La UE niega un ultimátum a España pero exige ajustes

«Siempre somos muy pacientes en el caso español», afirma el comisario Moscovici.

Bruselas aprieta, pero no ahoga. La Comisión Europea, a pesar de haber remitido ayer una carta al Gobierno todavía en funciones, en la que le apremia para que realice el ajuste de 5.000 millones de euros ya comprometido con nuestros socios europeos, está dispuesta a esperar. Así lo confirmó ayer el comisario de asuntos económicos de la UE, Pierre Moscovici, al asegurar que la misiva no puede ser interpretada como un ultimátum y al resaltar el respeto de la capital comunitaria a los procedimientos democráticos de cada país. «No estamos dando un ultimátum, respetamos los ritmos democráticos. Esperamos que se cumplan los compromisos y que se adopten las medidas prometidas lo antes posible, pero siempre somos muy pacientes en el caso español», declaró el político francés. Según establece la legislación europea, «en casos excepcionales» el ejecutivo comunitario puede «consultar al Estado miembro en el plazo de una semana a partir de la fecha de presentación del proyecto del plan presupuestario». Si Bruselas constata un incumplimiento «especialmente grave» puede adoptar un dictamen, en el plazo de dos semanas a partir de la fecha de presentación de las cuentas públicas del país, en el que pida enmiendas. El Estado tendría tres semanas para tomar las medidas pertinentes.

Toque de atención

Resulta evidente que en el caso español Bruselas entiende la situación de interinidad que ha atravesado el Ejecutivo durante casi un año. La capital comunitaria envió este pasado martes un toque de atención, no sólo a nuestro país, sino también a Italia, Portugal, Bélgica, Lituania (también con un Gobierno en funciones), Chipre y Finlandia. Moscovici, sin embargo, se limitó ayer a pedir a nuestro país que adopte las medidas «lo antes posible» y «garantías» de que el nuevo Gobierno –ya con plena operatividad– enviará unos nuevos presupuestos con los ajustes pendientes por valor de 5.000 millones de euros según los últimos cálculos, tanto del ejecutivo en funciones como de Bruselas. La carta alerta de que la falta de recortes y/o alza de impuestos podría conllevar «riesgos para una corrección sostenible y en plazo del déficit excesivo».

El comisario de asuntos económicos explicó ayer ante la prensa la propuesta de Bruselas para establecer una base imponible común en el Impuesto de Sociedades que impida a las multinacionales la elusión fiscal, con lo que la recaudación en el impuesto de sociedades de las grandes empresas caería el equivalente al 0,27% del PIB comunitario. Con ello, España perdería más de 2.000 millones.