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El negocio millonario del bajo coste

Aunque las aerolíneas «low cost» ya superan a las convencionales en número de pasajeros en España, los expertos apuntan a que la consolidación del sector pasa por la desaparición de las compañías pequeñas. La última, WOW Air

El número de estas compañías no deja de crecer
El número de estas compañías no deja de crecerlarazon

Hace no muchos años coger un avión era toda una experiencia que no estaba al alcance de todos los bolsillos. Algunos ni siquiera podían imaginar que, en el futuro, recorrer por el aire grandes distancias iba a ser posible para (casi) cualquiera. Fue a principios de 1990 cuando las aerolíneas «low cost» aterrizaron en Europa gracias, en gran parte, al proceso de desregularización que vivió por aquel entonces la industria de la aviación. La ecuación de su éxito era sencilla: maximizaron el ahorro de combustible y empezaron a cobrar por servicios que, hasta entonces, no se consideraban adicionales, entre ellos, facturar las maletas o elegir los asientos en cabina, algo que ya es habitual hoy en día. También redujeron su personal todo lo posible y decidieron abastecerse con solo un modelo de avión (por ejemplo, Ryanair tienen en la actualidad 437 aviones, todos ellos Boeing 737-800), lo que hace que la formación de pilotos, azafatas e ingenieros sea mínima. ¿El resultado? En enero de este mismo año, las compañías «low cost» acapararon el 52,2% del tráfico aéreo en España, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Aunque el número de aerolíneas de bajo coste no para de crecer, los expertos apuntan a que la consolidación del sector pasa por la quiebra de las compañías pequeñas. De momento, éstas son las siete con mejor calificación en Europa, según el listado que elabora la auditoría británica Skytrax.

Norwegian

Su crecimiento es la envidia del resto de las europeas, pero cerró 2018 con pérdidas de 150 millones de euros. A la vez, es la mayor operadora no norteamericana en Nueva York, un puesto que acaba de arrebatar a British Airways. Sus responsables esperan que las contradicciones de la aerolínea noruega se terminen este año y para ello están trabajando en un plan de reducción de costes.

Este plan implica renegociar los contratos con los aeropuertos y afinar el producto y los servicios adicionales a bordo. Además, esperan que a sus 164 aviones se sumen otros nueve de aquí a final de año, lo que implicaría también que se podría desprender de algunos de los más antiguos. De momento, en España, Norwegian ha cerrado la ruta de Tenerife-Sur a Roma Fiumicino y ha clausurado tres bases de operaciones (Palma, Tenerife y Gran Canaria), a pesar de que es el tercer mercado por volumen de ventas, solo por detrás de Noruega y Estados Unidos.

EasyJet

La «low cost» emblema del Reino Unido, y una de las clásicas en los aeropuertos españoles, no está pasando por su mejor momento ya que no es ajena al torbellino político y social que está provocando el Brexit. Cuenta con más de 300 aviones (y tiene más de un centenar encargados) y opera más de 800 rutas. Una de las últimas en sumarse es la que enlaza las ciudades de Sevilla y Lyon. Sin embargo, la compañía prevé una temporada estival «débil» en cuanto a pasajeros, a lo que se suman las pérdidas millonarias que puede provocar el incremento del coste del combustible. Otro quebradero de cabeza para la Cámara de los Comunes.

Eurowings

Esta aerolínea alemana (filial de bajo coste del gigante Lufthansa), a diferencia de otras «low cost», no se limita a operar en territorio europeo. De hecho, el mes pasado inauguró una nueva ruta entre Düsseldorf (donde tiene su sede) y Cuba, en concreto Santa Clara, que se convierte en el tercer aeropuerto cubano en el que opera. Entre el 1 de enero y el 28 de febrero, según datos de la Oficina de Turismo de la Embajada de Cuba en Alemania, estos enlaces han hecho que más de 42.000 germanos visiten la isla. Con una flota de apenas 120 aviones, Eurowings realiza vuelos constantes entre unos 130 destinos, entre los que destacan varios de larga distancia: Sudáfrica, Tailandia, Namibia o Jamaica.

