Rescate a Grecia
Europa dice «no» a un tercer rescate a Grecia
El Eurogrupo rechaza la petición de Tsipras de una ayuda de 29.000 millones para hacer frente a la deuda.
La Comisión Europea buscaba ayer agotar todas las posibilidades para un acuerdo in extremis con Grecia. El propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ofrecía a Atenas una solución para que fuera posible cerrar un acuerdo de última hora y evitar así que el país no incurriera en impago con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La respuesta de Atenas fue una contrapropuesta, unas horas antes de que expirara el actual rescate a medianoche, lo que obligó a convocar un nuevo Eurogrupo extraordinario.
Los ministros de Finanzas de la zona euro concluyeron en apenas hora y media de conversaciones con un «no» a la propuesta griega, que podría modificarse hoy mismo para que el Eurogrupo la pueda volver a valorar. Antes del fin del Eurogrupo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, abrió la puerta a la posibilidad de que la situación se resuelva de una manera imprevista. «Me vuelvo a la Comisión Europea para seguir con Atenas, lo que probablemente va a producir resultados que no tienen nada que ver con lo que ustedes han escrito hoy», aseguró ayer Juncker, en un tono misterioso, a los periodistas en Bruselas.
Al no haber acuerdo, Grecia pierde el acceso a 16.000 millones de euros directamente. Los vencimientos hasta agosto, entre acreedores y externos y los pagos internos a los que el país tiene que hacer frente como salarios o pensiones ascienden a 9.000 millones de euros, según fuentes comunitarias. Las informaciones iban y venían con titulares sobre una nueva propuesta de último minuto llegada desde Bruselas, pero técnicamente no había diferencia con la publicada por la Comisión el pasado domingo. El concepto de novedoso viene porque la propuesta que el primer ministro, Alexis Tsipras, someterá a referéndum el 5 de julio no es la última propuesta, que estaba sobre la mesa cuando Grecia decidió romper de forma unilateral las negociaciones con los acreedores, sino «una antigua», según señalaron fuentes europeas.
Tanta era la expectación sobre una nueva propuesta llegada de la parte europea que la canciller alemana, Angela Merkel, calmaba los ánimos rápidamente. «Todo lo que sé es que la última oferta de la Comisión de la que estoy al tanto es del viernes de la semana pasada», sentenciaba Merkel. También reconocía la dificultad para llegar a un acuerdo antes de que concluya el programa de rescate. «Esta noche exactamente a medianoche hora centroeuropea, el programa expira. Y no estoy al tanto de ningún indicio real de nada más», aseguraba Merkel. La celebración del Eurogrupo no cambió el pronóstico de la canciller.
Desde Europa se esperaba un movimiento del primer ministro griego, pero no que llegara en forma de contrapropuesta: Tsipras pidió 29.100 millones para pagar vencimientos de deuda en los próximos dos años, además de una reestructuración de la deuda paralela. El acuerdo que propone Tsipras deja fuera al Fondo Monetario Internacional (FMI), para aliarse con el Mecanismo Europeo de Estabilidad. Esta propuesta formal llegaba el mismo día que cumplía el vencimiento de 1.500 millones con el FMI. Intencionadamente, Tispras dirigió su carta al presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, y al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y no al FMI.
La propuesta formal de Tsipras obligó al Eurogrupo a estudiarla, pero las conversaciones concluyeron sin acuerdo para la extensión de rescate. «La prórroga del rescate o la quita no son posibles. Y sobre la petición de un tercer rescate, se abordará a través de los procedimientos normales», señalaba el ministro de Finanzas finlandés, Alexander Stubb. Antes de que ayer diera comienzo la teleconferencia de los titulares de Economía, Alemania ya lanzaba su negativa a aceptar nuevas condiciones de Grecia antes de que concluya el referéndum convocado para el próximo 5 de julio. Fuentes europeas reconocían no entender la razón por la que Grecia ha vuelto a enviar una contrapropuesta tan diferente con respecto a la que estaba encima de la mesa horas antes de la fecha límite, cuando además ha convocado un referéndum para que sea el pueblo quien decida. Bien podría ser una estrategia para que Tsipras pueda vender en su casa la negativa europea.
Juncker propuso a Tsipras que aceptara las medidas que se cerraron el viernes por la noche y que la Comisión hizo públicas en su página web para que quedara claro dónde se habían quedado las negociaciones. Además, le instó a que se comprometiera a hacer campaña por el «sí» en el referéndum del domingo para que los socios vean que hay un cambio de actitud en su Gobierno. La última oferta de las instituciones recogía un préstamo de 15.500 millones de euros hasta noviembre para pagar vencimientos. Y desde la Comisión, si Tsipras acepta defender el «sí» de cara al referéndum, se estudiaría un plan para que Grecia tenga acceso a 35.000 millones, procedentes de Fondos Estructurales, que no es dinero nuevo.
Sobre la revisión de la deuda, desde la Unión Europea se está dispuesto a negociar en los mismos parámetros que se hizo en 2012, en base a alargar los plazos y reducir los tipos de interés, como ya se ha hecho. Sin embargo, las condiciones para poder aplicar esta flexibilidad son su absoluta necesidad y que Grecia cumpla con lo que se le exige dentro del segundo programa de rescate y por ahora no es el caso. Esta propuesta sólo podría plantearse para el mes de octubre si Grecia hubiera aceptado la prórroga de los acreedores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar