Los sobrecostes, presentes en otros proyectos faraónicos

MADRID- Grandes obras implican costes de acuerdo a su enormidad. El sobrecoste del Canal de Panamá no es la diferencia más notoria entre lo estimado y el coste final.

Nueva York ha sufrido el incremento de precio final en el «Transportation Hub» que se situará en la zona cero del ataque terrorista del 11 de septiembre. Las obras del intercambiador finalizarán en 2015, y tenían un coste estimado de 1.612 millones. Al final, tendrán un precio de 2.487 millones. Conectará trece líneas de metro, y pasarán 250.000 pasajeros al día.

Brasil, el centro del mundo este verano, también tiene problemas de sobrecostes. La organización del mundial gastará previsiblemente diez mil millones de euros, lejos de los dos mil millones iniciales. El coste para los doce estadios en los que se disputará el mundial asciende a 2.500 millones de euros, mientras que en los mundiales de Alemania y Suráfrica el precio fueron de mil millones.

Alemania ha sufrido los sobrecostes en diversas infraestructuras como la estación de Stuttgart, cuya inversión inicial era de 2.600 millones de euros y acabó costando a las arcas públicas 6.000 millones de euros. El aeropuerto de Willy Brandt, en Bradenburgo, ya le ha costado al Gobierno 4.500 millones de euros, frente a los 2.800 previstos, y su inaguración se ha retrasado varias veces.