Grecia

Los griegos eligen hoy entre el euro o la quiebra

La Razón
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Ayer fue, en teoría, la jornada de reflexión en el día previo al referéndum de hoy. Aunque hablar de «reflexión» tras una campaña frenética de apenas una semana y en un país en medio de un corralito, parece una falacia. Los griegos votarán más con el corazón y la intuición, sin tiempo para analizar unas consecuencias, que, como muchos temen, ni siquiera se conocen.

Las condiciones en las que ha transcurrido la campaña han polarizado el clima social en Grecia, con una tensión creciente a lo largo de la semana como se ha podido notar a la hora de hablar con la población. El «no» será un «no» a los «ultimátums» y al «miedo», decía el primer ministro, Alexis Tsipras, en un mitin. El «sí» será un «sí» al euro y a Europa, se podía leer en los carteles favorables al acuerdo con los acreedores. La campaña se ha reducido, al final, a una pugna entre entender la votación como un plebiscito a la continuidad de Grecia en la eurozona, o no.

Resultado incierto

Ayer continuaron las discusiones subidas de tono en los bares y las colas en los cajeros. Y los políticos apuraron para lanzar sus últimos mensajes con el objetivo de convencer a los indecisos. Alrededor del 10% de los votantes que pueden decantar la balanza en favor de unos u otros. Según las últimas encuestas, ambas opciones rondan entre el 40% y el 50%, con una ligera ventaja del «sí».

Esa mínima diferencia –muestra también de la profunda división de la sociedad helena– hace pensar que el resultado dependerá de pequeños detalles. A una posible victoria del «sí» puede contribuir la decisión del Partido Comunista (KKE) –con un 5 por ciento del electorado, muy disciplinado– de repartir papeletas con su propia reivindicación, que contarán como nulas. Un apoyo que ideológicamente reforzaría al «no». Que no puedan votar los expatriados, muchos de ellos jóvenes con estudios indignados por la grave crisis económica que azota a su país, puede restar un puñado de votos a la negativa al acuerdo.

Ascenso del «no»

El «no» podría beneficiarse de otros factores. Según algunas encuestas, la movilización del «sí» es mucho menor porque algunos no ven sentido votar en un referéndum que ni siquiera apoyan. Eso permitiría el ascenso del «no». Además, a diferencia de las elecciones de enero, esta vez votarán unos 100.000 jóvenes que cumplen 18 años en 2015. Un voto joven que, previsiblemente, se decantará por el «no».

Tendencia en la calle

La tendencia en las calles esta última semana permite entrever un retroceso del apoyo al «no» debido sobre todo al malestar generado por el control de capitales decretado por el Gobierno de Syriza. La viceministra de Finanzas, Nantia Valavani, destacó ayer el hecho de que «Grecia es el primer país en la historia que celebra un referéndum con control de capitales». Por eso el primer ministro, Alexis Tsipras, quiso calmar a los griegos afirmando que, sea cual sea el resultado, el martes habrá acuerdo con los acreedores. Algo que, según ellos, permitirá la reapertura de los bancos helenos.

No obstante, el diario británico «Financial Times» publicó ayer que existen planes oficiales para efectuar quitas del 30% a los depósitos de más de 8.000 euros. El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, calificó esa publicación como una «provocación» justo antes de la decisiva votación. Por su parte, la presidenta de la Unión Griega de Bancos, Luka Katseli, desmintió esa información y señaló que hay una «alta probabilidad» de que los bancos abran el próximo martes. Todo dependerá, sin embargo, de la financiación del Banco Central Europeo.

Algunos griegos votarán pensando en el bolsillo, como la mayoría de comerciantes, que apoyan el «sí», mientras que otros afrontan el referéndum como la «última esperanza» para acabar con la crisis, sin importar las consecuencias que pueda conllevar, incluso una salida del euro, como han advertido desde Bruselas. A partir de las siete de la mañana, 10,8 millones de griegos podrán votar hasta las siete de la tarde.

El futuro del país, en juego

En esas doce horas se decidirá el futuro del país. A partir de las ocho de la noche –hora local, una hora menos en España, y Bruselas– se conocerán los primeros resultados. Para que la votación tenga validez, se debe superar el 40% de participación. Algo que a priori se alcanzará, pues en las elecciones de enero el dato ascendió al 63,87 por ciento nada más y nada menos. No se sabe cuánto durará el escrutinio, pero será más rápido que en los comicios legislativos. El último referéndum en el país se celebró hace 41 años, en 1974, para decidir sobre el futuro de la monarquía, que finalmente cayó. Hoy estará en juego el destino del país en Europa.

Las cifras del referéndum

► 40% de participación es la necesaria para que el resultado del referéndum sea dado por válido

► 10,8 millones de griegos están llamados a votar en sus respectivos colegios electorales

► 41 años han pasado desde la última consulta, que fue sobre la monarquía

► 12 horas estarán abiertos los colegios electorales, de 7 de la mañana a 7 de la tarde

► 7.000 griegos viven en España y no podrán votar por la celeridad con la que se ha montado la consulta