Trabajo
La FP Dual triunfa por adaptarse a las necesidades de la empresa
La Formación Profesional Dual representa en España solo el 3%, frente al 60% de los países centroeuropeos, según datos de la Fundación Bertelsmann
Esta modalidad de estudios, que combina formación y trabajo en las compañías, cumple cinco años. Se ha convertido ya en un sistema exitoso por su inmediata inserción laboral.
La Formación Profesional (FP) Dual acaba de cumplir cinco años y la mejora en la transición de la educación al mercado de trabajo fue uno de los motivos principales por los que España optó por introducirla. Es un modelo de formación en el que las prácticas en empresas tienen mayor peso que en la FP presencial o tradicional, (al menos del 33% de la formación se realiza en la empresa, hasta un total de 2.000 horas, respecto a las 400 horas de prácticas de la FP de siempre, hasta seis meses en la empresa). Aunque este tipo de estudios no goza en España todavía del prestigio que sí tiene en países como Alemania, Francia, Holanda y Suiza, con una tradición centenaria y un tiempo de cualificación en la empresa sustancialmente mayor, los datos reflejan que ha mejorado de manera notable la inserción laboral de sus estudiantes. Así se desprende del primer estudio sobre el impacto de la FP Dual en la inserción laboral de los jóvenes en España lanzado por el Servicio de Estudios de Fedea y J.P. Morgan con datos de la Comunidad de Madrid facilitados por esta Administración y por la Tesorería General de la Seguridad Social. Según dicho informe, los graduados de este tipo de enseñanza acumularon un 27% más de días de trabajo durante el año posterior a su titulación y también en ese tiempo, sus ingresos fueron un 32% superiores a los titulados de FP presencial, por el efecto combinado de más días de trabajo, días laborales más largos y una mayor duración del contrato.
«Mano de obra gratis»
Marcel Jansen, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid y de Fedea, señala que hay que apostar porque las empresas dejen de ver en este tipo de formación como una «mano de obra gratis, sino rentable en el tiempo, una apuesta acertada». Añade que el valor que genera a la empresa es «superior al dinero que ésta se gasta en la formación de estos estudiantes» y reclama «un marco regulatorio común que dé coherencia a esta modalidad de estudios en España pero adaptada al tejido productivo de cada comunidad autónoma». Quien, en este sentido, hace muy bien sus deberes es el País Vasco. Según datos facilitados por el viceconsejero de Formación Profesional del Gobierno vasco, Jorge Arévalo, el 96% de los estudiantes de FP Dual se incorpora al mercado laboral al día siguiente de concluir su ciclo formativo, frente al 86% de los alumnos de FP presencial. También existe una clara diferencia salarial. Los sueldos medios de los estudiantes de la presencial son de 1.400 euros mensuales frente a los 1.700 euros de media de los que cursan una Dual. Arévalo explica las claves de su éxito: «Nuestros centros de formación trabajan codo con codo con las empresas, están muy cercanos a sus necesidades, y las materias que se estudian se fijan en función de lo que busca el mercado. Al margen de los programas educativos, preparamos a los estudiantes en materias muy transversales lo que les capacita para trabajar en diferentes puestos de la empresa. Hacemos un seguimiento constante del alumno y éste recibe formación por parte de tutores especializados que se reúnen cada 15 días con los tutores de la empresa que también reciben formación específica. Al finalizar su ciclo formativo se hace una evaluación, una encuesta al alumno y a la empresa y si el grado de satisfacción por ambas partes es inferior a un ocho sobre diez, buscamos corregir aquello que no ha gustado. Es un proceso en el que están involucrados no sólo la Administración, sino también los agentes sociales». Añade que en el País Vasco el 98% del tejido empresarial está compuesto por pequeñas y medianas empresas (pymes) por lo que el reto es aún mayor. «No es fácil insertar a 2.300 alumnos en 1.500 empresas con menos de 50 trabajadores». Madrid, sin embargo, está en desventaja. Según datos facilitados por esta Comunidad, sólo un 20% de los alumnos de FP Dual es contratado por la empresa en la que ha realizado sus prácticas. «Nuestro gran caballo de batalla es agilizar el proceso desde el que se detecta una necesidad en el mercado laboral y ajustar la formación a esa necesidad», explica Alfonso Mateos Antón, subdirector general de Centros de Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial de la Comunidad de Madrid.
Nadie duda de las ventajas de la FP Dual y sin embargo, sólo el 3% del total de alumnos de Formación Profesional está en esta modalidad –requiere de un mayor esfuerzo por parte del alumnado puesto que a la instrucción académica se le añaden más horas de prácticas que en la FP presencial–. Sin embargo un estudio de ManpowerGroup calcula que, en los próximos 10 años se crearán 2,6 millones de nuevos puestos, de los cuales 2,3 millones serán perfiles técnicos y cualificados. Tendrá especial relevancia el número de puestos creados en sanidad, comercio y restauración.
En primera persona
Desde que en 2012 se establecieron las bases de la Formación Profesional Dual, por los complejos industriales de Repsol han pasado ya 400 alumnos de los ciclos formativos de grado superior. «Hay dos aspectos que consideramos clave para el éxito y la calidad de este programa: por un parte, una estrecha colaboración y diálogo con el instituto y la administración educativa, para una efectiva planificación y una adecuada orientación del alumno durante su estancia en la empresa. En segunda lugar, la dedicación de tutores e instructores de Repsol. Cada uno de ellos prepara un plan de aprendizaje y realiza un seguimiento y evaluación de los alumnos en prácticas, en coordinación con el instituto, con vistas a conseguir que la experiencia en un entorno de trabajo real ayude a los alumnos en sus objetivos», explica Salvador Lorenzo, gerente de integración profesional de Repsol y vocal de la Comisión de Formación de la Cámara de España. «Existe un gran desajuste entre la formación y el mercado laboral, lo que conlleva un nivel de sobrecualificación elevado, sin embargo en la FP hay talento y preparación. La gente joven necesita una orientación y tiene que ver en la Formación Profesional no el techo de su preparación, sino un comienzo que la permite acercarse al mundo del empleo de manera inmediata», advierte Lorenzo. La media de inserción laboral de los alumnos de la energética es del 40% y en algunos complejos del 100%.
En la Formación Profesional todavía quedan muchos estigmas por superar, como considerarla la alternativa de los malos estudiantes. «La FP es una herramienta para tener a personas formadas y conseguir frenar el abandono escolar», opina Domingo Antonio Rodríguez, subdirector general de ordenación e innovación de la Formación Profesional del Ministerio de Educación y FP. «Los datos de inserción laboral de la Dual son muy buenos y en ocasiones superan a los de la Universidad», añade Marcel Jansen. Quedan retos por delante y entre ellos, señalan los expertos, establecer un marco regulador común que dé coherencia a esta modalidad de estudios. «Tenemos que aprender de otros países y evitar una excesiva fragmentación garantizando ciclos formativos comparables entre todas las administraciones. Tenemos un sistema inconexo», sostiene Jansen. Una regulación global que el Gobierno anunció que presentaría antes de concluir 2018. Otro reto: que las pequeñas y medianas empresas se sumen también al carro de este tipo de formación.
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