Macroeconomía

Funcas avisa de que España no cumplirá con el déficit marcado por Bruselas por falta de Presupuestos y de inversión

Funcas augura una bajada de tipos en 2024 y 2025 de 1,75 puntos. Avisa de que será "muy difícil" reducir la deuda por debajo del 105%

Carlos Ocaña, director general de Funcas
Carlos Ocaña, director general de Funcaslarazon

El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español se elevará este año del 1,8% este año 2024, tres décimas más respecto a sus anteriores previsiones, con un impulso en 2025 del 2%, lo que significa una desaceleración efectiva este año si se compara con los datos de 2023. Así lo ha constatado la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), que ha presentado la actualización de las previsiones económicas para España para el periodo 2024-2025, en la que estima que la prórroga presupuestaria reducirá dos décimas el crecimiento económico de este año al afectar al consumo público. El director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ha explicado que la aportación del consumo público al PIB de 2024 "sería de 0,4%, exactamente la mitad del año pasado. Un poco más de la mitad se esta desaceleración se debería a la reversión de las medidas del paquete antiinflación, y el resto sería a la prórroga presupuestaria", señaló.

Para justificar esa evidente desaceleración de la economía respecto al pasado ejercicio, Torres ha esgrimido dos factores: la política fiscal y la prórroga de los presupuestos. En el primer caso, ha detallado que se debe tener en cuenta que la retirada del paquete de medidas antiinflación -la mayoría de las cuales concluirá en julio- retraerá unos 8.000 millones de euros de la renta disponible de los hogares y además provocará un incremento "puntual y pasajero" de los precios al consumo.

Asimismo, apuntó el parón del consumo público se producirá porque "muchas de las partidas de gastos se congelan" e "inevitablemente puede conducir a un menor gasto con respecto al año pasado", máxime cuando los fondos europeos "están teniendo una menor ejecución en las empresas pequeñas", por lo que reclamó que se acelere el ritmo "para reactivar la inversión". Aunque Torres consideró que el despliegue de los Next Generation ha sido "satisfactorio", ya que España "prácticamente ha cumplido el calendario" de los hitos y objetivos, sin embargo "queda el eslabón final, cuánto llega a la economía real, y ahí el despliegue es más desigual".

Con esta base, las estimaciones de Funcas apuntan a que el déficit bajaría hasta el 3,2% en 2024 y hasta el 3% el año que viene, dos décimas por encima de las exigencias de Bruselas para este año, por lo que el Gobierno incumpliría con lo exigido. A la vez, ha alertado de que la deuda pública será muy difícil reducirla por debajo del 105% a finales del periodo del horizonte de previsión, por lo que prevé que se reduzca hasta el 106,2% este año y no se sitúe en el 105% en el próximo. Para los países como España con un endeudamiento superior al 90%, la normativa europea exige un descenso de la ratio de deuda pública sobre PIB de al menos un punto porcentual cada año.

Otra condición para alcanzar los objetivos marcados es que el déficit descienda al menos 0,25% puntos cada año hasta alcanzar el 1,5% del PIB. "Con un esfuerzo de inversión incrementado, la doble norma de déficit y deuda se cumpliría con ajustes graduales", ha apostillado Torres, que a la vez advierte de que en un escenario de persistencia de la actual debilidad de la inversión, el criterio de deuda exigiría un ajuste fiscal abrupto a partir de 2026.

Para Torres, uno de los principales retos de la economía española es el desequilibrio presupuestario, por lo que ha insistido en que la reactivación de la inversión es una prioridad ya que "es una variable clave para el crecimiento a corto plazo y el mantenimiento de la senda de crecimiento equilibrado para varios años. Ahí tenemos todavía un reto muy importante, que es el reto de reducir la deuda pública. No es un reto a muy corto plazo, pero sí que a medio plazo es un reto para nosotros".

Por su parte, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha reconocido que uno de los puntos que más preocupa es la débil evolución de la inversión. De hecho, ha advertido de que si ese déficit inversor no se corrige, se verá afectado el crecimiento y resultará mucho más complicado abordar el equilibrio fiscal requerido por Bruselas. Por tanto, este "factor de debilidad" de la economía provocará una menor evolución de la inversión, ya que si ésta no es suficiente limitaría la capacidad de crecimiento a largo plazo, la mejora de la productividad y el avance tecnológico, por lo que es de "crucial importancia mejorar la ejecución de los fondos europeos". Por tanto, desde Funcas avisan de que si el déficit inversor no se corrige, resultará mucho más complicado abordar el equilibrio fiscal requerido por Bruselas.

Finalmente, augura una bajada de tipos por parte del Banco central Europeo de 1,75 puntos entre este año y el viene, dividido entre 0,75 puntos "previsiblemente" a partir de junio y otro punto adicional a lo largo de 2025.