
Economía
Kenneth Rogoff: "Habrá recesión en los próximos dos años, pero no solo por culpa de Trump"
El economista y profesor de Harvard Kenneth Rogoff —exjugador profesional de ajedrez y representante de EE. UU. en varios campeonatos internacionales— advierte que los efectos de las políticas de Trump persistirán durante décadas, incluso si él no regresa al poder

Kenneth Rogoff, el ilustre profesor de economía de la Universidad de Harvard, dio una conferencia en la Fundación Rafael del Pino y presentó su último libro «Nuestro dólar, vuestro problema», donde argumenta que el auge de China, las tensiones geopolíticas y la creciente influencia de las criptomonedas están erosionando la posición global de la moneda estadounidense.
En su libro sostiene que el dominio del dólar ya no puede darse por sentado. ¿Por qué?
Efectivamente, el dólar va a perder parte de su hegemonía. No va a desaparecer ni dejar de ser importante, pero sí veremos una transición hacia un sistema financiero global más tripolar, en el que el dólar compartirá protagonismo con otras monedas como el euro y el yuan.
Habla de una erosión del dominio del dólar «por los bordes». ¿Qué escenario prevé a medio plazo: sustitución, fragmentación o coexistencia inestable?
Históricamente, los cambios en la moneda dominante son graduales. La transición del florín a la libra, y de esta al dólar, llevó décadas. Lo mismo cabe esperar ahora: un proceso largo de fragmentación del poder monetario global. Probablemente veremos un período de coexistencia entre varias monedas con una distribución más equilibrada de la influencia.
¿Qué consecuencias tendría una pérdida significativa del poder del dólar para economías dependientes como las de América Latina o África?
Las economías más pequeñas serán más vulnerables y volátiles. Esta mayor volatilidad será consecuencia directa de las políticas de EE. UU., que están debilitando al dólar y, por tanto, al orden monetario internacional. Esto podría acentuar la exposición de estos países a shocks externos.
¿Ve posible una alianza monetaria entre China, Rusia y otras economías emergentes para acelerar la desdolarización?
No, no habrá una alianza efectiva entre países emergentes. El verdadero motor será China, por su peso económico y comercial. El real brasileño o el rublo ruso importan poco globalmente, pero China es ya el principal socio comercial de muchos países, lo que genera incentivos crecientes para reducir la dependencia del dólar.
Usted señala la creciente importancia del euro. Pero Europa avanza lentamente hacia una unión fiscal real. ¿Puede el euro consolidarse como moneda de reserva sin esa integración?
Uso una metáfora deportiva para explicarlo: si el equipo A pierde a su estrella, el equipo B puede ganar sin mejorar. Trump está debilitando al «equipo» estadounidense, y eso fortalece al euro, incluso si Europa no ha avanzado tanto. La remilitarización de Europa también jugará un papel crucial: impulsará la inversión en tecnología y defensa, reforzando el euro como reflejo de una mayor presencia geopolítica. Europa necesita aumentar su capacidad de negociación y presencia internacional, y el fortalecimiento militar y tecnológico contribuirá a eso.
¿Estamos ante una depresión económica como resultado de las políticas de Trump?
No directamente. Habrá probablemente una recesión en los próximos dos años, pero no será solo culpa de Trump. La economía está sobrecalentada, y bajo cualquier presidente habría una corrección. Dicho esto, las políticas de Trump han causado daños duraderos al sistema: ha debilitado el estado de derecho, la investigación, la inmigración cualificada y el «poder blando» de EE. UU. Son efectos que persistirán décadas, incluso si él no regresa al poder.
¿Cree que hay lógica detrás de las políticas de Trump? ¿Qué intenta conseguir?
Durante su primer mandato, algunas de sus posturas tenían sentido. Por ejemplo, la política de fronteras completamente abiertas de Biden es insostenible: la inmigración es necesaria, pero no en forma descontrolada. También, aunque muchos comparten principios como diversidad e inclusión, el exceso del discurso «woke» ha generado preocupación entre sectores amplios de la población. Hay una percepción de adoctrinamiento ideológico desde la educación primaria hasta la universidad.
¿Qué opina sobre las restricciones de Trump a estudiantes extranjeros en universidades como Harvard?
Trump ha atacado frontalmente a universidades como Harvard, intentando imponer su visión incluso a costa de perjudicar su prestigio internacional. Curiosamente, el entorno académico se ha vuelto tan homogéneo ideológicamente que cualquier opinión ligeramente moderada puede considerarse de extrema derecha. Yo mismo, siendo un demócrata que apoyó a Clinton y Obama, soy visto como un radical por mis colegas, simplemente por no seguir todos los postulados del pensamiento dominante.
¿Y de su impulso a las criptodivisas en la economía formal?
Es un grave error. Puede provocar una crisis bancaria y financiera, no solo en EE. UU., sino a escala global. Hay una desregulación extrema que refuerza la economía sumergida y genera riesgos sistémicos.
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