España
La deuda española en manos foráneas vuelve al nivel de 2010
La solidez de la economía española ha devuelto el interés de los inversores extranjeros también en la deuda pública española. Los crecimientos sostenidos superiores a la media de los grandes socios de la Unión Europea han sido claves para que los ojos del capital exterior se enfoquen de nuevo en las emisiones del Tesoro Público, pese a que el tipo de interés en la deuda española se encuentra en terreno negativo en el corto plazo y en mínimos históricos en el medio y largo plazo. El bono español de referencia, a 10 años, cerró el pasado viernes con 1,7% de interés, empujado por una prima de riesgo de apenas 115 puntos. Con estos parámetros, la deuda del Estado en manos extranjeras alcanzó en octubre pasado el 53,30% para un total de 421.217 millones de euros. Un porcentaje similar al que tenía el capital exterior en 2010 (54,81%), aunque con un volumen muy superior, ya que ese año los tenedores de fuera de nuestras fronteras apenas acaparaban 278.110 millones.
A partir de ese año, los extranjeros fueron rápidamente alejándose de la deuda española ante las incertidumbres que provocaba nuestra economía. Con España al borde del rescate, en 2011 la renta fija en manos extranjeras cayó al 50,48% y en 2012 se precipitó abruptamente al 36,53% y los 224.662 millones de euros. Con los primeros efectos de las medidas introducidas por el Gobierno, mucho antes del «manguerazo» del Banco Central Europeo, los mercados exteriores volvieron a mirar a la deuda nacional. Así, en 2013 se hicieron con el 43,76% del total, un porcentaje que volvió a crecer en 2014 hasta el 49,58%. Aunque la mayor parte de la inversión extranjera se concentra en el largo plazo (bonos y obligaciones), el porcentaje que poseen en el corto (letras) es desconocido hasta la fecha. De los 421.217 millones de euros en su poder en octubre pasado, el 70,23% de la deuda a corto plazo pertenece a inversores no residentes en España. Son apenas 58.240 millones, pero en 2008 sólo el 20,85% de la deuda a corto estaba en sus manos (el 0,57% en 2001).
También en el largo plazo los extranjeros ganan a los inversores españoles. Concentran el 51,32% de las emisiones en bonos y obligaciones (362.977 millones) hasta octubre. El interés en deuda a largo plazo ha ido creciendo desde 2012, cuando la huida del capital extranjero de España fue notable. En sólo un año, los extranjeros pasaron de disponer de 240.665 millones (51,54%) en deuda a largo plazo a 191.614 millones (36,13%).
El hecho de que la deuda alemana sea incluso menos atractiva en términos de rendimiento que la española y que el BCE cobre a los bancos por guardar el dinero sobrante que la propia entidad les presta augura buenos tiempos para la deuda española en el corto y medio plazo. Al menos hasta marzo de 2017, cuando podría cerrarse la manguera del BCE.
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