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Crecimiento mundial desigual, avanzados al alza y emergentes a la baja

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagardelarazon

La economía mundial se encuentra en un momento de "desigual"crecimiento, una vez superada la gran crisis, en la que las economías avanzadas comienzan a recuperar solidez mientras que las emergentes afrontan crecientes vulnerabilidades.

La economía mundial se encuentra en un momento de "desigual"crecimiento, una vez superada la gran crisis, en la que las economías avanzadas comienzan a recuperar solidez mientras que las emergentes afrontan crecientes vulnerabilidades.

Así lo recoge el informe "Perspectivas Económicas Globales"del Fondo Monetario Internacional (FMI), divulgado hoy al inicio de su reunión de primavera, en el que sitúa sus previsiones de crecimiento mundial en un 3,5 % para este año y eleva una décima hasta el 3,8 % las de 2016.

"Un conjunto de complejas fuerzas están modelando las perspectivas en todo el mundo", explicó Olivier Blanchard, economista jefe del FMI al presentar los nuevos pronósticos del organismo.

Por un lado, las economías avanzadas, con Estados Unidos al frente, se prevé que vean fortalecida su posición a lo largo de 2015, al igual que la zona euro, que ha registrado un repunte en la segunda mitad del año pasado.

De acuerdo con el FMI, Estados Unidos, la primera economía mundial, crecerá por encima del 3 % en 2015 y 2016, gracias a unos bajos precios energéticos, un ajuste fiscal más moderado y un aumento de la confianza de los consumidores.

Todo ello, precisó, pese a la anticipada alza de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y los efectos negativos sobre las exportaciones de la reciente apreciación del dólar.

Al otro lado del Atlántico, el panorama parece algo más despejado, y el FMI prevé ahora un crecimiento del 1,5 % este año y del 1,6 % el próximo, tres y dos décimas más que lo calculado en enero.

Gran parte de este impulso viene dado por el multimillonario programa de inyección de liquidez lanzado por el Banco Central Europeo (BCE), los bajos precios de la factura petrolera y la depreciación del euro, que favorece las exportaciones.

Sin embargo, Blanchard advirtió que se mantiene "el legado de las crisis financiera y del euro -como refleja la debilidad de los bancos y los alto niveles de deuda pública, privada e interna- que todavía pesa sobre el gasto y el crecimiento en algunos países".

En las economías emergentes, que sostuvieron el crecimiento mundial durante la llamada Gran Recesión de las avanzadas, el escenario ha comenzado a oscurecerse como consecuencia del descenso en los precios de las materias primas y las condiciones financieras menos favorables.

Entre otros, el organismo dirigido por Christine Lagarde destaca la ralentización de China, las dificultades de Rusia y el agudo frenazo de América Latina.

El gigante asiático se espera que crezca un 6,8 % este año y un 6,3 % el próximo, sin cambios en sus previsiones; y será superado por India, que ve sus pronósticos dispararse hasta un 7,5 % en los próximos dos años, un punto más de lo esperado en enero.

Rusia, por su lado, afrontará una complicada situación: una contracción del 3,8 % este año y del 1,1 % el próximo como consecuencia de los bajos precios del petróleo y las persistentes tensiones geopolíticas en Ucrania.

Asimismo, América Latina tendrá que navegar en un panorama de debilidad económica en el que se prevé que crezca apenas un 0,9 % en 2015 y un 2 % en 2016, cuatro y tres décimas menos de lo esperado en enero, y con tres economías en recesión: Argentina, Brasil y Venezuela.

Para enfrentar los riesgos de entrar en una fase de crecimiento "mediocre", como apuntó la pasada semana la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, las recetas en los países avanzados pasan por aumentar la inversión en infraestructura, continuar con el apoyo monetario y afrontar reformas estructurales, sobre todo en los mercados laborales.

En el caso de las emergentes, es necesario un impulso reformador que suprima los obstáculos a la inversión y el comercio, se mejore el clima de negocios, se superen los cuellos de botella en infraestructura y se apueste por la educación.

La reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), que comienza hoy y se prolongará hasta el domingo 19, congregará en Washington a los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los 188 países miembros.

Efe