Banco de España
Escrivá prepara el "troceo" del Banco de España para llevar a Cataluña parte de la dirección de Economía, que se unirá a la innovación
El gobernador aprovecharía la salida de Ángela Gavilán para llevar parte del departamento de Economía a la sede de Barcelona

Nueve meses después de que tomará posesión como gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha iniciado el proceso de cambio estructural del organismo bancario más profundo desde hace décadas. Su intención es aprovechar la salida del hasta ahora director de Economía del supervisor, Ángel Gavilán, para dividir las obligaciones de su departamento entre Madrid y Barcelona. Esto supondrá una reducción de las competencias asignadas a los funcionarios adscritos en la sede central de Madrid para dar paso a su delegación en la sede de Barcelona, la reasignación de cargos de los actuales responsables y la salida de algunos de los analistas.
La sucursal catalana va ampliando poco a poco su peso dentro de la entidad, al albur del nuevo Gobierno de Salvador Illa. El primer paso se dio cuando el pasado mes de febrero Escrivá anunció que Barcelona albergaría el centro de innovación para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y de las nuevas tecnologías en el ámbito de las finanzas y la economía. Ahora, con este nuevo impulso, se da un paso de gigante en el objetivo de Escrivá de "trocear" la entidad que gobierna.
Apenas han pasado seis días desde que se hizo pública la dimisión del hasta entonces director general de este departamento, Ángel Gavilán, tras presentar el informe anual, que generó una enorme polvareda y confirmó su mala relación con Escrivá después de que se "suavizara" contra su voluntad buena parte del texto elaborado, y que se dejaran por el camino 104 páginas y 10 capítulos respecto a la edición de 2023. Gavilán habría afeado a Escrivá en una tensa reunión, "en la que no faltaron las palabras gruesas y el tono elevado", su malestar por los cambios realizados en el texto aprobado por los analistas del regulador, que fueron "suavizados" personalmente por el gobernador junto a Eva Valle, responsable de Relaciones Institucionales, y Mayte Ledo, directora general de Estrategia, dos de sus principales colaboradoras. En el informe "matizado" se dejaba de lado un análisis exhaustivo sobre el sistema de pensiones que Escrivá aprobó como ministro de Seguridad Social y mostraba un tono mucho menos crítico que en anteriores ediciones con las cifras macroeconómicas.
Fuentes consultadas por LA RAZÓN explicaron que en el fondo de estos cambios planea la intención de Escrivá de "hacer hueco" a uno de sus mayores empeños desde su llegada, la creación del nuevo Museo del Banco de España, que el gobernador quiere inaugurar a toda costa antes de que finalice su mandado dentro de seis años. "Quiere tener una placa con su nombre", aseguran. Parte del espacio que se debe ganar en el edificio llegaría con el desalojo del personal de algunos departamentos, que serían reubicados o trasladados. Las mismas fuentes no descartan que se produzcan nuevos cambios "en servicios menores, no solo a la delegación barcelonesa".
El gobernador ha sido acusado desde antes de su nombramiento de su falta de independencia, tras ser elegido directamente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras era ministro de Transformación Digital y Función Pública en su segunda etapa en el Ejecutivo. La semana pasada en un foro económico volvió a defender su "genuina independencia", la misma que aseguró tuvo cuando dirigió la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y sus otros cargos oficiales, además de defender no tener afiliación política. "En España se dan debates muy estrechos en comparación con el resto del mundo", aseguró.