Empresas públicas ruinosas en Cataluña

La comunidad autónoma catalana ocupa el segundo puesto en este tipo de pasivo con 1.416 millones de euros, casi la mitad del total de España, a pesar de haber sido la mayor beneficiaria del Fondo de Liquidez Autonómico

Cataluña y Madrid son, con un amplio margen de diferencia, las regiones que más deuda han acumulado en sus empresas públicas. Ostentan un 90% del total del pasivo, que se cifra en 3.257 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España en su boletín estadístico para el tercer trimestre del año.

El estallido de la burbuja inmobiliaria en el año 2008 fue el pistoletazo de salida para una catástrofe que diezmó a las empresas públicas. Las autonomías se vieron obligadas a cerrar o a privatizar la mayoría de sus propiedades, pasando el débito de los 11.366 millones de euros durante el cénit de la crisis económica a los 3.257 millones actuales.

Aunque la comunidad con mayor pasivo es Madrid, con 1.458 millones, Cataluña le sigue de cerca con sus 1.416 millones. No obstante, la trayectoria que han seguido ambas ha diferido. Cataluña es la comunidad que más deuda pública ostenta en sus administraciones públicas desde que comenzó el milenio. Sin embargo, ha podido solventarla mejor que nadie gracias a la ayuda del Estado, reduciéndola en más de 4.244 millones de euros con la financiación obtenida del Fondo de Liquidez Autonómico. Por su lado, la región madrileña ha mantenido un perfil más bajo en su endeudamiento, que jamás alcanzó los 2.000 millones: menos de la mitad del caso catalán.

Cataluña ha recibido del FLA 80.000 millones de euros desde el año 2012, siendo la autonomía que más fondos ha obtenido de la línea de crédito creada por el Estado para evitar que las comunidades financien su deuda en los mercados a un interés mayor.

Por su parte, la Comunidad de Madrid forma parte del llamado Fondo de Liquidez Autonómico suave, es decir, aquel aplicado a las regiones que no han sido beneficiarias de grandes subvenciones, ya que han sabido mantener sus parámetros económicos bajo control desde el año 2012, entre ellos, su deuda.

Hay un fenómeno muy llamativo observado en el largo plazo: la reducción extrema de deuda pública. En un contexto de desplome generalizado, Castilla-La Mancha tomó un drástico cambio de dirección en su política fiscal bajo las directrices del Partido Popular, reduciendo su pasivo de 648 millones de euros a cero en menos de dos años gracias a la reordenación de las finanzas llevada a cabo en la región.

Algunas de las empresas públicas autonómicas que posee Ctaluña son el Consorcio del Estaño, el Patronato de Arqueología de Guissona o la Fundación del Observatorio del Ebro.

Las actividades relacionadas con la sanidad o la educación son deficitarias por excelencia y no se distancian mucho de aquellas sufragadas por otras autonomías. Lo que sí indica es una mala gestión de los recursos, a juzgar por el alto grado de débito que ostentaba la región de Cataluña en comparación con el resto de autonomías españolas.

Sin ir más lejos, Andalucía es la región con mayor número de habitantes, pero tiene una deuda equivalente al 0,5% de la que posee la comunidad presidida por Quim Torra.

El entorno empresarial privado también se ha visto afectado. Cataluña es la comunidad autónoma española que más ha reducido la creación de empresas desde enero. Además, ya son 5.350 las empresas que han trasladado su domicilio fiscal fuera de la región, según el Colegio de Registradores Mercantiles.