
Industria de defensa
EM&M toma posiciones en el negocio antidrones con la vista puesta en el muro Europa quiere levantar con estos sistemas
La compañía ha identificado a este segmento como uno de los que tienen un gran potencial de cara al futuro. Ya ha firmado un gran acuerdo para proteger pozos y refinerías en Oriente Medio

Los países bálticos y los del norte de Europa se están viendo sometidos en las últimas semanas a una campaña de hostigamiento por parte de Rusia, ansiosa por tantear hasta dónde están dispuestos a llegar sus vecinos de la OTAN por defenderse. Drones lanzados por Moscú han invadido el espacio aéreo de países como Polonia, desatando una guerra de nervios y llevando a Europa a concluir que, ahora más que nunca, se hace necesario levantar un "muro antidrones" para frenar estos sistemas armamentísticos tan baratos como efectivos surgidos y probados ya con éxito en la guerra de Ucrania.
En la carrera ya lanzada por la Comisión Europea para desarrollar esta nueva barrera defensiva basada en sistemas antidrones, denominados C-UAS, algunas compañías españolas como EM&E o Indra han empezado ya a tomar posiciones. En el caso de la compañía fundada por la familia Escribano, ha desarrollado Perseo, un sistema de mando y control antidrones que integra electroóptica, inhibidores, radares y detección acústica.
Las Fuerzas Armadas españolas recibirán 14 sistemas C-UAS de EM&M entre 2025 y 2026, con 10 unidades destinadas a zonas de operaciones en el flanco este de Europa y en Líbano, según detallan fuentes próximas a la compañía. Este pedido inicial puede ser el primer paso hacia un programa de 100 unidades, lo que reforzaría la posición de EM&E Group en el mercado, precisan las mismas fuentes.
Y es que el negocio de los sistemas antidrones tiene mucho recorrido por delante. Según la consultora Grand View Research, su tamaño estimado el pasado ejercicio en Europa era de 432 millones de dólares -373 millones de euros-. Sin embargo, se espera que se multiplique por diez de aquí a 2033 y que alcance entonces los 4.079 millones de dólares -3.530 millones de euros-.
El sector se está expandiendo gracias a nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o el "machine learning", que permiten desarrollar capacidades para detectar y responder a amenazas en tiempo real. También están ganando peso otros dispositivos más complejos que incorporan sensores acústicos u óptico-acústicos y los sistemas portátiles, muy demandados por fuerzas de seguridad.
Potencial de crecimiento y usos civiles
EM&M, de hecho, ya ha identificado el segmento de los C-UAS como uno de los que cuenta con mayor potencial, con un mercado en clara expansión para los próximos años debido a que acciones como las desarrolladas por Rusia en las últimas semanas han disparado la demanda de estos sistemas. Se trata de crear sistemas eficaces para combatir amenazas que apenas cuestan miles de euros y que, ahora mismo, obligan a gastar millones en su neutralización empleando cazas u otros dispositivos.
Pero no es sólo su aplicación militar la que hace de los sistemas C-UAS un negocio en plena expansión. Estos dispositivos también tienen múltiples usos civiles como la protección de infraestructuras críticas (centrales, aeropuertos) y vigilancia en entornos urbanos sensibles (por ejemplo, La Moncloa o La Zarzuela). EM&E Group trabaja en este sentido en soluciones que combinan inhibidores y detección avanzada para contrarrestar drones en espacios donde el derribo físico no es viable, como las ciudades.
La compañía, de hecho, ya ha cerrado un contrato de decenas de millones de euros con un país de Oriente Medio para proteger pozos y refinerías, según explican desde la multinacional con sede en Alcalá de Henares.
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