Relaciones laborales

El sindicato de Podemos «pincha» en los feudos de Pablo Iglesias

Sólo consigue un 3,4% de los delegados en el Ayuntamiento de Madrid

El sindicato de Podemos «pincha» en los feudos de Pablo Iglesias
El sindicato de Podemos «pincha» en los feudos de Pablo Iglesiaslarazon

Sólo consigue un 3,4% de los delegados en el Ayuntamiento de Madrid

Somos sindicalistas, el sindicato vinculado con Podemos, ha obtenido 122 delegados en las elecciones sindicales que se están celebrando. Según datos del Ministerio de Empleo, se han elegido más de 200.000 delegados para los próximos años, lo que es una foto fija de un sonoro fracaso. La representación de Somos se concentra en Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Canarias y País Vasco, pero sólo llega a 36 centros de trabajo, entre los que no se encuentran las universidades madrileñas, epicentro de Podemos. Pablo Iglesias no es profeta entre este colectivo, al contrario que otro Pablo, Echenique. En la Universidad de Zaragoza, Somos ha obtenido 23 representantes.

Este resultado electoral en la universidad aragonesa es, de largo, el mejor resultado de las candidaturas del sindicato de Podemos. En Iberia, Somos consiguió 12 delegados en el Comité de Tierra, de los más de 220 que se elegían, si bien no obtuvo representación en el Comité de Vuelo. En el Ayuntamiento de Madrid, con Manuela Carmena al frente junto con su equipo proveniente de Podemos y otras plataformas como Ganemos Madrid, Somos ha obtenido ocho delegados, el 3,4% de los elegidos. Tampoco en la Comunidad de Cifuentes la suerte ha sido mayor. Sólo dos delegados obtuvieron su acta.

En la Administración pública, el «éxito» obtenido se concentra en cinco delegados en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dos en Loterías y Apuestas del Estado y cinco en el Instituto Español de Investigación Agraria. En el resto de la Administración del Estado, Somos carece de representación, así como en la administración autonómica y local. Un único Ayuntamiento, el de Madrid, registra delegados «podemitas». Ni Zaragoza, ni Cádiz, ni Valencia, ni Barcelona, ni LaCoruña, gobernados por Podemos o sus confluencias, han logrado actas sindicales.

Madrid concentra el grueso de los delegados de Somos –62–-, seguido de Aragón, con 28; Cataluña, con 14; siete en Baleares, cinco en Canarias, y tres en Asturias y País Vasco. Los cinco únicos delegados de Canarias corresponden a una única empresa del sector turístico y los asturianos corresponden a dos centros de trabajo y es notoria su ausencia en el sector minero. Los delegados vascos se limitan a dos centros de trabajo en la provincia de Álava, quedándose sin representación en Vizcaya y en Guipúzcoa. Tampoco Somos logra representación en Tarragona, en la que se concentra la petroquímica, ni en Lérida.

La mayor parte de la representación sindical del sindicato morado se concentra en la pequeña y mediana empresa, a excepción de Iberia, Seguros Santa Lucía o Caprabo. Ni una gran empresa del sector químico, alimentación, metalúrgico, minería, textil –sólo tienen tres delegados– o construcción tiene representación de Somos, y en el sector servicios su presencia es testimonial, a excepción de los 13 delegados obtenidos en Seguros Santa Lucía.

Renovación del bipartidismo

Los resultados de este periodo son un mal resultado para un sindicato que se presentó como la renovación del bipartidismo de UGT y CC OO. El mundo sindical, a diferencia del político, es mucho más plural, con decenas de sindicatos sectoriales, de empresa, territoriales e, incluso, locales, que acompañan a los dos grandes que conviven desde la transición con un grupo de sindicatos medios como el vasco ELA-STV y el abertzale LAB, USO, CSIF y la anarquista CGT. Los dos grandes sindicatos siguen teniendo una representación superior al 80%. Debido a esta mala percepción del movimiento sindical, Somos no arrastra a su marca a sindicatos ya constituidos en ámbitos de empresa, locales y territoriales ni a sindicatos más consolidados y con mayor relevancia como CGT.

Iglesias tampoco ha logrado seducir a los trabajadores de las universidades madrileñas, en algunas de las cuales nace y crece Podemos, al contrario que Echenique, que ha obtenido un buen resultado: 23 delegados en todos los centros de la Universidad en Zaragoza, Huesca y Teruel.