Barcelona

Catalunya Banc plantea despedir a 2.453 empleados con la indemnización mínima

La Razón
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De acuerdo con las exigencias de reducción de personal impuestas por Bruselas a las entidades rescatadas, Catalunya Banc presentó ayer al comité de empresa su propuesta de reestructuración.

Los sindicatos tuvieron ayer la primera reunión con la dirección para empezar a negociar el ERE. Los directivos de la entidad catalana plantearon 2.453 despidos, incluyendo a empleados del banco y de las filiales.

Así las cosas, la plantilla del grupo pasaría de unos 7.200 empleados a unos 4.700, una cifra que se podría ir reduciendo en el caso de que Catalunya Banc se deshiciera de alguna de sus filiales, como es el caso de CX Inmobiliaria, vendida a principios de mes. El ente también propuso una indemnización de 20 días por año trabajado y un máximo de doce mensualidades, el mínimo de compensación que establece la Ley. Según fuentes sindicales, el expediente de regulación de empleo (ERE) no afectará a los trabajadores mayores de 55 años.

La dirección de Catalunya Banc, además, planteó ajustes para la plantilla que se mantenga tras el ERE, como una reducción del 15 por ciento del sueldo, movilidad geográfica y reducciones de jornada. Esto permitiría aumentar la indemnización para los despedidos de las doce mensualidades previstas inicialmente hasta 18.

La entidad prevé el cierre de unas 450 oficinas, de las cuales unas 300 están fuera de Cataluña –propone haberlas cerrado o vendido al término de 2014–, mientras que las 150 restantes se ubican en Cataluña.

Fuentes sindicales consideraron que esta propuesta supone una «ofensa» para la plantilla, ya que ofrece el mínimo legal. Entretanto, fuentes de la dirección de Catalunya Banc señalaron que la de ayer fue una primera reunión para acercar posturas y declinaron hacer valoraciones.

Los trabajadores explicaron que el acuerdo con Bruselas prevé que la reestructuración no se complete hasta 2017, por lo que criticaron que se pretenda hacer ahora un ERE cuando el proceso de venta de la entidad catalana todavía está en marcha.

Algunos sindicatos denunciaron la desproporción del ERE, que a su juicio no deja lugar para «medidas no traumáticas», y coincidieron en plantear a la dirección que se retiren despidos y se dejen en manos del futuro comprador de la entidad.