Trabajo
¿Bienvenido Mr. Marshall Jr? Fiebre por España de los jóvenes americanos
Desde 2008 se ha duplicado la cifra de residentes estadounidenses. La venta de vivienda a norteamericanos se dispara un 88% desde 2019
Los Smith llevan seis años residiendo en España. Hasta ahí, nada de particular, habida cuenta de que nuestro país es el «cementerio de elefantes» de Europa, donde miles de británicos, alemanes, holandeses y belgas, entre otros, deciden retirarse cada año al abrigo del sol y la buena calidad de vida. Sin embargo, los Smith no son europeos, sino estadounidenses, de Kansas para más señas, y su jubilación está más que lejana.
Además, los Smith no han elegido Madrid, Barcelona o Andalucía para residir. Jess y Eric han optado por Logroño, ciudad que están internacionalizando más allá del vino gracias a los comentarios favorables a la capital riojana en redes como Instagram y TikTok.
Como los Smith, otros norteamericanos, como en el caso de la «influencer» Emily, narran a diario sus peripecias en España, más allá de su sorpresa por las tapas gratis en muchas ciudades españolas, donde casi se puede almorzar sin pagar por la comida, o la utilidad de las desconocidas persianas.
No son casos aislados, ya que cada vez más jóvenes estadounidenses se mudan a España, atraídos más que por el clima, por la calidad de vida. Cierto es que la tasa de paro juvenil española es la más alta de todas las economías desarrolladas, pero el desempleo juvenil está focalizado entre los jóvenes sin estudios o con bajo nivel educativo, ya que la tasa de abandono temprano de la educación está en el 13,9%, muy lejos del 9,6% de media de la UE, y los estadounidenses que se trasladan a España traen buenos currículos bajo el brazo. Su buen nivel educativo, unido a que la mayoría son bilingües, les facilita encontrar empleo, aunque sea renunciando a ganar más en Estados Unidos.
¿Qué está detrás de este movimiento que también está atrayendo a miles de jóvenes profesionales de otros países, como en el caso de Italia? La sanidad gratuita, la seguridad, el bajo coste comparado de la vivienda en propiedad y menesteres tan mundanos como ir caminando a todos lados están entre los favoritos.
De las 537.611 personas que engrosaron la población de España en el último año, 524.087 tenían nacionalidad extranjera, mientras que el número de habitantes con nacionalidad española apenas subió en 13.524 personas.
De esta manera, la población de nacionalidad extranjera alcanzó los 6,34 millones de personas, el 13,1% de la población total de España. La población de nacionalidad española superó los 42 millones de personas, el 86,9% del censo.
La población extranjera también aportó la mayor parte del incremento poblacional en las 18 provincias en las que creció tanto el número de habitantes españoles como foráneos. Destaca su peso en el crecimiento demográfico de Valencia (98% del total), Barcelona (96,8%), Sevilla (96,5%) y Lérida (96%). En julio de 2023, las provincias con mayor proporción de población con nacionalidad extranjera eran Alicante (22,9%), Almería (22,4%) y Gerona (21,8%). En el extremo opuesto se situaban Jaén (3,4%), Córdoba (3,5%) y Badajoz (3,8%).
A punto de superar a los holandeses
El peso de los norteamericanos es aún residual, pero crece a pasos agigantados. La cifra de estadounidenses residentes en España en 2022 apenas alcanzó las 51.396 personas, ocupando la posición 28 en la lista de población extranjera en España. Sin embargo, están a punto de superar a los neerlandeses tras un crecimiento superior al 5% desde los 48.834 estadounidenses que residían en 2021 y después de haber sobrepasado a indios y bolivianos.
Aunque los estadounidenses están lejos de las principales nacionalidades de los inmigrantes durante el segundo trimestre de 2023 -colombiana (con 37.700 llegadas a España), marroquí (21.500), venezolana (18.100), peruana (14.600), italiana (10.200) o argentina (8.800)- desde 2008 la cifra de “gringos” residentes en España se ha disparado.
Entre 2008 y 2011, el número de americanos se mantuvo estable en el entorno de los 25.000. Sin embargo, desde mediados de 2017, en apenas cinco años y con una pandemia de por medio, se ha casi duplicado y va en aumento.
Se trata de una colonia mayoritariamente joven. La mayoría de los norteamericanos que residían en España a 1 de enero de 2021, los últimos datos consolidados, se encuentra entre los 25 y los 39 años, así que no se trata de jubilados. Madrid concentra la inmensa mayoría de llegadas y las más jóvenes, con Cataluña y Andalucía a la zaga.
De los que más pagan por su casa
Este flujo se constata también en el mercado inmobiliario. Las ventas de viviendas a estadounidenses se dispararon 88% del primer semestre de 2019 al primer semestre de 2022, según un informe del Consejo General de Notarios de España. Entre los grupos de expatriados que compran casa en nuestro país, los estadounidenses fueron los segundos que más pagaron, después de los daneses, al desembolsar hasta 2.837 euros por metro cuadrado. Además, los precios de la vivienda que más crecieron en el mismo periodo fueron pagados por ellos, de acuerdo con el informe.
Hasta el semanario «The Economist» se ha hecho eco de un flujo de estadounidenses a Europa, en el que España gana terreno sobre otros destinos, como Francia. Según el Departamento de Estado de EE UU, hay alrededor de 10 millones de estadounidenses que viven fuera de los Estados Unidos, una tendencia que se acelera cada vez más con los años.
El coste de la vivienda es uno de los principales motivos. Las solicitudes de estadounidenses que buscan mudarse a Grecia han aumentado un 40% en solo un año, según datos de Sotheby’s International Realty. En Francia e Italia, la demanda es la más alta en al menos tres años, según Knight Frank. Y es que el precio medio de la vivienda en EE UU alcanzó un máximo histórico de más de 400.000 dólares en mayo de este año.
En la primera mitad de 2023, las operaciones efectuadas por extranjeros representaron un 21,4% del total de compraventas de viviendas, la cifra más alta de la que se tiene registro. Aunque por primera vez en dos años las compraventas efectuadas por los extranjeros de todas las nacionalidades disminuyeron a nivel interanual, teniendo una caída del 7,5%, los rusos (50,2%), ucranianos (41,6%) y estadounidenses (13,6%) tuvieron una evolución positiva en la adquisición de vivienda al compararse con el primer semestre de 2022.
En este periodo, los mayores precios promedio por metro cuadrado fueron abonados por los compradores de Suecia (3.036 €/m2), Dinamarca (2.930 €/m2) y Estados Unidos (2.921 €/m2).
La estadounidense es la duodécima nacionalidad por compra de vivienda de extranjeros no residentes y ha más que duplicado sus compras en cinco años al pasar de 565 operaciones en el primer semestre de 2017 a las 1.339 operaciones de la primera parte de este año.
La tendencia es similar en otros países de Europa. En 2013-22, el número de americanos en los Países Bajos aumentó de unos 15.500 a 24.000; en Portugal se triplicó hasta casi 10.000. En otros lugares, como Francia, Alemania y los países nórdicos, el número creció moderadamente. Reino Unido estima que el número de estadounidenses residentes aumentó de 137.000 en 2013 a 166.000 en 2021, el último dato.
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