Inversión
La inversión debe ser constante, planificada y ordenada
Pasar de ahorrador a inversor, enseñanza de la mesa redonda sobre inversión a largo plazo celebrada en LA RAZÓN
LA RAZÓN reunió en torno a una mesa redonda titulada «¿Por qué invertir? Ciclo sobre el ahorro a largo plazo» a cuatro expertos en la materia. El debate, moderado por el periodista Ignacio Rodríguez Burgos, jefe de Economía de Onda Cero, estuvo protagonizado por Jorge Fuentes, gestor del equipo de Renta Variable Internacional de Bestinver; Manuel Romera Robles, profesor de Dirección Financiera de IE University (IE Business School) y director del Sector Financiero; Javier García Díaz, responsable de ventas para BlackRock en Iberia; e Ignacio Astorqui, socio de AFI Inversiones globales, SGIIC. El encuentro pudo seguirse en streaming a través de la página web del periódico.
Ignacio Rodríguez Burgos presentó la jornada sacando a la luz un dato, que en los últimos 20 años la inflación ha aumentado un 54%, según el Índice general de Precios de Consumo del INE. Con este dato, el moderador preguntó a los integrantes de la mesa su opinión de la situación actual de la inversión en España. En primer lugar tomó la palabra Jorge Fuentes para comentar, al hilo del dato de inflación, que, aunque parezca una obviedad, «hay que ser inversor y no ahorrador», pues pasados los años, el dinero ahorrado no aumenta, pero sí lo hacen los precios y el nivel de vida. La misma cantidad de dinero no rinde lo mismo hoy que hace 10, 20 o 30 años. Además, como el mundo siempre va hacia adelante y las empresas prosperan, pasar de ahorrador a inversor es un salto cualitativo, pues «invertir es realmente ser propietario de una empresa», compartiendo sus beneficios y teniendo como aliado principal al tiempo.
Ignacio Astorqui animó a los oyentes a no dejar pasar más tiempo y comenzar a invertir cuanto antes. En su opinión, «la inversión debe ser constante, planificada y ordenada».
Largo plazo
Uno de los conceptos clave de la mesa de debate fue el periodo de tiempo elegido para la inversión, el conocido como horizonte temporal. Toda inversión es siempre a largo plazo, y así lo confirmó Manuel Romera: «La inversión siempre está ligada al largo plazo, pues de lo contrario estamos hablando de especulación, y en el corto plazo la previsión es muy complicada». Por su parte, para Javier García lo importante para empezar a invertir es la estrategia, y en este sentido propone establecer tres hitos a conseguir y mantenerse fiel a ellos: «Primero hay que fijar el objetivo al que se quiere llegar. Después fijar un horizonte temporal y, por último, valorar y determinar el riesgo que se está dispuesto o se puede asumir. Con estas tres decisiones tomadas se puede empezar a invertir», y propuso a los oyentes varias herramientas: acciones, bonos, fondos de inversión, etc.
Una vez determinados estos tres puntos estretégicos previos a la inversión en sí misma, es momento de buscar una persona de confianza, especializada y profesional, en quien depositar nuestra confianza. Como apuntó Manuel Romera, «es importante contar con gestores de confianza», y en ello coincidieron sus compañeros de mesa.
Para Jorge Fuentes es indispensable hacer conocedor al inversor de nuestro país que «el largo plazo no se puede cambiar, y en este sentido las acciones son la mejor opción de inversión». Astorqui apuntó que, «si se cumple el horizonte temporal, la rentabilidad está asegurada».
Además, hay que ser optimistas, continuó Romera, «porque la volatilidad está ahí, como siempre ha estado y como siempre estará, pero es mejor tomarla como una oportunidad, más que como una amenaza», explicó el profesor de IE University. «No solo tenemos que entender la volatilidad, sino también aprovecharla», concluyó. Para Romera la actitud positiva y la búsqueda de la oportunidad es un factor determinante, que debe estar unido a la fidelidad al plan trazado, sin dejarse llevar por el miedo o las reacciones masivas de otros inversores. «El miedo generado por la incertidumbre, unido a la falta de formación financiera que hay en España es un problema», reconoció sin ambages Manuel Romera.
Formación y confianza
Jorge Fuentes, al hilo de los profesionales de la inversión, alegó que «la mayor parte de la sociedad tiene una imagen errónea del inversor», explicó. En su opinión, la educación financiera debería enseñarse desde la etapa escolar, y se llegaría a la edad adulta con una formación esencial para el futuro, sobre todo previendo la situación en que se encontrarán sistemas como el de pensiones dentro de no muchos años. Completando lo expuesto por Romera anteriormente, Fuentes comentó que «es cierto que hay volatilidad, pero no deja de ser una peculiaridad», una parte más del mercado, concluyó.
