Economía

La peste porcina en China hace saltar las alarmas en la industria cárnica española

El precio de la materia prima de los elaborados del cerdo ha crecido un 52% en un año por el fuerte del aumento de la demanda del país asiático

La peste porcina en China hace saltar las alarmas en la industria cárnica española
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Las alarmas se han encendido en la industria cárnica española. El motivo no es otro que el gran aumento de los costes en la materia prima que utilizan para elaborar productos de origen porcino. En tan solo un año, éstos se han incrementado un 52% y, en determinadas piezas, casi han duplicado su precio. Tras estas fuertes subidas, subyace la importante reducción de la cabaña de cerdos chinos, que se ha visto diezmada a raíz del brote de peste porcina africana que se declaró en un granja china en agosto de 2018 y que se extendió rápidamente no sólo por todo el país, sino también por otros nueve estados asiáticos. La consecuencia: un fuerte incremento de la demanda de este tipo de carne por parte de China, que ha aumentado las exportaciones de los principales productores del mundo, entre ellos España.

Esta situación que a «priori» favorece la actividad, sobre todo de productores y mataderos –las ventas de carne hacia China han crecido un 80% y el precio de los cerdos lo ha hecho en un 22% en el último año–, perjudica, sin embargo, a la industria de elaborados cárnicos, precisamente, por la tensión que se está produciendo de los precios en origen, según recoge el informe «Peste Porcina Africana. Retos y amenazas para los elaborados cárnicos», realizado por la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic).

El precio de determinadas piezas que son fundamentales para la elaboración de productos procesados, como tocino sin piel, papada sin piel, panceta, espalda y jamón de york, que representa entre el 50% y el 55% de los costes totales de la industria, se ha disparado a niveles históricos durante el primer semestre de 2019, y lo que es peor, no hay previsión de que regrese a niveles estándares. «Esta situación, que es muy complicada para la industria de productos cárnicos, no ha hecho más que empezar y, además, se atisba que no se trata de una circunstancia coyuntural. Las previsiones indican que la necesidad de importar porcino irá en aumento en los próximos años y la situación no se normalizará hasta dentro de cinco años», asegura Josep Collado, secretario general de Fecic.

Y es que, según las previsiones de Rabobank, China necesitará importar cuatro millones de toneladas en el año 2020 y gran parte de éstas llegarán del mercado europeo y, en especial, del español.

«No nos oponemos a que ganaderos y salas de despiece obtengan un margen óptimo, lo que sí pedimos es que se encuentre una acomodo a nuestra situación. En este sentido, estamos manteniendo reuniones con el sector de la distribución a través de CEOE, y estamos esperando a que se constituya un Gobierno para poder analizar la complejidad del problema y encontrar vías de solución. Y es que, mientras una parte de la cadena está viviendo un momento ‘‘dorado’’, otra, la que genera valor añadido al producto, está pasando por una situación preocupante», explica Collado.

El secretario general de Fecic hace hincapié en la necesidad de diseñar un plan de exportaciones de la industria cárnica con la apertura de nuevos mercados, al considerar que el europeo está ya muy consolidado y maduro, así la importación de determinados cortes de países como Brasil, Chile o Estados Unidos para controlar los precios de la materia prima.