Bruselas

España ahorrará hasta 10.000 millones con la caída del petróleo

El Gobierno proyectó las cuentas del año 2015 con el barril a 104 dólares y ahora ha caído en picado hasta los 83

La Razón
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Para que su maquinaria económica carbure, España debe importar a diario entre 1,2 y 1,4 millones de barriles de petróleo, más del 99% del crudo que consume. La factura resultante de tal compra es ingente cada año.

Para que su maquinaria económica carbure, España debe importar a diario entre 1,2 y 1,4 millones de barriles de petróleo, más del 99% del crudo que consume. La factura resultante de tal compra es ingente cada año. Por eso, el desplome del precio que el oro negro viene experimentando en los últimos meses afecta de forma muy notable, para bien, a las arcas del país. El Plan de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas parte del supuesto de que el precio medio del barril de petróleo «Brent», de referencia en Europa, será de 104,1 euros el año próximo. Suponiendo que se cumpliera tal estimación, la factura por adquirir 1,4 millones de barriles diarios de crudo sería el año próximo de 53.144 millones de dólares. Sin embargo, de mantenerse en el entorno de los 80 dólares actuales –el viernes cerró en 83,23 dólares–, el coste se reduciría a 40.768 millones de dólares, 12.376 millones de dólares menos. O, lo que es lo mismo, 9.980 millones de euros menos al tipo de cambio actual. Para los dos meses del año que restan, si el barril sigue igual el ahorro sería de unos 1.500 millones. En su último informe de situación sobre España presentado esta semana, el servicio de estudios del BBVA vaticinaba que si el barril de Brent se mantiene en torno a los 85 dólares el barril en 2015, tal precio podría tener un impacto en el PIB cercano a 1 punto porcentual. Es decir, alrededor de 10.000 millones.

A los analistas no les parece ni mucho menos descabellado que el crudo siga cotizando en el entorno de los 80 dólares en 2015. En el último mes, hasta seis grandes entidades, Morgan Stanley, Goldman Sachs, Citigroup, Deutsche Bank, Barclays y Bank of America, han revisado a la baja sus previsiones de precios para el primer trimestre del ejercicio próximo. Mientras que Morgan Stanley cree que el « Brent» cotizará de media en 98 dólares el barril, Goldman Sachs recortó el pasado 26 de octubre de 100 a 85 dólares su pronóstico. El cambio de parecer de este último es significativo porque sus previsiones son tradicionalmente alcistas y en otras ocasiones han llegado incluso a provocar movimientos en los mercados. El horizonte de los 80 dólares no es descartable dado que el mayor productor mundial de petróleo, Arabia Saudí, ha manifestado que se siente cómodo en este precio, lo que supone un condicionante más que significativo para la evolución del mercado.

Causas del desplome

Las causas que han llevado a los analistas a corregir a la baja sus pronósticos son las mismas que han provocado el desplome de los precios: un mayor aumento de la producción mundial de petróleo y una notable reducción de la demanda. En el incremento del suministro ha tenido mucho que ver el «boom» del «fracking», o técnica de fracturación hidraúlica, en EE UU. Esta tecnología, que permite extraer crudo atrapado en la roca a gran profundidad mediante la inyección de agua y productos químicos, ha permitido al país americano disparar su producción hasta los 8,6 millones de barriles diarios en agosto, su mejor desempeño desde 1986, según datos de la agencia estadounidense de energía (EIA). Para 2015, se prevé que se incremente hasta los 9,5 millones de barriles/día, la media anual más alta desde 1970. EE UU no es el único que ha inundado el mercado de crudo. Brasil alcanzó en diciembre su máximo histórico de producción, con 2,62 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios.

Para contrarrestar este excedente y que el crudo vuelva a subir de precio, algunos países de la OPEP, con Venezuela a la cabeza, han propuesto recortar la producción del cártel. Su propuesta, sin embargo, se ha topado con la negativa de Arabia Saudí, principal productor mundial, porque con el barril entre los 80 y los 90 dólares le salen las cuentas.

El otro factor que combinado con el aumento de producción ha tirado abajo los precios es la reducción de la demanda. El estancamiento de la recuperación ha impactado de forma notable en la demanda. En su informe de septiembre, la OPEP estimaba que para este año el consumo mundial de crudo registrará un alza de 1,05 millones de barriles/días, 50.000 menos de los que había previsto con anterioridad. Para el año próximo, la ajustó a 1,19 millones de barriles diarios. En la misma línea, la Agencia Internacional de la Energía (IAE) calcula que el aumento de la demanda para 2015 se limitará a 650.000 barriles diarios, 250.000 menos que en sus cálculos anteriores.