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El FMI rebaja la previsión de crecimiento mundial pero mantiene la de España en el 2,2% para 2019 y 1,9% en 2020

La economía española se mantendría en un 2,2% para 2019 y un 1,9% para 2020, en un contexto de "marcada"ralentización en la zona euro

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ofrece una rueda de prensa previa al Foro Económico Mundial, este lunes en Davos, Suiza. EFE/ Laurent Gillieron
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ofrece una rueda de prensa previa al Foro Económico Mundial, este lunes en Davos, Suiza. EFE/ Laurent Gillieronlarazon

La economía española se mantendría en un 2,2% para 2019 y un 1,9% para 2020, en un contexto de "marcada"ralentización en la zona euro

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó hoy las previsiones de crecimiento global al 3,5% en 2019 y al 3,6% en 2020, dos décimas y una décima menos de lo estimado en octubre pasado, respectivamente, al destacar el frenazo de la economía alemana, la importante contracción de Turquía y la moderación de Latinoamérica.

"La expansión global se ha debilitado", indica el informe de "Perspectivas Económicas Globales", presentado por la directora gerente Christine Lagarde del FMI, en el marco del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos (Suiza).

Las revisiones a la baja son modestas, pero los riesgos de que se produzcan recortes más importantes están en aumento, explican desde el FMI. “Durante la mayor parte de 2018 los mercados financieros en las economías avanzadas parecían haber permanecido inmunes a las tensiones comerciales, pero más recientemente se han producido interacciones entre ambos, que han provocado un endurecimiento de las condiciones financieras y una agudización de los riesgos para el crecimiento mundial”, explican.

Se revisan levemente a la baja los pronósticos para las economías avanzadas, debido principalmente a rebajas de las previsiones para la zona del euro. En esa región, las revisiones importantes corresponden a Alemania, donde las dificultades en la producción del sector automotriz y una menor demanda externa reprimirán el crecimiento en 2019, y a Italia, donde los riesgos soberanos y financieros —y sus interconexiones— están frenando aún más el crecimiento.

En Estados Unidos la expansión continúa, pero el pronóstico sigue apuntando a una desaceleración por el repliegue del estímulo fiscal. Para las economías avanzadas en general se prevé que el crecimiento se desacelere de 2,3% en 2018 a 2% en 2019 y 1,7% en 2020. Esta moderación del ímpetu de crecimiento ha dado pocas alas a la inflación. Si bien la inflación subyacente está próxima al nivel fijado como meta en Estados Unidos, donde el crecimiento es superior a la tendencia, en la zona del euro y Japón aún se sitúa bastante por debajo del objetivo.

En cuanto a España, mantuvo sin cambios las perspectivas de crecimiento para nuestra economía en un 2,2% para 2019 y un 1,9% para 2020, en un contexto de "marcada"ralentización en la zona euro, para la que prevé un crecimiento del 1,6% este año, tres décimas menos de lo esperado en octubre.

Se prevé que el crecimiento en la zona del euro se modere de 1,8% en 2018 a 1,6% en 2019 (0,3 menos que lo proyectado en octubre pasado) y 1,7% en 2020. Las tasas de crecimiento han sufrido revisiones a la baja en muchas economías, en particular Alemania (debido a un flojo consumo privado, una débil producción industrial tras la introducción de nuevas normas sobre emisiones para vehículos y una moderada demanda externa), Italia (debido a una débil demanda interna y el encarecimiento de los costos de endeudamiento dado que los rendimientos soberanos permanecen en niveles elevados) y Francia (debido al impacto negativo de las protestas callejeras y las medidas industriales).

Hay mucha incertidumbre en torno a la proyección de base de que en 2019-20 el crecimiento en el ReinoUnido sea de aproximadamente 1,5%. La proyección no varía con respecto a la del informe WEO de octubre de 2018 porque se considera que el efecto negativo de la prolongada incertidumbre con respecto al resultado del brexit está compensado por el impacto positivo del estímulo fiscal anunciado en el presupuesto de 2019. Esta proyección de base supone que se alcanza un acuerdo para el brexit en 2019 y que el país se adapta gradualmente al nuevo régimen. Sin embargo, a mediados de enero, la forma definitiva del brexit sigue siendo muy incierta.

Se proyecta asimismo que la actividad en las economías de mercados emergentes y en desarrollo disminuya ligeramente a 4,5% en 2019, y que repunte a 4,9% en 2020. La proyección para 2019 se revisó a la baja (0,2 puntos porcentuales) con respecto a la de octubre debido sobre todo a una fuerte contracción proyectada en Turquía, en medio de un endurecimiento de las políticas y una transición a condiciones de financiamiento externo más restrictivas.

También se recortó significativamente el crecimiento en México en 2019–20, como consecuencia de una menor inversión privada. El repunte proyectado para 2020 obedece a la recuperación prevista en Argentina y Turquía. Las perspectivas para las economías de mercados emergentes y en desarrollo reflejan los continuos vientos en contra derivados de la merma de los flujos de capital tras la subida de las tasas de política monetaria en Estados Unidos y las depreciaciones de los tipos de cambio, si bien estas se han moderado. En las economías emergentes, el repunte de la inflación se revirtió en cierta medida hacia finales de 2018.

En China, el crecimiento podría desacelerarse más rápido de lo previsto sobre todo si persisten las tensiones comerciales, lo cual podría desembocar en ventas masivas y abruptas en los mercados financieros y de materias primas, como sucedió en 2015–16.

En Europa continúa el suspenso por el brexit, y los costosos efectos de contagio entre el riesgo soberano y el financiero en Italia siguen siendo una amenaza. En Estados Unidos, un cierre prolongado del gobierno federal plantea riesgos a la baja.