
Análisis
La economía española, un cohete con pólvora mojada
"El algodón no engaña" y el balance económico de Sánchez en Moncloa es discutible

Pere Montalá, publicista catalán, creó en 1984 el eslogan «el algodón no engaña» para una campaña publicitaria del limpiador Tenn. Peter Bland, en el papel de un mayordomo eficaz, lo popularizó en un anuncio televisivo en la época en la que en España solo existía Televisión Española. Más de una generación de españoles asimiló lo de «el algodón no engaña» como prueba evidente. Pedro Sánchez, hace un año, dijo que «la economía española va como un cohete» y no deja de presumir de cómo van los asuntos económicos, sobre todo en comparación con lo que ocurre en Alemania, Francia o Italia. Sin embargo, no ha vuelto a hablar del cohete. Nunca lo reconocerá, pero quizá el proyectil tenga algo –o mucho– de pólvora mojada y su vuelo no sea como el soñado por el presidente. «El algodón no engaña», tampoco en economía y el balance del Gobierno, desde que el líder socialista se instaló en la Moncloa, en 2018, es discutible.
El año 2018 terminó con un PIB de 1,21 billones de euros, mientras que la previsión de cierre de 2024, lo eleva a 1,59 billones, es decir, algo más de un 24%. En el mismo periodo, el salario medio pasó de 24.009 a 26.904 euros, solo un 11% más. Todavía menor fue el aumento del salario más habitual, ya que en 2018 era de 18.468 euros y en 2024 de 18.500, lo que significa que lleva más de seis años estancado. Hay que aclarar que el salario más habitual es el que percibe un mayor número de trabajadores y que el medio es más alto porque hay una minoría de empleados que cobra mucho más y eleva la media. También en ese periodo, el de Sánchez como inquilino de la Moncloa, la inflación –medida como incremento de los precios– fue del 20,1%, Más datos, todos ellos públicos. En 2018 el gasto público total de las Administraciones Públicas fue de 501.497 millones de euros. En 2024, según los avances de la Contabilidad Nacional, estará entre los 695.000 y los 700.000 millones de euros. En 2018, los ingresos públicos –impuestos– alcanzaron los 471.000 millones y ese año hubo un déficit de 30.500 millones. Seis años después, los ingresos se han disparado hasta los 650.000 y el déficit superará los 45.000 millones. En total, desde 2018 el Estado ha gastado 435.900 millones más de los que ha ingresado. En ese mismo periodo, la deuda pública ha pasado de 1,2 a 1,62 billones, con un incremento de 418.000 millones. Parece obvio que el cohete de Sánchez, por lo menos, tiene algo de pólvora mojada porque el algodón no engaña, como ideó hace mucho Pere Montalá.
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