Atenas
Grecia trata de llegar a acuerdo con la troika bajo la presión del Eurogrupo
Las conversaciones entre los jefes de misión de la troika y el Gobierno griego se reanudarán hoy en Atenas bajo la presión de los socios europeos, que exigen cerrar cuanto antes una ronda de negociaciones que se prolonga desde septiembre y de cuyo término depende el desembolso de los tramos del rescate correspondientes a los últimos seis meses.
Una fuente gubernamental griega explicó hoy a Efe que durante la reunión del Eurogrupo del lunes y el martes se presionó a Grecia para que esta ronda de negociaciones se concluya durante el fin de semana.
La misma fuente añadió que la intención del Ministerio de Finanzas es llegar a un acuerdo antes de que termine la semana, pero aún hay dudas sobre si eso será posible y rechaza que se le imponga una fecha límite.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, explicó que durante el encuentro de los responsables económicos de la zona euro se examinó el informe provisional de la troika sobre Grecia y se concluyó que Atenas "no ha cumplido con lo acordado", por lo que hasta que no se cierren las negociaciones no será liberada la nueva dosis del rescate.
En las últimas semanas ha surgido un nuevo punto conflictivo en dichas negociaciones respecto a cómo utilizar los fondos del superávit primario -antes del pago de los intereses de deuda- logrado por Grecia en el ejercicio fiscal de 2013.
Según un acuerdo alcanzado en 2012, cuando aún la consecución del superávit primario parecía un objetivo lejano, el 30 % del monto logrado se dedicará al pago de la deuda, mientras que el 70 % se podrá utilizar para políticas de estímulo y cohesión social.
El volumen del superávit primario, según los primeros datos del Gobierno griego, que aún deben ser refrendados por Eurostat, ronda los 1.000 millones de euros, aunque la oposición critica que para conseguirlos el Estado ha retrasado pagos a proveedores, devoluciones impositivas y pensiones.
La intención del primer ministro, el conservador Andonis Samarás, que se enfrenta a unas elecciones locales y europeas cruciales en mayo, es utilizar el superávit primario para aumentar las pensiones más bajas y los salarios de policías y militares, según el diario "Kathimerini".
Sin embargo, los emisarios de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) aún tienen dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas de 2014, por lo que exigen a Atenas que utilice esos fondos excedentes para equilibrar el presupuesto.
Otras reformas polémicas exigidas por la troika son facilitar los despidos colectivos, reducir las contribuciones empresariales a la Seguridad Social, modificar la ley sobre huelgas y prorrogar la congelación salarial en el sector privado.
Además de una serie de recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la liberalización de ciertos mercados, como el de las farmacias, la venta de libros o la leche, que han puesto en pie de guerra a los sectores implicados.
El acuerdo del Gobierno con la troika es una condición para que el Eurogrupo desbloquee los tramos del rescate correspondientes al último trimestre de 2013 y al primero de este año.
La parte europea de este tramo asciende a 8.800 millones de euros, a los que se suman 5.300 millones de euros del Fondo Monetario Internacional.
Grecia necesita recibir ese dinero antes de mayo, para hacer frente a un vencimiento de bonos por valor de unos 10.000 millones de euros.
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