Banca
BBVA, sobre la opa al Sabadell: "Si no hay oportunidad de creación de valor en la operación, la retiraremos"
La entidad podría tomar esta decisión tras sus juntas del 6 de agosto. "Si no sale, no sale. Seguiremos adelante con nuestra estrategia", ha asegurado el consejero delegado de BBVA, Onur Genç
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha defendido este jueves que su oferta pública de adquisición (opa) hostil sobre el Banco Sabadell es un "magnífico acuerdo" con gran potencial de creación de valor, pero ha abierto la puerta a retirarla tras las dos juntas extraordinarias de accionistas que la entidad celebrará el próximo 6 de agosto para aprobar la venta de TSB al Santander y el reparto posterior de un dividendo extraordinario de 2.500 millones. "Después de las juntas del Sabadell se podrá tomar la decisión de retirar la oferta, existe la posibilidad, y es una decisión que tomará BBVA cuando se produzcan las juntas", ha apuntado Genç.
Durante la rueda de prensa de presentación de resultados del primer semestre del grupo financiero, Genç ha recordado que la previsión es lanzar el folleto y la opa a principios de septiembre, pero preguntado por si garantiza que finalmente vaya a hacerlo, ha afirmado que "no hay garantías de nada". Genç ha sido claro al remarcar que el criterio último será la creación de valor. "No estamos pensando en retirar la oferta. Es una buena oferta, hay mucho potencial de creación de valor", ha asegurado, pero ha matizado: "Estamos orientados a la creación de valor. Esa es la lógica que usamos para todas las decisiones, incluyendo la opa del Sabadell. Si no hay oportunidad de creación de valor en la operación, la retiraremos y seguiremos adelante con nuestra estrategia".
En opinión del ejecutivo, "si se lleva a cabo, que creemos que sería bueno para ambos conjuntos de accionistas, tendríamos un magnífico proyecto en Europa, para crear uno de los mayores bancos de Europa y del mundo", pero queda en manos de los accionistas del Sabadell. Pese a la presión sobre la entidad vasca de elevar el precio de la oferta, cuya prima hace meses entró en negativo, Genç ha insistido en que la propuesta mantiene tanto el precio como el umbral de aceptación fijado inicialmente del 50%. “La oferta es la oferta. Lo hemos dicho múltiples veces. Es decisión de los accionistas del Banco Sabadell”, ha subrayado. Sobre bajar el umbral de aceptación de la opa del 50% al 30%, ha reconocido que es una "opción" que técnicamente está sobre la mesa, pero el ejecutivo ha dejado claro que el objetivo es controlar Sabadell y, por tanto, no se contempla actualmente.
La decisión del Gobierno de someter la opa a la aprobación del Consejo de Ministros ha introducido incertidumbre regulatoria, lo que podría retrasar la generación de sinergias prevista por BBVA. Aunque Genç ha evitado valorar si llevará al Gobierno al Supremo por su intromisión en la opa, ha señalado que si la operación no se concreta, BBVA seguirá adelante con su estrategia actual. “Si pese a todo esto la opa no sale, no sale. Seguimos adelante”, ha dicho.
Una apuesta por la escala en el sector bancario
Genç ha remarcado que la operación responde a una necesidad estructural del sector financiero europeo: ganar tamaño para competir a escala global. “En el sector bancario hace falta escala. Necesitamos bancos más grandes y eso los inversores lo entienden perfectamente”, ha asegurado. Ha recordado que BBVA invierte unos 4.000 millones de euros al año en tecnología, y que una integración con Sabadell permitiría aprovechar esas inversiones de forma conjunta, reforzando la eficiencia y la rentabilidad del grupo.
En este sentido, ha citado cifras para ilustrar la magnitud de BBVA frente a su potencial socio: mientras el Sabadell aspira a un beneficio neto de 1.600 millones de euros en 2027, BBVA prevé generar unos 48.000 millones hasta 2028, a razón de unos 12.000 millones anuales.
El CEO de BBVA también ha enmarcado la operación en el contexto financiero europeo. Ha lamentado que entre los 20 bancos con mayor capitalización del mundo no figure ninguno de la Unión Europea, una señal —a su juicio— del rezago competitivo del continente frente a economías con mercados de capitales más desarrollados, como Estados Unidos. “En Europa, la inversión la financian los bancos", ha apuntado. “Los políticos lo saben", ha subrayado.