Economía
España-EE UU: la llegada de Trump ralentiza las inversiones
Empresarios españoles afirman que los proyectos firmados entre ambos países están «parados» a la espera del desarrollo de las iniciativas proteccionistas de Trump. La CEOE transmite su «alerta» respecto a la posible política arancelaria de Trump con la UE.
Empresarios españoles afirman que los proyectos firmados entre ambos países están «parados» a la espera del desarrollo de las iniciativas proteccionistas de Trump. La CEOE transmite su «alerta» respecto a la posible política arancelaria de Trump con la UE.
La llamada «era Trump» ya se está empezando a percibir en algunos sectores, aunque aún sea pronto para tener datos. Según explican fuentes empresariales, desde que en noviembre fuese elegido presidente de Estados Unidos se ha notado una ralentización en las inversiones recíprocas entre ambas naciones. Aseguran que las previstas están «paradas», tanto las españolas en Estados Unidos como al contrario, y que se encuentran a la espera de futuros estudios económicos que expliquen cuál es la situación real. Según ha podido saber este periódico, el Instituto de Estudios Económicos trabaja en un informe que hará público sobre la repercusión de las políticas de Trump en nuestro país.
Por su parte, desde la CEOE se transmite cierto estado de «alerta». Según afirman fuentes de la confederación empresarial, se respira «preocupación» respecto al proteccionismo comercial por el que las exportaciones comunitarias puedan verse penalizadas para priorizar los productos «made in USA». Recientemente, Estados Unidos suspendió las importaciones de limones argentinos durante 60 días, medida aplaudida por los productores californianos. «Lo que más preocupa es que esas políticas tengan efecto rebote en Europa, y que aquí nos veamos igualmente afectados», explican. Se refieren concretamente a las recientes declaraciones del presidente estadounidense referidas a Alemania, calificando al país de ser «el principal escollo» para un acuerdo comercial entre EE UU y Europa, o su posición a favor del Brexit británico. En cuanto a la aplicación de tasas arancelarias, Trump advirtió a varias corporaciones a través de su cuenta de Twitter de que las penalizará con fuertes aranceles si no empiezan a producir en EE UU, en lugar de deslocalizar sus fábricas a otros países como México. De momento, el presidente de Estados Unidos ha retirado al país del tratado de libre comercio con los países de la zona del Pacífico y renegociará los acuerdos comerciales con Canadá y México. Una revolución antiglobalización del orden comercial mundial que pretende cambiar las reglas que rigen las relaciones entre EE UU y el resto del planeta, incluido España. «Esto provoca que actualmente se esté notando una leve ralentización en las inversiones», aseguran. Lo que sí podría suceder es que EE UU impusiese aranceles a los productos que llegan del extranjero, encareciendo las exportaciones y favoreciendo los productos estadounidenses. De hecho, Trump ha amenazado a Pekín con penalizar las importaciones chinas con aranceles de hasta el 45%, lo que desataría una guerra comercial entre las dos potencias. Entre los productos españoles que podrían verse más afectados si Trump optase finalmente por introducir aranceles, los bienes de equipo (maquinaria industrial para producir bienes de consumo) y las semimanufacturas (productos químicos, medicamentos, plásticos o materiales de construcción) tienen el mayor riesgo, pues concentran la mitad de las exportaciones españolas a EE UU. La industria alimenticia y de bebidas es el tercer sector exportador más pujante, con el 15% de las ventas hacia el país norteamericano. Destacan los envíos de aceites (443 millones exportados en los once primeros meses de 2016), frutas, hortalizas y legumbres (384 millones) y bebidas (298 millones). El sector del automóvil contribuye con más de 1.000 millones de euros y un peso del 10% sobre las exportaciones totales. Para Jaime García-Legaz, ex secretario de Estado de Comercio entre 2011 y 2016, la situación de España respecto a EE UU es «muy distinta» en comparación con la de otros países. «España, como parte de la Unión Europea, no tiene tratado de libre comercio con Estados Unidos. En el caso de México y Canadá, que sí lo tienen, podría suspenderse, lo que tendría un impacto potente sobre su economía». Aunque la UE llevaba tiempo negociando con EE UU para implantar un acuerdo comercial entre ambas partes, la llegada de Trump a la Casa Blanca parece haber enterrado del todo cualquier posibilidad de alianza. Cree que la capacidad del Gobierno de EE UU para restringir el comercio con España es «muy limitada». «Ambos países forman parte de la Organización Mundial del Comercio, y no se pueden suspender las importaciones de un producto sin una motivación justificada». Por eso, opina que las exportaciones españolas hacia EE UU «no corren demasiado peligro, es la pérdida de oportunidad si no se firma el tratado de libre comercio», apunta. Según el último informe de Comercio Exterior, desde enero hasta noviembre de 2016 las exportaciones con EE UU supusieron el 4,4% de las ventas en el exterior, y las importaciones, el 4,6%.
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