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Quieren ganar más dinero

Por mucho que insista Yolanda Díaz, no hay en España un clamor por trabajar menos. Buena parte de la población empleada pide horas extras

Yolanda Diaz (Sumar). Comparecencia, a petición propia, del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez ante el Pleno del Congreso de los Diputados al objeto de informar sobre los presuntos casos de corrupción que afectan a su partido
La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda DíazAlberto R. RoldánLa Razón.

El encomiable el empeño que pone la vicepresidenta segunda por convencernos del enfado que tiene la gente en la calle ante el hecho de que haya sido tumbada su reforma de reducción de la jornada laboral. No sabemos dónde ha mirado, porque en los ambientes de trabajo, de lo que se queja el personal en general es de lo poco que se gana. Es más, buena parte de la población empleada pide horas extras para poder llevar a casa algo más que un salario bastante parecido al que se considera mínimo, después de haber echado en la fábrica todo el tiempo que permite la legislación. Por mucho que insista Yolanda Díaz, no hay en España un clamor por trabajar menos. Hay una queja, sí, por lo poco que rinde el trabajo en un país en el que la vivienda alcanza unos precios imposibles y en el que se ha ido perdiendo poder adquisitivo, año tras año, como consecuencia de una inflación altísima que no ha sido compensada en los salarios, ni descontada en las declaraciones del impuesto sobre la renta.

El problema es que al trabajar menos se reduce la productividad y la competitividad. Como chinos, indios y turcos, por ejemplo, trabajan más, sus productos son más competitivos y se venden mejor en nuestros mercados. De ahí que sea frecuente el cierre de factorías o empresas porque sale más barato comprar a los tigres asiáticos que los productos europeos, sometidos además a todo tipo de severas regulaciones. Por ejemplo, en automoción. Si no somos competitivos, sobran nuestras fábricas. Y también sus empleos. A eso conduce la reforma Yolanda.