El BCE retrasa la salida de la crisis de la eurozona

Esta vez el jarro de agua fría viene desde Francfort. Los analistas independientes consultados a finales del mes de julio por parte del Banco Central Europeo pronostican que la luz al final del túnel tardará en llegar más de lo esperado, con una contracción de la economía este año del 0,6%, dos décimas más de lo previsto por estos expertos en la anterior encuesta realizada por el Eurobanco en el mes de mayo. Además, el paro seguirá siendo el talón de Aquiles de la zona euro el año que viene con cifras peores de lo vaticinado hasta ahora. Los expertos consultados por el BCE pronostican una tasa de desempleo al cierre de 2013 del 12,3%, sin variaciones respecto a la anterior encuesta, aunque para el 2014, a pesar del anunciado y esperado repunte de la economía, el paro seguiría creciendo hasta el 12,4%, dos décimas por encima de lo pronosticado.

Estos expertos culpan de este escenario al menor auge de economías emergentes como China o Brasil que lastra los intercambios comerciales con los países que comparten la moneda única y a la debilidad de la demanda en el seno de la zona euro con unos resultados al comienzo de 2013 más pobres de lo esperado. Sobre las alarmantes tasas de desempleo, los paneles de analistas señalan la falta de confianza en el rumbo de la economía que desincentiva la contratación de nuevos trabajadores por parte de los empresarios y la lentitud en los resultados de aquellos países que para aumentar el dinamismo de su mercado laboral han decidido emprender reformas.

El repunte, en 2015

Grecia lidera la tasa de paro de la zona euro con un nuevo récord registrado en el mes de mayo del 27,6%, seis décimas más que en el mes de abril. Este dato certifica que el desempleo ha crecido en el país a una velocidad vertiginosa de casi el 130% desde que solicitara el rescate a sus socios europeos. El Ejecutivo comunitario es sus últimas previsiones económicas vaticina una cifra de desempleo del 26% para Grecia y el 26,4% para nuestro país. Portugal registraría un 18,6%, seguido de Irlanda con un 13,7%.

Los analistas consultados son menos optimistas también de cara al año 2014 y rebajan al 0,9% sus proyecciones de crecimiento para la zona euro, frente al 1% previsto anteriormente. En cuanto al año 2015 esperan un repunte del 1,5%, una décima menos de lo vaticinado en primavera. Los propios economistas del Eurobanco también auguran un declive de la economía europea este año de seis décimas, al igual que estos analistas independientes consultados, pero el BCE es más optimista respecto al 2014 y en sus últimas previsiones vislumbra un aumento del PIB del 1,1%.

La Comisión Europea, en sus última previsiones económicas publicadas a finales del mes de mayo, augura una contracción de la economía de la zona euro de cuatro décimas y un repunte en el 2014 del 1,2. En cuanto al paro, este año la cifra de desempleo se sitúa en el 12,2% y para el año que viene este dato tan sólo bajaría una décima a pesar de la gradual recuperación económica prevista por el ejecutivo comunitario.

Las cifras publicadas por el Fondo Monetario Internacional el pasado mes de julio van por el mismo camino y muestran la foto fija de una recuperación global a tres velocidades con la zona euro en el furgón de cola. Los países que comparten la moneda común crecerían en 2014, según las previsiones del organismo radicado en Washington, nueve décimas. Muy lejos de las economías emergentes cuyo PIB crece a toda velocidad un 5,4% y de países como Estados Unidos con un 2,7%.

La OCDE y los emergentes

El pasado uno de agosto, tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, su presidente Mario Draghi pronosticó una «recuperación gradual» de la economía europea aunque con «riesgos a la baja» que pueden poner en peligro la reactivación económica y pidió a los gobiernos europeos una puesta en marcha rigurosa de las reformas estructurales. En consonancia con esta situación, el banquero italiano volvió a mostrar su disposición a un nuevo recorte de los tipos de interés (actualmente se sitúan en el mínimo histórico del 0,5%) durante «un largo periodo de tiempo». Tras la reunión del mes de julio, Draghi sorprendió al utilizar por primera vez esta expresión, ya que el BCE nunca se había comprometido a una decisión de este tipo a medio y largo plazo.

A las previsiones del panel de expertos del BCE se unió ayer la publicación del índice de indicadores de la OCDE, que vuelve a demostrar los diferentes patrones de crecimiento de los países más desarrollados. Los indicadores principales apuntan a «moderadas mejoras» en el crecimiento en la mayoría de los principales países de la OCDE, pero también hacia una estabilización o una ralentización del impulso en las grandes economías emergentes. China, que pierde dos décimas en un mes, hasta los 99,4 puntos, la OCDE anota una caída del crecimiento, misma tendencia que la observada en Brasil (99,8) y Rusia (99), mientras que en la India, que sube dos décimas, se prevé una posibilidad de mejora.

El crédito aún sigue sin fluir

El BCE ha reiterado que los créditos concedidos a las denominadas economías periféricas de la zona euro como España e Italia no son acordes a las tasas de interés oficiales en la zona euro, que se encuentran en el mínimo histórico del 0,5%, lo que penaliza a las familias y empresas de estos países en contraposición con lo que sucede en otros estados de la zona euro como Francia y Alemania, cuyos ciudadanos tienen menos problemas a la hora de acceder a un crédito.

El Eurobanco pone de manifiesto en el boletín de agosto que el temor a prestar y la prima de riesgo son los que explican en parte esta situación, por lo que considera «fundamental» que los países sigan reduciendo déficit y haciendo reformas estructurales.