El peaje en la M-50 salvaría las radiales, según la patronal

Cuando se proyectaron las ahora fallidas autopistas radiales de Madrid, las concesionarias tuvieron que asumir la construcción y el mantenimiento de la M-50, ahora libre de peajes. Pero si se tarificase esta vía, las cuatro radiales ahora en concurso de acreedores –la Madrid-Guadalajara (R-2), la Madrid-Arganda (R-3), la Madrid-Ocaña (R-4) y la Madrid-Navalcarnero (R-5)– serían viables. Así lo cree el presidente de la patronal de concesionarias de autopistas de peaje (Aseta), José Luis Feito, que aseguró ayer que, de esta forma, se evitaría que el Gobierno tenga que rescatar a estas cuatro vías y a otras nueve que están en apuros. «Si la M-50 estuviera tarificada, si las concesionarias de las radiales no tuvieran que pagar de su cuenta de resultados su construcción y mantenimiento, las radiales serían viables, incluso a pesar de las salvajadas que se han hecho», declaró Feito. Desde hace meses, Fomento, las concesionarias y las constructoras negocian un acuerdo que no acaba de llegar. Según la propuesta inicial, de la que parece que el ministerio no quiere moverse, está prevista la creación de una sociedad estatal en la que agrupar a las autopistas en apuros, el 20% de cuyo capital sería entregado a las concesionarias. El problema estaría ahora en que las constructoras de las vías reclaman también más de 500 millones por obras que, de momento, no hay acuerdo sobre cómo deben cobrar.

Feito lanzó su particular plan de salvación para las radiales durante la presentación de una propuesta que, según Aseta, incentivaría la inversión pública sin impactar en el déficit público. La patronal de las concesionarias ha propuesto a Fomento que alargue un año el plazo de concesión de los peajes maduros –aquellos próximos a su vencimiento–, a cambio de lo cual las concesionarias se comprometen a invertir 1.334,7 millones.