Puertos del Estado
Los sindicatos dan por hecho que habrá huelga a partir del lunes
Aunque no abandonarán la negociación con la patronal, insisten en los paros contra el decreto de liberalización del sector salvo que haya un cambio de postura del Gobierno
Aunque no abandonarán la negociación con la patronal, insisten en los paros contra el decreto de liberalización del sector salvo que haya un cambio de postura del Gobierno
La huelga en los puertos españoles es casi inevitable. Esta vez, las nueve jornadas de paros convocadas por los sindicatos de la estiba a partir del próximo día 6 para protestar por la liberalización del sector no parecen tener vuelta atrás, como ocurrió la semana pasada. Aunque la patronal –Anesco– y los sindicatos volvieron ayer a verse las caras y ambas partes salieron del encuentro razonablemente satisfechas, el portavoz de la Confederación Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, insistió en que la huelga «nada tiene que ver con el proceso de negociación. El causante de la huelga es el decreto ley [que liberaliza el sector y que el Gobierno aprobó el viernes pasado a instancias de la UE]. La clave para que esto cambie es el decreto. Si no hay un cambio sintomático por parte del Ministerio de Fomento, habrá huelga. Sin cambios en el decreto, habrá huelga», concluyó el representante sindical.
Decreto casi innegociable
La postura de los trabajadores, unida a la manifestada por activa y por pasiva por el Gobierno en las últimas semanas, hace casi inevitable el conflicto en los puertos españoles. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha reiterado que el decreto recoge todas las reivindicaciones de los trabajadores que Bruselas ha permitido y que, por tanto, es poco menos que innegociable. Ni siquiera en el hipotético caso de que patronal y sindicatos alcanzasen esta semana un acuerdo sería muy factible detener las movilizaciones. Los estibadores quieren que el empleo de los actuales trabajadores quede garantizado en el decreto ley. El Ministerio de Fomento, sin embargo, argumenta que esto es imposible y que corresponde al ámbito de la negociación colectiva entre patronal y sindicatos acordar las condiciones de trabajo de los estibadores.
Tampoco parece sencillo, por no decir que resulta casi imposible, que ambas partes lleguen a un acuerdo esta semana porque ni siquiera está claro que vuelvan a verse las caras de aquí al día 6 de marzo, cuando está convocada la primera jornada de paros. Ayer, acordaron abrir de manera formal una negociación basada en tres ejes fundamentales: compromiso con las condiciones de trabajo, gestión de los excedentes de trabajadores que pudieran existir y subrogación de los contratos en las condiciones que se acordaran; mejora de la competitividad de las empresas por vía organizativa, y mantenimiento del proceso de negociación abierto el tiempo que sea necesario hasta alcanzar acuerdos que respondan a las necesidades del sector.
Para analizar estas cuestiones, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, que está mediando en el conflicto, ha acordado reunirse hoy por separado con las partes para discutir los aspectos técnicos de estos puntos. Luego, decidirán qué día vuelven a reunirse de forma conjunta, aunque Peña reconoció que será «muy difícil» alcanzar acuerdos antes del lunes. Los propios sindicatos reconocen que las negociaciones tardarán en coger vuelo porque la patronal todavía no ha evaluado qué plantillas puede asimilar y subrogar. «Todavía no han aclarado [las empresas] si están en disposición de garantizar el 100% del empleo», declaró Antolín, que añadió que hasta que no se aclare este punto, será difícil que las conversaciones avancen.
Los sindicatos mantienen su posición de fuerza porque todavía tienen depositadas sus esperanzas en que el decreto ley no sea convalidado por el Congreso de los Diputados. Eso les daría la opción de que se pudiera tramitar como proposición de ley con opción a enmiendas. Aunque el Gobierno no dispone en este momento de apoyos para su convalidación –bastaría con el voto a favor del PSOE o su abstención–, también ha advertido de que las esperanzas de los sindicatos no tienen excesivo fundamento. De la Serna advirtió la semana pasada de que una ley que recogiera las demandas de garantía de empleo que piden los sindicatos de la estiba y que ya ha rechazado Bruselas volvería a ser tumbada por la Comisión Europea, impulsora de la liberalización del sector. Esta situación sólo abocaría a España a la multa de 134.000 euros diarios que, según Fomento, está muy próxima a imponer el Gobierno comunitario a nuestro país por no haber liberalizado todavía el sector.
«Hay empresas desviando barcos»
Los puertos españoles están ya perdiendo tráfico de mercancías, dado que hay empresas que ya están desviando sus cargas a otros países ante el anuncio de tres semanas de paros de los sindicatos de estibadores a partir del próximo 6 de marzo. Así lo advirtió ayer el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, quien además señaló el «riesgo cierto» que supone que los puertos españoles pierdan esos tráficos de forma definitiva.
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