Trabajo
José Carlos Díez, economista, explota en redes sociales: "¿Y no pueden descansar un lunes que no hay turistas?"
La crítica del economista José Carlos Díez al cierre de tiendas en un Oviedo lleno de turistas ha encendido un agrio debate en redes sobre el crecimiento económico frente al derecho al descanso de los trabajadores
Unas calles de Oviedo a rebosar de turistas junto a comercios con las persianas bajadas a cal y canto. Esa fue la estampa que llevó al economista José Carlos Díez a publicar un comentario en la red social X que ha terminado por desatar una importante polémica. En su mensaje, Díez vinculaba directamente el cierre de las tiendas durante el fin de semana con lo que él considera una oportunidad perdida para el crecimiento de la riqueza en las regiones españolas.
De hecho, el economista planteaba una pregunta que iba más allá de la anécdota: cómo pueden las ciudades aprovechar el auge del turismo si la oferta comercial no se adapta a los momentos de mayor afluencia. Su análisis apuntaba a una falta de dinamismo económico, sugiriendo que la rigidez de los horarios comerciales frena el potencial de ingresos y, en última instancia, perjudica la prosperidad general de la zona.
Sin embargo, la reacción a sus palabras no se centró en el debate macroeconómico, sino que derivó en una oleada de indignación en las redes. El foco de la discusión viró rápidamente hacia la defensa de las condiciones laborales y el derecho al descanso de los empleados del sector servicios. Cientos de usuarios criticaron la aparente insensibilidad de la propuesta, contraponiendo la búsqueda del beneficio a la calidad de vida de los trabajadores.
El debate sobre los horarios comerciales enciende las redes
Lejos de rectificar ante el aluvión de críticas, el economista se reafirmó en su postura y respondió con una sugerencia concreta. Díez planteó la posibilidad de reorganizar los turnos para que los empleados del comercio descansaran los lunes, un día en el que, según su análisis, la afluencia de turistas desciende notablemente. De esta forma, las ciudades podrían aprovechar al máximo el tirón del visitante durante el fin de semana sin perjudicar el descanso semanal de la plantilla.
Asimismo, ante las comparaciones con el modelo del País Vasco, donde el comercio también suele cerrar sus puertas los domingos, el economista desestimó el paralelismo de forma tajante. Sostuvo que la situación de esta comunidad autónoma no es extrapolable al resto de España, argumentando que, si bien su renta per cápita está ahora cerca de la media europea, la región afronta un considerable déficit en su sistema de pensiones que pone en cuestión su sostenibilidad a largo plazo.
Por tanto, la controversia generada por un simple comentario sobre Oviedo deja sobre la mesa un debate de mayor envergadura. Se trata de un choque de visiones profundo entre la optimización de los recursos económicos para fomentar la riqueza y la protección de los derechos laborales como pilar fundamental del estado del bienestar. La discusión, lejos de cerrarse, sigue abierta y refleja una tensión social latente en el modelo productivo actual.