Cataluña

La Generalitat cifra en 15.006 millones el déficit fiscal de Cataluña con el Estado en 2011

La Generalitat ha cifrado hoy en 15.006 millones de euros el déficit fiscal de Cataluña con la administración central en el año 2011, el último con datos disponibles, una cifra equivalente al 7,7 % del PIB catalán.

El déficit fiscal catalán se situó en 2011 entre el 5,7% y el 7,7% del PIB de Cataluña, lo que equivale a entre 11.087 y 15.006 millones de euros según el método de cálculo que se utilice, el de carga-beneficio o el de flujo monetario, respectivamente.

Así lo ha dicho este jueves en la presentación de las balanzas fiscales de 2011 el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, que ha comparecido en rueda de prensa junto con el director general de Análisis y Seguimiento de las Finanzas Públicas, Ivan Planas, y la subdirectora general de Financiación Autonómica, Montserrat Bassols.

Si se utiliza el método del flujo monetario, que relaciona el origen territorial del dinero público y dónde lo gasta la administración, Cataluña aporta el 19,2% del total de ingresos del Estado y recibe el 14% del gasto total, con lo que contribuye en una proporción superior a su peso en el PIB estatal --18,6% en 2011--, si bien lo que recibe no alcanza el peso de la población sobre el conjunto del Estado (16%).

Utilizando el método de carga-beneficio, que pondera los datos en función de cómo impacta el gasto público en el bienestar de los residentes de un territorio, el déficit fiscal se rebaja a 11.087 millones, el 5,7% del PIB, situándose en un 18,9% los ingresos del Estado aportados por Cataluña y en un 15% el gasto que la administración central asigna a la comunidad.

Mas-Colell ha indicado que durante el periodo comprendido entre 1986 y 2011, Cataluña sufre un déficit fiscal medio anual del 8% del PIB, y ha destacado que "hay una preocupación excesiva para bajar los impuestos", cuando la prioridad debe ser que el sistema de financiación autonómica permita garantizar que las comunidades tengan suficientes recursos para garantizar el Estado del bienestar.

Asimismo, el déficit fiscal por persona ha pasado de situarse en los 1.071 euros en 1986 a 2.055 en 2011, según el criterio de flujo monetario, con lo que se ha doblado en los últimos 25 años.

"El Gobierno del PP nos frena"

Al preguntársele sobre si estos datos ponen de manifiesto la veracidad de la expresión 'España nos roba', Mas-Colell ha dicho que él nunca ha utilizado este concepto porque está fuera la ley, pero sí que puede afirmar: "El Gobierno del PP nos frena".

"Los catalanes se lo han pagado todo de sobras", ha dicho Mas-Colell, que ha criticado que la normativa responda a modelos administrativos anticuados y poco ajustados a una economía moderna.

Según los datos de las balanzas fiscales presentadas el año pasado por la Generalitat, el déficit fiscal catalán se situó en 2010 entre el 5,8% y el 8,5% del PIB de Cataluña, lo que equivalía a entre 11.258 millones de euros (carga-beneficio) y 16.543 (flujo monetario).

Planas ha explicado que el hecho de que el saldo haya bajado en 2011 se debe, principalmente, a que el Estado tuvo un menor déficit en 2011 que en 2010 --pasó de 49.000 a 37.000 millones, según ha indicado--, con lo que el Estado se endeudó menos y ello motivó que Cataluña también tuviera que contribuir en menor medida SEGURIDAD SOCIAL

Si se calcula la balanza fiscal, que muestra la diferencia entre el gasto que el Estado realiza en un territorio y el volumen de ingresos que extrae para financiar el conjunto del gasto público, sin la Seguridad Social, el gasto recibido en la comunidad catalana cae desde el 14% al 9,4%, ya que el gasto de la Seguridad Social --pensiones y otras prestaciones económicas-- no esta sujeto a la discrecionalidad de las políticas territoriales del Gobierno central.

Sobre la viabilidad de una Seguridad Social catalana, el consejero ha dicho que las balanzas fiscales "demuestran claramente que Cataluña paga por todo lo que recibe", y ha asegurado que si según la estadística oficial este territorio es deficitario se debe a las convenciones contables.