) no se ha visto ni beneficiado ni perjudicado por el tope ibérico, mientras que un 29% (37.033.356 MWh) del consumo sí ha visto aumentada su factura eléctrica. Y esta cifra de «perjudicados» se va a ir engrosando en los próximos meses conforme se vayan produciendo más cambios de contratos en el mercado libre, mientras que los consumidores que no tienen «ni perjuicio ni beneficio» tenderán a ser cada vez menos.

En total, con datos a 31 de diciembre, estos consumidores perjudicados del mercado libre han pagado ya 2.800 millones de euros por el mecanismo ibérico. Es decir, si se toma como referencia un consumidor medio definido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) –potencia contratada de 4,1 kW y un consumo de 1.240 KWh entre el 15 de junio y diciembre–, su factura se ha visto encarecida un 43,3% y 111 euros durante el tiempo que ha estado en vigor el mecanismo ibérico en 2022, según estimaciones de expertos. En cambio, haciendo la misma simulación para un consumidor del mercado regulado, se han ahorrado en torno a 65 euros y un 12,7%. En total, los consumidores del mercado regulado han conseguido un ahorro de 1.700 millones de euros.

Lo cierto es que el Gobierno, hasta ahora, ha conseguido acallar las críticas iniciales y la medida parece haber adquirido bastante popularidad, aunque eso se puede tornar en críticas si cada vez es mayor el número de consumidores eléctricos perjudicados por el mecanismo ibérico. También es cierto que el mecanismo ibérico tiene fecha de caducidad: ahora mismo está fijada en mayo, pero el Gobierno quiere alargarla hasta diciembre.

En paralelo, se está librando una batalla a nivel europeo por la reforma del mercado eléctrico, donde los países nórdicos, encabezados por Alemania, se resisten a aceptar la propuesta intervencionista del Gobierno y apuestan por mantener el actual modelo marginalista.

El PP se reafirma contra el "timo ibérico"

El Gobierno ha criticado duramente al PP por considerar que el tope al gas es contraproducente y por bautizarlo como el «timo ibérico». Los datos sí avalan al Gobierno porque ha beneficiado a los consumidores del mercado regulado, y así lo ha reivindicado. Sin embargo, los populares se reafirman en que el mecanismo es un «timo» por los «efectos negativos» que está teniendo. «El mecanismo ibérico no es la solución que el PP proponía ni quería, dijimos que traería efectos negativos y que era un timo al conjunto de los españoles, tal y como se está comprobando», aseguró ayer el diputado del PP en el Congreso de los Diputados, Juan Diego Requena.