Renfe
Renfe no tendrá competencia en el corredor de Levante hasta 2016
Invertirá 1.100 millones de euros para comprar 40 nuevos trenes.
Aunque los planes iniciales del Ministerio de Fomento contemplaban abrir el corredor de Levante del AVE a la competencia privada antes de fin de año, en la práctica, los trenes de Renfe seguirán operando la línea en solitario la línea hasta el año que viene. Los plazos, al final, se han ido más allá de lo esperado por el departamento que dirige Ana Pastor. El secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, confirmó ayer que hasta mayo no se lanzará el concurso para elegir a la empresa privada que compita con Renfe y que el proceso no se resolverá hasta el último trimestre del año. Dado que desde su elección la compañía dispondrá de un plazo de seis meses para comenzar a operar y que el arranque de una actividad de este tipo es muy complejo, lo previsible es que el Corredor de Levante siga lo que resta de año explotado en exclusiva por la empresa pública.
Durante unas jornadas sobre el sector ferroviario organizadas por «Expansión», KPMG, Alstom y Alsa, Niño no quiso detallar cual será el siguiente corredor que Fomento liberalizará dentro de su política para dar entrada de forma progresiva a la competencia privada en la alta velocidad. Lo que sí aseguró es que los estudios del Ministerio apuntan a que es casi inviable que haya más de un operador adicional a Renfe en cada línea que se abra a la iniciativa privada. A medida que se liberalicen más líneas y que entren en servicio los 1.100 nuevos kilómetros de AVE que el Adif terminará este año, se hará necesario un parque de material rodante más amplio. Renfe, de momento, tiene previsto incorporar de forma progresiva en la próxima década 40 nuevos trenes en función de la demanda y la puesta en servicio de las nuevas líneas. La ministra de Fomento, Ana Pastor, detalló que la compra, la primera en diez años, está valorada en 1.100 millones y se lanzará en el tercer trimestre del año. El contrato incluirá no sólo el suministro sino también el mantenimiento de los trenes.
Pese a la abultada dimensión del contrato, desde el sector consideran que este pedido puede quedarse corto. Leopoldo Maestu, directivo de la división de Transporte de Alstom España, aseguró que si el proceso de liberalización tiene éxito, será necesario que Renfe realice un pedido adicional a partir de 2020 de otras 30 o 40 unidades. Para prestar su servicio, las compañías privadas alquilarán sus trenes a la división de material rodante que la compañía pública ha creado para este fin. De otra forma, tendrían que hacer una inversión inicial muy elevada que lastraría la rentabilidad del negocio –cada tren de AVE cuesta unos 25 millones– y tardaría años en contar con los trenes, pues su proceso de fabricación se demora muchos meses.
La finalización de las líneas en construcción y la apertura al sector privado son algunas de las iniciativas que Fomento ha adoptado para duplicar en un horizonte de tres o cuatro años los 30 millones de pasajeros que utilizan ahora la alta velocidad. Con la liberalización, explicó Niño, lo que se persigue es mejorar el servicio para que haya una mayor oferta y al menor precio. No se trata, dijo, de reducir el negocio de Renfe, sino de aumentarlo.
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