Impuestos

La rebaja del IRPF beneficiará a 20 millones de españoles ya este mes

Moncloa garantiza que cumplirá con el déficit y no teme el contagio griego

El Gobierno posó ayer en Moncloa tras la incorporación del ministro de Educación
El Gobierno posó ayer en Moncloa tras la incorporación del ministro de Educaciónlarazon

La nueva rebaja de impuestos y el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 se aprobarán el próximo viernes, junto con el cuadro macroeconómico y los objetivos de estabilidad presupuestaria.

La nueva rebaja de impuestos y el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 se aprobarán el próximo viernes, junto con el cuadro macroeconómico y los objetivos de estabilidad presupuestaria. El día anterior el Ministerio de Hacienda reunirá el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para analizar con las comunidades autónomas el escenario presupuestario. Este calendario, que confirma la aceleración de los Presupuestos para aprobarlos en esta Legislatura, lo acompaño ayer el Gobierno de dos mensajes. Por un lado, la negación categórica de que la nueva rebaja del IRPF responda a un objetivo electoral. «Nuestra obligación es seguir gobernando hasta el último día y la situación económica permite ahora aplicar esta rebaja», explicó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros. Y, en paralelo, la advertencia de que si se paralizan las reformas en marcha con un Gobierno en el que estuviera Podemos, en alianza con los socialistas, la recuperación, la creación de empleo y las rebajas de impuestos se detendrían también. El espejo en el dicen que hay que mirarse es el del Gobierno de Syriza. «Si en España se revierten las reformas, se puede ir a una caída muy rápida del crecimiento económico y de la creación de empleo. Eso ocurre en cualquier economía», defendió el ministro de Economía, Luis de Guindos.

La vicepresidenta incidió en que el objetivo de la nueva rebaja fiscal es consolidar el crecimiento y la creación de empleo, además de compensar los esfuerzos que han tenido que realizar los ciudadanos durante estos años. En concreto, 20 millones de españoles percibirán ya en la nómina de julio los efectos de esta rebaja de impuestos, que prima el principio de la equidad y beneficiar a las clases medias y bajas aprovechando la mejora de la recaudación y la revisión al alza de las previsiones económicas. La rebaja del IRPF está plenamente encajada en la política económica del Gobierno, defiende Moncloa. La vicepresidenta del Gobierno también confirmó que el adelanto de la rebaja fiscal se compatibilizará con la puesta en marcha de otros compromisos para compensar los «esfuerzos que han tenido que hacer los ciudadanos», entre ellos, el de devolver al menos una parte de la paga extra que se quitó a los funcionarios en 2012, después de que en enero pasado se devolviera el 25 por ciento. «Con esta rebaja fiscal los ciudadanos pagarán en 2015 menos de lo que pagaban en el año 2011», explicó Sáenz de Santamaría. Una vez que el Ejecutivo apruebe la nueva rebaja del IRPF, la Agencia Tributaria pondrá a disposición de las empresas el nuevo sistema de cálculo de retenciones para que las asalariados puedan notar ya en su nómina de julio la rebaja del impuesto. La negación por parte de la vicepresidenta del carácter electoral de esta medida la ratificóGuindos, al subrayar que el adelanto de la rebaja fiscal no compromete el objetivo de déficit de este año, que se mantiene en el 4,2 por ciento. Justificó la medida en que hay un crecimiento mayor al previsto, una mejor recaudación y otras partidas están evolucionado mejor de lo inicialmente previsto, como la destinada a financiar la carga de intereses de la deuda o las prestaciones por desempleo, que ha disminuido porque el empleo va también mejor de lo previsto.

El ministro de Economía negó, asimismo, que esta rebaja haya sido acogida con suspicacias en Bruselas. «No ha habido ningún tipo de toque ni planteamiento al respecto» y el déficit fijado en el programa de estabilidad se mantiene. A horas de que se desvele la incógnita sobre el referéndum griego, desde el Gobierno advierten de que la victoria del «no» en la consulta sobre las propuestas de los acreedores internacionales haría que «todo sea mucho más complicado». Para el Ejecutivo español, la estrategia del Gobierno griego es un sinsentido, hasta el punto de que está consultando a la población griega sobre unas propuestas planteadas por el Eurogrupo que ya han expirado porque el contexto de financiación de Grecia ha empeorado. Guindos precisó que, más allá de los préstamos concedidos a ese país, España mantiene con Grecia unas relaciones bilaterales «importantes, pero no de una intensidad elevada», dado el tamaño de la economía griega