Energía

El día en el que Red Eléctrica detuvo el suministro eléctrico para evitar un gran apagón en toda España

La coincidencia de varios factores la que obligó a tomar la decisión de cortar suministro eléctrico a la industria para evitar el colapso

Aprobado un convenio para impulsar iniciativas de FP en energías renovables en las Cuencas Mineras
Aprobado un convenio para impulsar iniciativas de FP en energías renovables en las Cuencas MinerasArchivo

Un gran apagón ha dejado sin electricidad a toda España, gran parte de Francia, Italia y Portugal. Sobre las 12:30 horas se ha suspendido el suministro eléctrico, que ha afectado a líneas de telefonía y ha dejado sin servicio a los hogares, hospitales, aeropuertos, servicios de transporte como el Metro o Cercanías, ha dejado a personas encerradas en ascensores y ha suspendido el sistema de semáforos de la gran mayoría de ciudades. De momento, se desconoce el origen de la incidencia, pero Red Eléctrica (REE) ha comunicado que ha puesto en marcha un protocolo de actuación para tratar de solventar el problema a la menor brevedad posible.

Es la primera vez que un apagón de estas dimensiones se produce en el Europa, pero hace escasamente un año estuvo a punto de suceder en nuestro país. El 22 de mayo de 2024 Red Eléctrica se vio obligada a interrumpir el suministro eléctrico a la gran industria para poder equilibrar el sistema y por el riesgo evitar un gran apagón en España. Según explicó la propia compañía en su página web, desconectó a las 21:14 horas un total de 609 MW, la capacidad máxima del llamado Sistema de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), para poder seguir dando servicio a los hogares.

Según dijo la compañía, fue la coincidencia de varios factores la que obligó a tomar la decisión de cortar suministro eléctrico a la industria: La menor producción eólica, con una desviación de 1.800 MW, y la falta de reserva hidráulica para su despacho. A esto hay que añadir la parada de dos centrales nucleares que estaban fuera del sistema por la caída de precios del mercado mayorista y porque Ascó I (Tarragona) notificó una parada no programada. Todos estos ingredientes provocaron que la energía disponible fuera menor de los 1.000 MW, una cantidad insuficiente en el caso de que se produjera un fallo en algunas de las centrales nucleares.

Esta suspensión del mecanismo se produjo a través del SRAD, un mecanismo de balance previsto para garantizar el equilibrio necesario entre generación y demanda de energía para, recisamente, evitar que se produzcan apagones. El SRAD está ideado para que pueda aplicarse en situaciones puntuales en las que se identifique que el sistema no cuente con recursos suficientes para sostener el nivel adecuado de reservas. En estos casos, la industria se compromete a reducir su consumo, siempre y cuando no tenga una duración superior a las tres horas por proveedor y que se produzca con un preaviso de al menos 15 minutos.

De hecho, durante el año 2023, se recurrió dos veces al SRAD, a principios de septiembre

Fuerte riesgo de apagones en España hasta 2030

Durante los últimos años, Red Eléctrica ha apòstado por los mecanismos de ajuste en la participación de la demanda porque da mayor flexibilidad al sistema y favorece el proceso de descarbonización, tal y como ocurre en países de nuestro entorno como Francia, Portugal y Reino Unido, informa "El Economista".

No en vano, España vive un momentro crucial por el fuerte riesgo de apagones que existe debido al fuerte ritmo de instalación de renovables y por el cierre si se cierran de los 9.000 MW de centrales de ciclo combinado que las eléctricas quieren desconectar por la falta de rentabilidad económica o si el ritmo de puesta en marcha de almacenamiento no logra cumplirse.

Red Eléctrica realizó un estudio de cobertura del Sistema Eléctrico Peninsular Español y concluyó que estará en situación precaria si se desmantelan estas plantas de gas, aunque no hacía alusión alguna al futuro cierre previsto de las nucleares (Almaraz, Ascó I y Cofrentes).

Uno de los datos relevantes del estudio es que la compañía es que el riesgo de apagones podría agravarse a partir de 2027 si los ritmos de puesta en funcionamiento del almacenamiento no se cumplen.