Precio del petróleo
El repunte del crudo sólo restaría 1.000 millones al PIB de España
El Gobierno ha elaborado sus nuevas previsiones con la premisa de un petróleo a 61,5 dólares, y ahora ronda los 65 dólares
Para un país como España que tiene que importar más del 99 por ciento del petróleo que consume, la fluctuación del precio del crudo es un asunto más que sensible. La abrupta caída de su cotización registrada en la segunda mitad de 2014 y al inicio de este ejercicio ha supuesto una buena noticia para la siempre deficitaria balanza comercial energética. Sin embargo, en las últimas semanas, el petróleo ha comenzado a repuntar y el viernes el tipo Brent, de referencia en Europa, cotizaba en el entorno de los 65 dólares. Pese a la coincidencia casi unánime de los analistas, que llegaron a vaticinar incluso caídas del precio del barril para este año hasta cotas cercanas a los 20 dólares el barril, el Gobierno ha preferido ser conservador al elaborar sus cuentas.
La Actualización del Programa de Estabilidad Económica 2015-2018 que presentó la semana pasada se ha confeccionado con la premisa de un precio medio para el año de 61,5 dólares el barril. El Ejecutivo calcula, además, que cada aumento del 10% de esta referencia haría retroceder un 0,1% el PIB real. Es decir, que los precios actuales, que rondan esa desviación, harían caer la riqueza nacional en apenas 1.000 millones de euros siempre y cuando se mantuviese tal precio medio durante todo el año.
Los analistas no son de la opinión, sin embargo, de que la escalada se mantendrá en los próximos meses. Barclays, Bank of America Merrill Lynch y Société Générale han revisado al alza las previsiones que hicieron a principios de año, pero estiman que el barril de crudo promediará en el ejercicio un precio de entre 58 y 60 dólares el barril, en línea con lo proyectado por el Gobierno en el Programa de Estabilidad. La firma de inversión ETF Securities, especializada en materias primas, cree que a finales del ejercicio podría subir al entorno de los 65-70 dólares, pero que, en ningún caso, se acercará a los 100 dólares, cota que desbarataría por completo las previsiones del Gobierno español y mermaría de forma sensible el crecimiento de la riqueza nacional.
Los motivos que han llevado al petróleo a subir más de un 39% en lo que va de año –desde los 46,7 dólares a los que llegó a caer el 13 de enero hasta los 65,31 a los que cerró el viernes– y los que han provocado la revisión de las previsiones de los analistas son coincidentes. El primero apunta a una ralentización en la producción, si bien no demasiado acusada y de poco impacto todavía en el precio del Brent. Desde que el petróleo comenzó a caer, las compañías del sector comenzaron a ajustar sus inversiones por dos motivos: para ahorrar en yacimientos en los que producir no era rentable a los precios en los que se movía el mercado y para que esta caída de la producción produjese una reducción de la producción que la equilibrase con la demanda, todavía renqueante. Como explicaba hace un par de meses un directivo del sector, «ninguna petrolera es rentable con el precio por debajo de los 50 dólares el barril». No obstante, a pesar de esta reducción, y como apuntaba esta semana ETF Securities, «la oferta global de crudo aún no se ha reducido». En esta misma línea, Barclays apunta a «cortes de producción inesperados» en Brasil y el Mar del Norte como los motivos de la reducción de la oferta.
Arabia Saudí y Yemen
Lo que los analistas creen que puede estar afectando de forma más importante al precio del petróleo en las últimas semanas son las tensiones geopolíticas en Yemen. El principal productor mundial de crudo, Arabia Saudí, de mayoría suní, lanzó en el mes de marzo una ofensiva militar en Yemen para intentar derrotar a la milicia Hutí, de mayoría chií. Aunque Yemen es un pequeño productor de petróleo, su situación geográfica le otorga un papel esencial en su distribución mundial. Se encuentra en una posición privilegiada desde donde salen los superpetroleros de los países del Golfo Pérsico cargados de crudo hacia Occidente y Oriente. Comparte con Yibuti y Eritrea el estrecho de Bab el-Mandeb, uno de los puntos más importantes del mundo en lo que se refiere al petróleo por los millones de barriles que lo atraviesan diariamente. Según datos de la «US Energy Information Administration», la cantidad se cifra en unos 3,8 millones de barriles diarios. Yemen, además, comparte frontera con Arabia Saudí, lo que genera inquietud por la posibilidad de que un recrudecimiento de la crisis impacte en la producción del principal suministrador mundial de crudo.
Combustible
Gasolina y gasóleo, más caros
La gasolina sube como un cohete y baja como una pluma, ha dicho en algún informe Competencia. Lo que la CNMC quería decir es que el precio de los carburantes suele subir de forma muy rápida cuando lo hace el del crudo. Desde enero, gasolina y gasóleo se han encarecido en más de diez céntimos tras la subida del petróleo.
Aerolíneas
Los billetes de avión, al alza
Para una aerolínea, el precio del combustible suele representar el 30% de sus gastos fijos, por lo que cualquier subida afecta a sus cuentas y, por añadidura, al precio de los billetes. No obstante, estas compañías suelen trabajar a futuro y, además, es habitual que contraten seguros para cubrir estas posibles riesgos.
Industria
La producción de bienes se encarece
En la industria, la factura energética es vital para su competitividad, por lo que su encarecimiento afecta al precio al que pueden producir sus productos, que tienden a encarecerse. El petróleo, además, se usa como materia prima para la producción de multitud de bienes químicos. El transporte por carretera también se encarece.
Cobertura
Las aseguradoras pagarán más
Hasta ahora, las compañías que aseguran el precio del crudo se habían beneficiado de la bajada de precios. Sin embargo, con su encarecimiento, se activarán muchas de las coberturas que tienen contratadas las empresas para cubrir posibles alzas –al menos un porcentaje–, lo que afectará al sector.
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