Ciencia y Tecnología

La empresa zaragozana que juega en la «Champion League» de la innovación europea

La empresa zaragozana que juega en la «Champion League» de la innovación europea
La empresa zaragozana que juega en la «Champion League» de la innovación europealarazon

La compañía, una de las 100 pymes más innovadoras de la UE, cuenta con 120 patentes, entre ellas DrugSIP, un novedoso dispositivo para detectar consumo.

El 43% de los fallecidos en accidentes de tráfico dan positivo por alcohol, drogas o psicofármacos, según datos de la Dirección General de Tráfico. De ahí, que sea tan importante tanto la prevención como la detección rápida de este tipo de sustancias. Precisamente, para ayudarles en esta tarea, los agentes de Tráfico de la Guardia Civil disponen para realizar los controles de DrugSIP Mobility, de un dispositivo que detecta de forma ultrarrápida el consumo de drogas y que, además, se conecta vía «bluetooth» con las impresoras Cebra y las PDA de los agentes.

Este novedoso dispositivo es sólo una de las 120 patentes desarrolladas por AlphaSIP, una compañía aragonesa de biomedicina centrada en el diseño, desarrollo, producción y comercialización de diagnóstico médico, que combina nanotecnologías y medicina y que, a día de hoy, se encuentra entre las 100 pymes más innovadoras de Europa. La empresa surgió por la iniciativa del Dr. Brent M. Segal, químico de Harvard, que desde 2006 colaboraba con el hematólogo española Javier Roncalés en varios proyectos de capital riesgo. En agosto de 2008, las patentes registradas por el Dr. Brent Segal fueron adquiridas por Lockheed Martin, para los usos de espacio de defensa y energía, reservándose Alpha Szenszo las aplicaciones ambientales y biomédicas. La compañía logró desarrollar un chip básico que, posteriormente, se convirtió en herramienta de diagnóstico, un salto que supuso la creación de AlphaSIP, iniciativa que unía a los científicos, y que promovió Miguel Roncalés, sobrino del hematólogo español y doctor en Finanzas y Estadística. «La investigación médica en nanotecnologías es muy potente. Había un ecosistema que nos permitía crecer, así que actué como aglutinante y enlace entre distintas comunidades, como la Universidad de Zaragoza, la Complutense y Harvard. Pudimos combinar así una tecnología muy novedosa con distintas aplicaciones y, además, hacerlo de forma no invasiva», explica Miguel Roncalés, CEO de la empresa.

La nanotecnología es el pilar de esta compañía, ya que, tal y como asegura, Roncalés, «es más fácil que las cosas pequeñas vean las grandes». Sus productos facilitan una detección inmediata y eficaz de biomarcadores y otras sustancias, promoviendo así un mejor servicio sanitario y seguridad en carretera. Su tecnología, española y norteamericana, se dirige a la creación de plataformas de diagnósticos y de análisis, que permiten detectar enfermedades en el punto de origen, siendo DrugSIP un sistema no sólo de seguridad vial, sino también de salud laboral, capaz de detectar drogas en saliva y orina.

Así DrugSIP también está pensado para prevención de riesgos laborales. Roncalés explica que su dispositivo se puede llevar al ámbito empresarial para detectar si los trabajadores de una compañía están expuestos a los efectos de determinadas sustancias. «Las drogas crean un falsa sensación de seguridad, por lo que un empleado bajo sus efectos, puede poner en peligro no sólo su vida, sino también la de sus compañeros. DrugSIP no sólo es un instrumento coercitivo, sino también de ayuda. Por ejemplo, en Estados Unidos, estas pruebas de control de drogas en el ámbito laboral son habituales, así como la puesta en marcha de programas especiales en las que los trabajadores reciben la ayuda de compañeros para superar su adicción», asegura Roncalés.

DrugSIP es utilizado en compañías como Walmart o General Motors y en varios centros penitenciarios de Estados Unidos y México. «Nuestra conexión con el otro lado del Atlántico es muy estrecha, por lo que nos movemos como pez en el agua en este territorio», subraya. Actualmente, la compañía está trabajando en un avanzado sistema que permita, además de la detección, cuantificar la cantidad de drogas, convirtiéndose en pionera en hacerlo a nivel mundial, algo que no sólo ayudará a encontrar adictos, sino que ayudará a pacientes crónicos. «Por desgracia, la heroína ha vuelto. En Estados Unidos, está golpeando con dureza, y ello se explica, en una parte, por el mal uso que se está haciendo de los opiáceos farmacéuticos. Si no somos capaces de poner en marcha políticas de prevención, la heroína volverá, y también a España».

Diagnóstico molecular

Otro de sus productos estrella es PneumoSIP, un dispositivo que utiliza el diagnóstico molecular para detectar enfermedades. En tan sólo dos horas se puede saber qué tipo de patógeno esta causando la neumonía, de manera que se puede acertar desde el primer momento con el antibiótico a elegir, lo que reduce el riesgo de complicaciones en las poblaciones más sensibles a esta enfermedad, como son los bebés y los ancianos. Y es que, tal y como recuerda Roncalés, la neumonía es la segunda causa de muerte en niños menores de 14 meses.

AlphaSIP cuenta con la colaboración de importantes empresas y grupos punteros de investigación en el ámbito de la nanotecnología, como una «spin off» de la Universidad de Harvard, AlphaSzenszor, la Cátedra de Química de la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto Aragonés de Nanociencias, el Instituto de Ciencias de la Salud de Aragón, la Universidad de Zaragoza, el CEEI de Aragón y el Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC. La empresa dispone de 120 patentes, invierte más de 8,5 millones de euros en I+D, trabaja junto a centros de investigación de universidades y tecnológicos avanzados y cuenta con 16 investigadores externos en proyectos de cooperación. Los sistemas de AlphaSIP están financiados por la UE a través de «Instrumento Pyme Fase 2», un programa para las pymes más desarrolladas tecnológicamente hablando. «Estamos en la ‘‘Champion League’’ de la innovacion», precisa su CEO. «En España se innova mucho y, además, con gran calidad. Lo que falta es una mayor adopción de la tecnología española por parte de los españoles. Y es que tendemos a pensar que lo de fuera siempre es mejor, cuando no es cierto», concluye.