Europa

Bruselas

Francia entró en recesión y culpa a la zona euro

Francia entró formalmente en recesión en el primer trimestre de este año, según las cifras presentadas hoy, y el Gobierno señaló como principal responsable a la situación de crisis que se vive en la zona euro, para la que reclamó una reorientación de su política, un vuelco por el crecimiento.

El presidente francés, François Hollande, calificó de "grave"la situación, señaló que "la avería en el crecimiento afecta a Europa entera"y, por medio de la portavoz de su Gobierno, precisó que la recesión actual en Francia es "menos profunda"que la última que se había dado al comienzo de la crisis, en 2008-2009.

"Es la zona euro en conjunto la que está atascada", repitió el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, después de que el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) anunciara que por segundo trimestre consecutivo el Producto Interior Bruto (PIB) de Francia bajó un 0,2 % entre enero y marzo.

Eso significa que "técnicamente Francia está en recesión", reconoció Moscovici en unas declaraciones a la prensa a la salida del Consejo de Ministros, pero se esforzó en insistir en que "deriva sobre todo de la situación en la zona euro", que es el primer cliente de las empresas francesas.

Insistió en que Europa "es el primer factor de la ralentización"que sufre Francia, que "se comporta un poco mejor que el resto de la zona euro", pero "no se puede aceptar"en los países miembros que el nivel de paro siga siendo tan elevado.

Por eso defendió una "reorientación"de la política para que "la zona euro sea más fuerte y se vuelque en el crecimiento", algo que hoy mismo defenderá en Bruselas el presidente francés, François Hollande, ante el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

El INSEE explicó que el retroceso económico en el primer trimestre se debió tanto al descenso de la demanda interna, que amputó una décima de PIB, como al saldo del comercio exterior, que lo redujo en dos décimas.

El único elemento ligeramente positivo -y de carácter más bien técnico- fue la variación de existencias de las empresas, que aportó una décima al PIB.

El consumo privado bajó un 0,1 % entre enero y marzo, después de haberse mantenido estancado en los tres últimos meses de 2012, mientras que el descenso de los gastos en inversión fue del 0,9 %.

En cuanto al comercio exterior, las exportaciones siguieron bajando en el primer trimestre, con un descenso del 0,5 % después de haber caído un 0,7 % entre octubre y diciembre.

Las importaciones, por su parte, dejaron de retroceder y ascendieron un discreto 0,1 %.

Francia no había estado formalmente en recesión desde hace cuatro años, aunque durante 2012 su actividad ya se redujo tanto en el segundo trimestre como en el cuarto (un 0,2 % cada vez).

El INSEE, que también informó de que el poder adquisitivo de los franceses sufrió una caída récord del 0,9 % en 2012, previno de que si la economía permaneciera estancada desde el segundo trimestre, el PIB en el conjunto de este ejercicio se reduciría un 0,3 %.

Moscovici descartó esa hipótesis y se reafirmó en su previsión de un crecimiento del 0,1 % en Francia para el conjunto de 2013, gracias a una "recuperación progresiva"a partir del segundo semestre, y también en que habrá una "inflexión"en la curva del paro antes de que termine el año.

Aunque al mismo tiempo admitió que "eso supone la reorientación de la política europea".

El titular de Finanzas -sobre cuya sustitución se especula con fuerza tras las críticas recibidas incluso por parte de otros miembros del Gobierno- recibió un poco de aire por parte de Durao Barroso, que confirmó que Bruselas va a dar dos años suplementarios a Francia para que reduzca su déficit por debajo del 3 % del PIB.

El presidente de la Comisión Europea, en una entrevista a la emisora francesa "Europe 1", puntualizó no obstante que esa concesión se hace "a condición de que Francia presente un programa creíble de reformas", y recordó que el dictamen sobre si eso se cumple se conocerá el próximo día 29.