Economía
Botín escribió a mano su oferta por la entidad en 1994
Banesto fue la gran apuesta de Emilio Botín para empezar a convertir Banco Santander en el mayor banco español. La coexistencia de ambas entidades ha durado más de 18 años y medio. Concretamente, desde abril de 1994, cuando Botín decidió echar el resto en la subasta de adjudicación de la entidad que, en diciembre de 1993 y con Mario Conde en la presidencia, fue intervenida con un agujero patrimonial de más de medio billón de pesetas (3.000 millones de euros). Santander pagó 762 pesetas por acción, casi 100 más que BBV y 200 más que Argentaria. Se cuenta que fue el propio Emilio Botín, de su puño y letra, el que escribió la última oferta, que finalmente resultó la adjudicataria. Banesto costó entonces 313.476 millonesde pesetas (1.884 millones de euros).
Aunque los orígenes de la entidad se remontan a mediados del siglo XIX, no fue hasta el 1 de mayo de 1902 cuando, con un capital social de 20 millones de pesetas representado por 80.000 acciones con un valor nominal de 250 pesetas, nació el Banco Español de Crédito (Banesto). Fue el resultado de una iniciativa de un grupo francés presidido por Gustavo Pereire, administrador de la Compañía de Caminos del Norte de España, y a la que también se unieron Cayetano Sánchez Bustillo y León Cocagne, subdirector del Banco Hipotecario de España, en representación de un conjunto de inversores españoles.
La primera sede de la entidad se ubicó en el Paseo de Recoletos de Madrid, y sus primeras sucursales se abrieron en plazas exportadoras mineras como eran Almería, Linares o La Carolina. En el extranjero, Banesto abrió una sucursal en París, donde comenzaró a cotizar.
Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, el banco adquirió las acciones de sus socios franceses en un proceso que concluyó en 1927. A partir de entonces, la entidad comenzó a crecer con la apertura de más sucursales y con la absorción de otras sociedades financieras. En 1936, coincidiendo con la Guerra Civil española, inició una expansión que se mantuvo hasta los años 80.
En 1993, el Banco de España acordó la intervención de la entidad, que llevó a prisión a su entonces presidente, Mario Conde, acusado de apropiación indebida y falsedad documental. El consejo de administración fue relevado por representantes de los grandes bancos españoles y el ahora consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, fue nombrado presidente de Banesto. Meses después, en 1994, el mismo Sáenz confirmaba que el 73,45% de la entidad le era adjudicado al Santander. Ya en 1998, el banco presidido por Emilio Botín subía su participación hasta el 97% del capital social, y en 2002, su hija, Ana Patricia, relevaba a Sáenz al frente de la entidad. Ésta dejó en 2010 el cargo, que pasó a ser ocupado por el actual presidente, Antonio Basagoiti. La disolución en el Santander aprobada ayer pone fin a 110 años de historia.