Actualidad

Bruselas

Más vulnerables de lo que parece

La Razón
La RazónLa Razón

Irlanda: un país de nuevo en pie

Los bancos irlandeses serán examinados por el Gobierno de la república antes de que la Unión Europea lleve a cabo sus test de estrés. La fecha, sin embargo, será una vez superado el programa de rescate, en la primera mitad de 2014. El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, da así cierto oxígeno al sistema financiero del país, que había advertido de las desventajas de desarrollar el proceso notablemente antes del que prevé Bruselas en los seis primeros meses del próximo año. Irlanda, el segundo país de la zona euro que fue rescatado por el Fondo Monetario Internacional en 2010, después de Grecia, recibió su último tramo de ayuda el mes pasado. Presupuestos ajustados en línea con las condiciones de su rescate de 85.000 millones de euros (114.000 millones de dólares) han ayudado al país a ponerse de nuevo en pie.

Una banca resistente pero sospechosa

Pese a sus contrastados resultados y una dispar gestión del riesgo, los expertos coinciden en destacar la relativa buena salud de los bancos franceses. Los ocho grandes grupos que representan el 97% de total de los activos de los bancos galos pasaron las pruebas de estrés de la autoridad gala de Control Prudencial, que se apoyan en tres indicadores: solvencia, liquidez y contagio. Pero la principal inquietud viene de la exposición de estas entidades a países europeos periféricos en crisis como Italia o España. De hecho, la agencia Moody's mantiene la «perspectiva negativa» para las principales bancas galas. Estiman que en caso de una fuerte recaída financiera en la eurozona, todavía son muchos los millones de activos españoles (77.000 millones de euros), pero sobre todo italianos (233.000 millones) conservados en las carteras de las principales entidades francesas.

Un armazón basado en la estabilidad de las entidades británicas

La autoridad de Regulación Prudencial ordenó en su último informe de junio a la banca británica reforzar sus balances por un total de 27,1 mil millones de libras para evitar una repetición de la crisis de 2008. Mientras que el Royal Bank of Scotland (RBS) debe encontrar 13,6 mil millones de libras esterlinas, Lloyds carece de 8,6 mil millones de libras en capital. Barclays, por su parte, debe aumentar su capital en 3 mil millones de libras. Además, se pidió a las entidades que cumpliesen las nuevas normas de Basilea III, que exigen mantener los recursos de capital de al menos el 7% de sus «activos ponderados por riesgo». Con el estallido de la crisis en 2008, se nacionalizaron total o parcialmente los bancos más afectados, en particular Northern Rock, RBS y Lloyds. Se estima que el Tesoro ha tenido que invertir 124.000 millones de libras (155.000 millones de euros) en el rescate de entidades, con unas pérdidas para el contribuyente estimadas en 31.000 millones de euros. En 2012, también se pidió a la banca comercial unas reservas de capital de calidad para afrontar posibles pérdidas de al menos el 10% y a los grandes grupos bancarios un fondo de absorción de entre el 17 y el 20%. Se calcula que la reforma costará a los bancos entre 4.00 y 7.000 millones de libras (de 4.600 a 8.100 millones de euros).

El escándalo del MPS arroja dudas en Italia

Los test de estrés dejaron en un buen lugar a los bancos italianos que se examinaron: Intesa Sanpaolo, Unicredit, Monte dei Paschi di Siena (MPS), Ubi y Banco Popolare. Todos ellos superaron con amplio margen el valor de referencia mínimo del 5% de capital básico que se exigía. Los activos de estos institutos de crédito representan el 62% del total del sistema bancario nacional. Cuando estalló el escándalo de MPS, la tormenta perfecta estaba servida, pues además de los 1.000 millones de euros de deuda que mantiene la fundación que controla MPS con los institutos de crédito que financiaron aquella operación, el ejercicio 2011 se cerró con pérdidas de 4.690 millones. El banco sólo se libró de la quiebra gracias a la inyección de dinero público y en los últimos años 3.900 millones de euros del Estado.

Descontrol en las cajas regionales

Puede que parezca extraño, pero Alemania ha sido uno de los países de la eurozona que más ayudas públicas ha destinado a su sistema financiero. Según datos de la Comisión Europea, han salido de las arcas del Estado alemán más de 250.000 millones de euros. El problema, quizás, es que su escasa repercusión en el mercado de deuda los ha hecho casi «invisibles» a efectos de los medios de comunicación. Alemania tiene miedo no por sus grandes bancos (Deutsche Bank o Commerzbank) sino por sus cajas de ahorros regionales, nada transparentes en su cuentas y excesivamente vinculadas a los «länders». Una tercera parte del sistema financiero alemán se articula sobre las «sparkassen» y sus correspondientes «landesbanken». Se cree que pueden tener un agujero de 250.000 millones de euros.