Sobre la formación en inversiones, Astorqui apuntó que la mejor forma de aprender es invirtiendo, y en este sentido los fondos de inversión antes mencionados por García «son una forma fabulosa para aprender», pues se ven muchas particularidades de muchas empresas y grupos diferentes.
Romera coincidió en que la mejor forma de tomar buenas decisiones es «conociendo dónde nos movemos», por lo que, «no es cuestión tanto de riesgo como de explicar bien las cosas».
Además, apuntó García, «el mundo de la inversión es hoy mucho más universal que hace años, y hoy cualquiera puede invertir, incluso en pequeñas cantidades». Lo importante, recalcó, es que estas inversiones, por pequeñas que sean, deben ser constantes en el tiempo, manteniéndose así feieles a las tres patas propuestas de su estrategia de inversión.
¿Cuánto y cuándo?
En este momento del debate, Rodríguez Burgos lanzó a los ponentes la duda de cuándo y cuánto se puede o se debe invertir. Los cuatro ponentes coincidieron que si, desde el primer sueldo, se destina una parte a inversión, la suma al final será muy alta, y viendo cómo avanzan los años esta suma se convertirá en un añadido muy necesario a la hora de la jubilación. Esta situación tiene varias explicaciones. Por un lado, el aumento de la esperanza de vida hace que, de media, una persona recién jubilada tenga por delate cerca de 20 años más, mientras que hace 40 la media estaba en menos de diez años. Por otro lado, la crisis de la natalidad que vivimos actualmente hará que el sistema de pensiones sea insostenible en pocos años debido a la tasa de reposición: donde antes había cuatro personas para sostener una pensión, hoy no llegan a 2,5.
Por todo ello, la inversión frente al ahorro vuelve a ser determinante, y los ponentes volvieron a insistir en que, en caso de no ser uno mismo quien determine dónde invertir sus ahorros, la figura del gestor es la clave, sin caer en la ingenuidad pues, como apuntó Manuel Romera, «también es cierto que no todos los que se dicen buenos profesionales de la inversión lo son».
La tolerancia al riesgo es fundamental a la hora de tomar decisiones sobre inversiones. «Es muy importante no entrar en pánico, porque detrás de una gran caída siempre viene una subida que sitúa el valor por encima de donde estaba antes de la caída», explicó Javier García, un argumento en el que coincidió con Manuel Romera, pues la inversión es «un método sobre todo estadístico».
En cuanto al cómo, todos los ponentes coincidieron en que la aportación periódica es la mejor forma de invertir, y para ello las propias empresas que se dedican a la inversión cuentan, cada vez más, con herramientas y recursos dedicados a la formación de sus empleados y clientes, algo que antes no existía, y que supone un valor añadido a los servicios ofertados por las compañías. «La mejor formación es enseñar a aprender», declaró Romera.
Astorqui, por su parte, explicó cómo en AFI cuentan con una Escuela de Finanzas, en la que se enseña a enseñar, esto es, que «solo el cliente informado es capaz de tomar buenas decisiones de inversión».
Cada vez son más las entidades que piden que se imparta formación para sus empleados, para que sean capaces de enseñar y explicar a sus clientes los pormenores de cada producto. Por su parte, Fuentes puso sobre la mesa la plataforma Bestinver Educatio, que cuenta con un gran número de herramientas de formación, con podcast, cartas trimestrales con noticias de dónde se ha invertido y dónde se pueden abrir nuevas oportunidades y muchos recursos de formación para adentrarse en las inversiones con mayor garantía y conocimiento.
El futuro
Una vez expuesta la necesidad de formarse y como colofón a la mesa de debate, Ignacio Rodríguez Burgos pidió a los ponentes una previsión a un año vista de cómo estarán los mercados, basándose, sobre todo, en las previsiones sobre el descenso, mantenimiento o subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo.
Entonces Astorqui tomó la palabra y explicó que evidentemente es difícil prever un futuro claro, pues «los grandes bancos se rigen por criterios macroeconómicos, y muchas de las inversiones son del espectro de la microeconomía». Sin embargo, aunque es difícil adentrarse en una previsión de este tipo, todos los ponentes coincidían en que es previsible que los tipos comiencen a bajar en los próximos meses.
Manuel Romera concluyó con que la inversión es necesaria para el ciudadano, porque «el mundo nunca quiebra y está lleno de oportunidades», explicó.
Javier García expuso que, al haber cambiado el paradigma, «los bancos ya no vendrán al rescate, porque, en parte, por esos rescates estamos hoy en esta situación».
Cerró el turno de intervenciones Jorge Fuentes, que comentó que «es muy previsible que los tipos de interés comiencen a bajar en poco tiempo».
Con estas previsiones, Ignacio Rodríguez Burgos dio por finalizada la mesa redonda, agradeciendo a los asistentes y a quienes siguieron el debate por streaming su presencia.
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