Tipos de interés
Batería de medidas de China para frenar la crisis
Pekín rebaja los tipos de interés por quinta vez en menos de un año e inyecta 20.300 millones en el sistema bancario
Las dudas que los inversores llevan semanas demostrando sobre la presunta falta de solidez de la economía china parecen ser cada día más fundadas, a juzgar por los últimos movimientos de Pekín. El Gobierno del gigante asiático lanzó ayer una batería de medidas para tratar de frenar la crisis bursátil que en la última semana ha azotado con extrema virulencia los mercados de todo el mundo. Entre ellas, la rebaja de los tipos de interés –la quinta desde el pasado mes de noviembre–, señal inequívoca de que las cosas no andan como deberían en la economía del gigante asiático. Por supuesto, todas las iniciativas chinas encaminadas a detener la hemorragia financiera se anunciaron tras el cierre de las bolsas asiáticas para evitar que el pánico cundiera aún más en los mercados.
«Presiones bajistas»
Así, el Banco Popular de China –el banco central del país– anunció ayer una rebaja de 0,25 puntos en los tipos de interés de los préstamos, para dejarlos en un 4,6%. Además, redujo en medio punto porcentual el coeficiente de caja de los bancos, en el segundo «doble recorte» (de tipos y coeficiente) que adopta en los últimos dos meses, después del anunciado el pasado 28 de junio. También hubo un recorte de otros 0,25 puntos en los tipos de interés de los depósitos, que quedan en un 1,75%.
Según informó el banco central, la reducción en los tipos de interés entrará en vigor a partir de hoy, mientras que la del coeficiente de caja –porcentaje de dinero que los bancos están obligados a mantener como reservas y no pueden prestar– no se aplicará hasta el próximo 6 de septiembre. El ente regulador interviene así con una nueva relajación de la política monetaria de la segunda mayor economía del mundo. El banco central reconoció que el país sigue afrontando «presiones bajistas» y confió en que su intervención contribuya a «estabilizar el crecimiento» a través de una rebaja en los costes de financiación para apoyar un «sano desarrollo de la economía real».
Además, el banco central inyectó un total de 150.000 millones de yuanes –unos 20.300 millones de euros– en el sistema financiero del país para aumentar su liquidez. La reducción de la liquidez disponible en el mercado, causada por la devaluación del yuan, ha hecho necesaria esta intervención. El emisor chino ha realizado múltiples inyecciones de liquidez en los últimos dos meses para garantizar la estabilidad del sistema financiero. Entre el 12 y el 14 de agosto, China emprendió tres devaluaciones consecutivas del yuan y reformó el sistema cambiario de la divisa china. El gigante asiático atraviesa por una etapa de ralentización progresiva y este año el banco central ya ha recurrido en repetidas ocasiones a los estímulos monetarios para incentivar un crecimiento económico que en la primera mitad del año se situó en un 7%.
No más depreciaciones
Sin embargo, el primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró ayer en un mensaje televisado que no hay bases para una continua depreciación del la moneda china. «Los fundamentos de la economía china no han cambiado y el Gobierno podría alcanzar sus principales metas económicas previstas para este año», dijo.
De hecho, el banco británico HSBC considera que el Gobierno chino tiene un amplio margen para impulsar el crecimiento económico del país recurriendo a estímulos fiscales y monetarios, en contra de los temores despertados por el gigante asiático a raíz de las devaluaciones del yuan y sus pobres datos de actividad industrial. «El mercado está preocupado por muchas cosas, pero que se le agoten las opciones a China no debería ser una de ellas», explicó el banco, informa Efe.
En esta línea, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constâncio, afirmó que no prevé que se vaya a producir un fuerte debilitamiento de la economía china, y dijo que la depreciación del yuan «no es un factor importante» para la eurozona.
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