Ryanair

El emblema de las «low cost», el primer nombre que a los europeos se les viene a la cabeza cuando se habla de viajar barato, está en el cuarto puesto. Aunque en 2018 ocupó la primera posición destacada en la lista de aerolíneas que más vuelan en España por volumen de pasajeros (46,6 millones), la compañía irlandesa maneja unos datos que apuntan a que su crecimiento se frenará en el país, cayendo de una subida del 10,7 a un 3,5%. La puesta en marcha de medidas controvertidas, como que los pasajeros tengan que pagar por el equipaje de mano, ha hecho que la autoridad garante de la competencia en Italia multe a Ryanair por considerar que la norma es una forma de enmascarar el precio del billete. A buen seguro, a la empresa le preocupará más el efecto llamada que pueda provocar en el resto de países del entorno que los tres millones de euros que tendrá que abonar.

Jet2.com

Puede que sea la más desconocida para el público español. Sin embargo, esta compañía inglesa (su sede está en Leeds) vuela a 15 ciudades españolas, todas ellas destinos de referencia en época estival. Desde que comenzó su actividad en 2002, ha trasladado a casi 10 millones de pasajeros entre España y el Reino Unido. La compañía cerró el ejercicio de 2018 con un crecimiento del 20% en el mercado español, lo que le sitúa en el noveno lugar en el ranking nacional. Esto ha hecho que Jet2.com reafirme su apuesta por el país: ya ha anunciado que este año aumentará un oferta un 10%, tanto que, en temporada alta, alcanzará los 640 vuelos semanales.

Vueling Airlines

Es la primera (y única) española que aparece en el listado. Además, también está en el puesto 15 en el ranking internacional. Es la segunda mayor aerolínea del país por número de viajeros, justo por encima de Iberia. Su base está en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, aunque tiene centros de operaciones secundarios en otros 10 aeródromos nacionales. En la actualidad, tiene más de 130 destinos en Europa, Asia y África y se encuentra en plena expansión: este mismo año anunció publicamente que ampliará su base en el Aeropuerto de Santiago de Compostela (lo que supondrá un aumento del 7% en la oferta de asientos), un proyecto que la afianza como la primera compañía de la región.

WOW Air

Puede que sea el caso más curioso de entre las que aparecen en el listado porque, a pesar de que transportaba a un tercio de los pasajeros de Islandia, lastraba desde hace un tiempo graves problemas económicos, tanto que la compañía se declaró en bancarrota el pasado 28 de marzo y canceló todas las operaciones que tenía programadas. Las expectativas para la compañía islandesa, que se fundó en 2011 y realizó su primer vuelo en mayo del año siguiente, no eran buenas: a finales de 2018 anunció el cierre de varias rutas y se encontraba en busca de compradores. Contaba con una flota de apenas una decena de aviones que habían conseguido incrementar el tráfico de pasajeros en el Aeropuerto de Keflavík (Reikiavik). En España, volaba a Tenerife-Sur, Barcelona, Gran Canaria y Alicante, aunque en los dos primeros meses del año tan solo había movido a 12.062 pasajeros, según datos de Aena.

30 años sin despegar

Se llama Baltia Airlines. Es probable que no les suene, aunque ya tiene 30 años de historia. Eso sí, aún no ha conseguido que despegue ni un solo avión a pesar de que ha llegado incluso a cambiar de nombre para esquivar a la mala suerte. Su fundador, Igor Dimitrowsky, tenía el objetivo de ofrecer vuelos sin escalas desde Nueva York hasta el Aeropuerto de Puklovo de San Petersburgo. Pero, durante casi tres décadas, ha sido incapaz de superar la evaluación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés). Ha tenido tres aviones y uno de ellos lo compró sin motores.