Bruselas

La UE bendice la apuesta de España para conjugar crecimiento y austeridad

Los líderes europeos reconocerán en la cumbre de Bruselas que ha llegado la hora de impulsar la economía y el empleo

De Guindos insistió en que la intención del Gobierno es bajar los impuestos
De Guindos insistió en que la intención del Gobierno es bajar los impuestoslarazon

«Los cambios de retórica siempre son complejos; tienen que ser sutiles en su evolución, pero se están dando». El que habla es el ministro de Economía, Luis de Guindos, la semana pasada en Bruselas, al evaluar dónde estamos en el tira y afloja entre austeridad y crecimiento para la resolución de la crisis, y que será el elemento central de la cumbre de los próximos jueves y viernes en la capital comunitaria. El titular español lo tiene claro: se está produciendo un «ajuste de la política fiscal» a la situación de recesión que invade la zona euro desde el año pasado. La abanderada de la austeridad, la canciller alemana, Angela Merkel, mantiene un anómalo perfil bajo en sus declaraciones, más acorde con su momento electoral que por convencimiento real de que el torniquete de la austeridad no deja respirar a la economía. Para el que no sea ducho en el retorcido lenguaje comunitario, el mensaje parece el mismo, se repite en cada esquina la necesidad de mantener el esfuerzo en las reformas estructurales y se señalan con el dedo los espacios de recaudación fiscal existentes. Pero ese giro en las «sutilezas» de los aspectos de la política fiscal «se está produciendo», y así lo percibe claramente el Gobierno español.

La nueva «aproximación inteligente» del Pacto de Estabilidad y Crecimiento incluye flexibilizar el calendario de reducción del déficit público y estudiar las cifras macroeconómicas de forma estructural, eliminando la influencia del ciclo bajista. A fuerza de resultados adversos en las previsiones, es evidente que la reducción del déficit «es inevitable, pero hay que compatibilizarlo con la evolución económica, que está siendo peor de lo que se pensaba». Y es que la incertidumbre que sigue afectando a los mercados financieros y el estancamiento de la actividad económica este año aparecen en todas las previsiones y los niveles de paro que se registran en la UE son insostenibles.

De hecho, la carta enviada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a los líderes de los 27 apunta que las más recientes previsiones sugieren que la recuperación será lenta y frágil en la zona euro, por lo que en 2013 habrá que seguir adelante con reformas estructurales «que impulsarán la competitividad y reforzarán todavía más la confianza en la economía». Pero, en todo caso, el político belga quiere remachar durante el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno que «puede y debe hacerse más». Y ese margen sólo está en incentivar la economía porque por el lado del ajuste ya se ha hecho todo lo que se podía.

«Tenemos que recurrir a nuevas fuentes de crecimiento y empleo, y la profundización del mercado único eliminando las barreras existentes es clave a este respecto», plantea Van Rompuy.

La discusión de jueves y viernes pretende así preparar una nueva revisión para el mes de junio de la aplicación del Pacto de Crecimiento aprobado el año pasado, cuando en plena crisis los líderes pactaron una ambiciosa agenda de reformas que aún no se ha conseguido aplicar en su totalidad. El objetivo, señala en su misiva, es contribuir al deseo que todos compartimos: «Una UE en la senda del crecimiento sostenible hacia el final de la década».

El borrador de conclusiones del Consejo Europeo pone negro sobre blanco que la UE quiere seguir con la senda del ajuste, ya que «se están logrando avances sustanciales» hacia unos presupuestos estructuralmente equilibrados, pero aunque sigan los esfuerzos tendrá que aplicarse una política diferenciada que fomente la consolidación fiscal, sin estrangular el crecimiento. En resumen, una «mezcla apropiada de medidas de gastos e ingresos» y la puesta en marcha a corto plazo de medidas que impulsen el crecimiento y el empleo, sobre todo para los jóvenes, y las inversiones que favorezcan la actividad económica.

De Guindos promete más crédito

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que el Ejecutivo usará a las entidades nacionalizadas «de una forma razonable y racional» para dar crédito a la economía y que éste se centrará preferentemente en las pymes, ya que hay empresas que se han sobreendeudado. Aunque Bruselas sugirió la pasada semana que a España le queda margen para subir impuestos como el IVA o el de hidrocarburos, la intención del Gobierno es caminar en sentido contrario. De Guindos insistió en Antena 3 en que el Gobierno bajará los impuestos si es compatible con la reducción del déficit y, en el caso concreto del IRPF, indicó que la subida era para dos años (2012 y 2013) y que este impuesto estaría entre los que se bajarían. En cambio, rechazó de forma contundente que el Gobierno contemple subir otra vez el IVA, y aseguró que no está sobre la mesa «en absoluto» subir otros impuestos. Dicho esto, afirmó que si bien la subida del IVA fue el «menor de los males», la política fiscal que ha llevado a cabo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha sido «uno de los mayores éxitos» de la política económica del Ejecutivo.