IPC

La inflación sube al 4,1% en abril, con los alimentos un 12,9% más caros que hace un año

El IPC general sube seis décimas en abril respecto al mes pasado, hasta el 4,1%, y ocho décimas respecto a hace un año. Los alimentos se mantienen en dos dígitos

El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,6% en abril en relación al mes anterior y elevó ocho décimas su tasa interanual, hasta el 4,1%, por el encarecimiento de los carburantes y una disminución menos intensa de los precios de la electricidad. Los precios de la cesta de la compra siguieron creciendo a dos dígitos en abril, aunque a menor ritmo, para sumar un 12,9% en tasa interanual, más de 3,5 puntos por debajo de la tasa de marzo, pero solo porque los precios de los principales productos básicos -carne, pan, cereales, aceites, leche, queso o huevos- aumentaron en menos en proporción que en abril de 2022 y porque el coste de legumbres y hortalizas fue menor respecto a hace un año, no respecto a 30 días antes, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Ministerio de Asuntos Económicos, que adelantaba ayer que se iba a producir "una fuerte desaceleración del precio de los alimentos y de la inflación subyacente" -según explicó la vicepresidenta económica, Nadia Calviño- ha tenido que reconocer que los datos no son tan buenos como esperaba por el repunte del IPC general, que han achacado al "efecto base" provocado por la comparativa entre la inflación de abril de este año con la del estallido de la guerra en Ucrania, aunque la subida de ocho décimas "es menos de la mitad" del registrado un año antes.

También han destacado que el último paquete anticrisis ha permitido reducir el incremento del precio de los alimentos, aunque han obviado que en tasa mensual -respecto al mes anterior- no se ha registrado ningún descenso, por lo que su impacto no ha permitido registrar bajada alguna. De hecho, la mayoría de los alimentos básicos en la cesta de la compra de las familias han encadenado subidas en estos primeros cuatro meses del año, salvo la fruta, que arrancó en enero con una caída del 3,5% y registró en abril otro descenso del 3,3%; las legumbres y hortalizas, que también empezaron el año con una bajada del 1%, pero que ya se ha quedado en nada, al volver a una senda alcista; el pescado y marisco, que dio un respiro en marzo con una bajada del 1,7% –aunque insuficiente para contener las subidas de los otros tres meses–; y el aceite, que registró en abril su primer decrecimiento del año (-1,8%).

Por tanto, desde que el Gobierno aprobó la rebaja del IVA sobre algunos alimentos, solo ha incidido realmente en el precio de las frutas, que ha retrocedido un 3,5%. Todo lo contrario que en productos tan importantes como las legumbres y hortalizas (+9,7%), el azúcar, confitura, miel y chocolate (+8,7%) y el agua mineral, refrescos y zumos de frutas (+7,5%) que experimentaron fuertes subidas en los primeros cuatro meses del año. Por su parte, el precio de la carne ha subido un 3,3%; el del pan y los cereales, un 3,2%; y el del pescado y marisco, un 2,4%.

Por su parte, desde Estadística achacaron directamente del nuevo repunte del IPC a la subida del precio de los productos energéticos, porque la disminución de los precios vinculados a la vivienda fue menor que otros meses como consecuencia de la evolución del coste de la electricidad, que desde el inicio del año disminuye con menor intensidad que en el segundo semestre de 2022. También tuvo un efecto negativo el empujón dado de nuevo por el incremento de los precios de carburantes, en contraposición al descenso que registró el mismo mes del año pasado.

La inflación subyacente -la que no tiene en cuenta el precio de la energía ni los alimentos- se moderó 0,9 puntos y se situó en el 6,6% interanual, pero continúa 2,5 puntos por encima del IPC general, mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -que mide el consumo interior- se situó en el 3,8%, siete décimas más que en marzo.