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Banco Santander

Mejorar la obra recibida

La Razón
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Las obras de los mejores empresarios y banqueros, si son sólidas, perdurarán. No hay mayor logro que dejar el fruto del trabajo bien hecho. Ése es el gran servicio de aquellas personas que han dedicado toda su vida, sin atender a esfuerzos y dificultades, a construir una empresa seria, fiable y respetada. Emilio Botín era uno de estos hombres entregados a su trabajo, que deja como herencia la mayor entidad bancaria de España, Europa y con amplia representación en el mundo, especialmente en Latinoamérica. Hasta el último momento ha estado trabajando, y con ello demuestra su compromiso con el Banco de Santander. El gran enigma de su labor es saber cómo un pequeño banco de provincias se ha convertido en el mayor de la euro zona. Sin embargo, esa pregunta tiene respuesta. El trabajo bien hecho da siempre fruto y tomar las decisiones correctas, sin riesgos y con responsabilidad, es la única manera de situarse en la primera línea de los más solventes bancos internacionales. No es fácil en un mundo de gran competencia, muy profesionalizado y donde, como en ningún otro sector, se sienten los efectos de las decisiones políticas. Me atrevería a decir que, como los grandes emprendedores, supo detectar los signos del futuro: la globalización del mercado y, de manera especial, del mundo financiero. El papel de Emilio Botín en ese proceso de internacionalización de la banca española fue fundamental. En su gestión demostró tener capacidad de liderazgo para emprender un continuo proceso de fusiones y adquisiciones nacionales para conseguir el liderazgo de la banca española. En los momentos de dificultades ha estado comprometido con España, aportando algo que en el mundo de la banca es de por sí un capital: optimismo en la economía de nuestro país y en su crecimiento. Creo que muchas veces no somos conscientes de lo que supone para un país la obra de personas como Emilio Botín, puesto que, por encima incluso del éxito del Banco de Santander, está el haber sabido mejorar y superar el trabajo de sus antecesores. Fue heredero de la tradición financiera de su familia, ya que no sólo su padre sino también su abuelo fueron presidentes del banco. Me permito resaltar este dato biográfico porque si algo admiro de manera especial es una obra familiar en la que se han sabido mantener los principios que la inspiraron.